La agenda del agua se ha convertido en un tema clave en Jalisco. Tal ha sido el grado de discusión entre organizaciones y gobierno que tuvo que intervenir la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tanto en términos técnicos como de derechos humanos.
Sin embargo, la agenda en este tema no ha quedado resuelta, pues las acciones gubernamentales se han estancado en acciones superfluas que versan sobre el mantenimiento y rehabilitación de las plantas de tratamiento de aguas residuales, así como la impartición de cursos de capacitación al personal que opera estas mismas en los municipios.
Aunque en el panorama gubernamental ya no aparece la presa El Zapotillo como uno de los proyectos clave en abastecimiento de agua en Jalisco, por los conflictos sociales y jurídicos que ha tenido que enfrentar la presente administración, la reactivación del proyecto de la Presa El Purgatorio se ofrece como una de las acciones más importantes en el tema.
Con la presa El Purgatorio el Gobierno prevé proporcionar alrededor de 3.5 metros cúbicos por segundo a la metrópoli
El gobierno estatal presume la reactivación de esta presa, en la que se avanzó 12 por ciento con una inversión de 86 millones de pesos, los cuales se aplicaron a la construcción de la cortina de la presa y corresponden a la protección de taludes, la plataforma de bombeo, y terminar los caminos de acceso a esta.
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De acuerdo con las estimaciones gubernamentales, esta presa resolvería el problema de déficit de abastecimiento de agua en la región, al proporcionar alrededor de 3.5 metros cúbicos por segundo a la metrópoli.
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“Sobre todo pondrá a la ciudad en condiciones de resiliencia en el abastecimiento de agua ante condiciones adversas que pudieran presentarse debido al cambio climático o desastres naturales”, se explica en el documento del Quinto Informe de Gobierno de Jalisco.
Recurso insuficiente
Los expertos en el tema ya han advertido que no existe certeza de que se pueda proporcionar suficiente agua para los 2.3 millones de habitantes que calcula la administración estatal, pues no hay posibilidad de que el caudal ecológico y la aridez de la zona sean favorables para la “productividad de la cuenca” y se obtengan los metros cúbicos esperados.
Por otro lado, uno de las caudales más importantes para Jalisco, como el Río Santiago, actualmente sumido en la putrefacción por las descargas industriales a las que está sometido, es presumido en su saneamiento a pesar de que en los últimos tres años ha venido decreciendo el agua limpiada en este afluente.
Además, las autoridades estatales presumen que en 2017 se invirtieron 579 millones de pesos para mantener la operación de las macro plantas de tratamiento que se cruzan con este caudal, en donde se lograron 221 millones de metros cúbicos de agua residual saneada, argumentando que con estos se atendía de forma importante la recomendación 001/2009 de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, sobre contaminación en este río.
No obstante, en el mismo informe de gobierno se señala que en el último año cayó ligeramente la cantidad de agua saneada en la cuenca del Río Santiago, pues en 2017 se lograron apenas 9 mil 388 litros por segundo de agua saneada, cifra por debajo de la meta de 9 mil 650 que se proponía la Comisión Estatal del Agua.
Los avances en el tema no han sido determinantes para que se hable en términos positivos de lo realizado en el Río Santiago, tal como expresó José Antonio Gómez Reyna, académico de la Universidad de Guadalajara e integrante del Observatorio Ciudadano del Agua en una entrevista con el diario El Informador.
“No hay ningún avance tácito o real que digas la acción fue esta, la contaminación bajó esto. Los niveles de contaminación del río tienen varias condicionantes. El problema es que desde la macrorrecomendación a la fecha no hay responsables, ha sido una simulación continua”, explicó Gómez Reyna.
Por otro lado, ha habido un incremento en el funcionamiento de las plantas de tratamiento de aguas residuales en Jalisco, una de las deudas del año 2016, cuando estas habían recortado sus servicios y, en consecuencia, desatendido el acceso a un servicio potable de calidad.
Expertos en el tema han advertido que no existe certeza de que se pueda proporcionar suficiente agua para los 2.3 millones de habitantes del área metropolitana
“Este año se incrementó la operación de las plantas de tratamiento de aguas residuales dentro de norma en el estado. De 77 plantas en el 2016, se incrementó a 94 plantas en 2017, con ello se aumentó el porcentaje de aguas residuales tratadas en el Estado”, destaca informe de este año.
Las demandas ciudadanas
Para los integrantes del Observatorio Ciudadano del Agua, la atención a las demandas ciudadanas y recomendaciones en la materia se encuentra obstaculizada por una omisión de carácter político y no por un problema técnico, pues han sido diversos los estudios sobre el agua en Jalisco, mientras que las acciones de gobierno o la atención a las recomendaciones, pocas.
Actualmente hay más de ochenta recomendaciones y se avecinan más, por parte de este ente ciudadano, pero las autoridades han preferido dejar de lado el tema del agua, luego de la respuesta por parte de expertos y ciudadanos al anuncio de continuación de los trabajos y litigios con respecto a la presa El Zapotillo.
En la más reciente sesión de trabajo de Comisión Especial para la Gestión Integral del Agua, con este organismo consultivo, en el Legislativo, sólo estuvieron en presencia de dos diputados, el priista Oswaldo Bañales y Alejandro Torres, suplente de la curul ocupada por Pedro Kumamoto Aguilar y presidente de dicha comisión.
A pesar de los registros oficiales y los discursos positivos sobre el tema del agua, los expertos señalan que el problema esencial de la agenda en Jalisco es la escasez y calidad de la misma en la entidad. A pesar de las cifras, se ha puesto como tema el que las carencias que afronta la población es debido a fallas en el sistema de saneamiento y la nula operación de sistemas de tratamiento, aún cuando estas fueran en aumento en el último año.
