Agredidas por su familia

La gran mayoría de las mujeres jaliscienses que han sido víctimas de violencia fueron agredidas en el seno de su propia familia. 

Quienes han recurrido a alguna institución pública a solicitar ayuda reportan haber sido violentadas por alguien con quien tienen o tuvieron parentesco. 

Siete de cada 10 mujeres en Jalisco, según lo muestra el Banco Nacional de Datos e Información sobre Casos de Violencia contra las Mujeres (Banavim), sufren este tipo de violencia. 

Luis Herrera Luis Herrera Publicado el
Comparte esta nota

El Banavim da cuenta de 84 mil 834 mujeres violentadas en el país, 13 mil 993 de éstas en Jalisco (el 16.4 por ciento)
Jalisco es el segundo estado de México con más casos registrados en el Banavim, al que tuvo acceso Reporte Indigo
https://www.youtube.com/watch?v=OAgS4S8RlPc

La gran mayoría de las mujeres jaliscienses que han sido víctimas de violencia fueron agredidas en el seno de su propia familia. 

Quienes han recurrido a alguna institución pública a solicitar ayuda reportan haber sido violentadas por alguien con quien tienen o tuvieron parentesco. 

Siete de cada 10 mujeres en Jalisco, según lo muestra el Banco Nacional de Datos e Información sobre Casos de Violencia contra las Mujeres (Banavim), sufren este tipo de violencia. 

El Banavim fue creado a partir de la publicación de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en el 2007.

Es alimentado con la información que generan las dependencias del Gobierno Federal  en todo el país, como la Procuraduría General de la República, DIF, las secretarías de Salud, Desarrollo Social y Educación, entre otras, junto a las entidades federativas; el grueso de sus registros se circunscriben al periodo del 2008 a la fecha. 

Reporte Indigo obtuvo un informe del contenido que guarda actualmente este banco a través de la Secretaría de Gobernación (Segob), y en el cual se constata que Jalisco es el segundo estado a nivel nacional con más mujeres violentadas, y cuyos expedientes fueron inscritos en dicha base. 

En total, y desde su creación, el banco da cuenta de 84 mil 834 mujeres que han sido víctimas de violencia en las 32 entidades federativas, pero los primeros tres lugares son ocupados por Nuevo León, a la cabeza, con 23 mil 532; seguido por Jalisco, con 13 mil 993; yel DF en tercer lugar, con 13 mil 041. 

En Jalisco, las mujeres que se encuentran en el rango de edad de los 19 a los 40 años son las más expuestas a padecer algún tipo de agresión; una de cada dos víctimas registradas en el Banavim pertenecen a éste (7 mil 346 o el 52.4 por ciento); le siguen las que se hallan entre los 41 a los 60 años (2 mil 758, una de cada cinco, o el 19.7 por ciento). 

Las niñas jaliscienses también están presentes en el Banavim, hay mil 12 casos con edades que van de los cero a los 11 años de edad (7.2 por ciento); y en el otro extremo, hay 380  mujeres con 61 años o más violentadas (2.7 por ciento). 

El tipo de violencia más común hacia la mujer en Jalisco es la sicológica, con el 47 por ciento de las inscripciones en el Banavim. Los golpes (violencia física) no quedan muy atrás, con el 38.4 por ciento del total; en tercer lugar se halla la sexual, que sufre una de cada 10 mujeres violentadas (8.5 por ciento), mil 684 féminas la sufrieron.

Gobierno, el otro agresor  

En 502 casos inscritos en el Banavim, fueron las propias instituciones públicas en Jalisco las que victimizaron a las féminas. 

El Banavim también permite conocer cuáles son las “modalidades” de violencia hacia las mujeres que más se están presentando en los municipios jaliscienses, y entre éstas, la que es ejercida por las mismas instituciones de gobierno cuando no les brindan la respuesta que ellas requieren. 

Son cuatro modalidades distintas, y se explican de acuerdo a la legislación en la materia. 

La primera es la familiar, que es la más común en Jalisco con el 71.5 por ciento de todos los casos en el Banavim, y es aquella en la que el agresor está vinculado con la víctima, pues tienen o tuvieron una “relación de parentesco por consanguinidad o afinidad, de matrimonio, concubinato o mantengan o hayan mantenido una relación de hecho”. Así sucedió en 13 mil 397 expedientes. 

En el caso de la comunitaria, la segunda más frecuente (el 18.4 por ciento de las inscripciones en el Banco), y es aquella que originan “los actos individuales o colectivos que transgreden derechos fundamentales de las mujeres y propician su denigración, discriminación, marginación o exclusión en el ámbito público”. Hubo 3  mil 448 víctimas. 

La violencia laboral y docente tiene un 7.2 por ciento de los casos registrados en el Banavim: mil 365 la padecieron; su definición puede dividirse en dos partes, pero en lo general puede incluir el hostigamiento y el acoso sexual mediante “conductas verbales, físicas o ambas, relacionadas con la sexualidad de connotación lasciva”. 

Por último está la institucional. La gravedad de esta modalidad es que son las propias instituciones gubernamentales las que se convierten en agresores de la mujer, en lugar de fungir como sus protectores. 

“Son los actos u omisiones de las y los servidores públicos de cualquier orden de gobierno que discriminen o tengan como fin dilatar, obstaculizar o impedir el goce y ejercicio de los derechos humanos de las mujeres, así como su acceso al disfrute de políticas públicas destinadas a prevenir, atender, investigar, sancionar y erradicar los diferentes tipos de violencia”. 

La mujer agredida es revictimizada (doble victimización) por la instancia gubernamental cuando no recibe la atención que requiere. En Jalisco hubo 502 casos como estos, el 2.6 por ciento del total.

Falta banco de datos jalisciense

Al igual que el Banavim, en Jalisco debería existir un banco estatal de la misma naturaleza, así lo marca la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Estado. 

Sin embargo, durante el sexenio pasado persistió una desavenencia entre la extinta Secretaría de Seguridad Pública y el Instituto Jalisciense de las Mujeres (IJM) que obstaculizó el acceso público a dicho instrumento. 

La Secretaría respondía que se hacía cargo solo de la parte técnica del Banco (“esta dependencia únicamente alberga el servidor de dicha base de datos, por lo que no es responsable de alimentar sus bases de datos ni actualizar sus contenidos”); el IJM aseguraba que no tenía acceso al contenido general del instrumento.

La legislación marca que el banco estatal debe publicarse con una actualización semestral (artículo 23, fracción 10), nadie lo hacía entonces y nadie lo hace hoy. El IJM debe “establecer, coordinar, controlar y actualizar” el Sistema Estatal de Información sobre la Violencia contra las mujeres, dice la misma ley estatal (artículo 20, fracción siete).

Violencia en el trabajo y la escuela

> La violencia laboral: Es “la negativa ilegal a contratar a la víctima o a respetar su permanencia o condiciones generales de trabajo; la descalificación del trabajo realizado, las amenazas, la intimidación, las humillaciones, la explotación y todo tipo de discriminación por condición de género”. 

> La violencia docente: Son “aquellas conductas que dañen la autoestima de las alumnas con actos de discriminación por su sexo, edad, condición social, académica, limitaciones y/o características físicas, que les infligen maestras o maestros”. 

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil