Alberto Reyes: el general que hizo fiestas con narcocorridos en instalaciones militares
Reportes aseguran que el comandante Alberto Reyes Vaca organizó fiestas con narcocorridos y recursos de Sedena durante su estancia en Edomex
Indigo StaffEl 30 de octubre de 2014, el cantante Gerardo Ortiz y el grupo musical Calibre 50 amenizaron con narcocorridos una fiesta al interior del Campo Militar 37-B en Temamantla, Estado de México. La reunión la organizó Alberto Reyes Vaca, comandante adscrito a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), principal institución de seguridad que hace frente al narcotráfico en el país.
En la celebración, encabezada por el entonces titular de las Fuerzas Especiales en Temamantla, los músicos glorificaron las hazañas de los grupos criminales que han dejado a su paso gran cantidad de muertos, reveló el diario El País.
Días después de la fiesta, uno de los subordinados de Reyes Vaca denunció ante la Contraloría General del Ejército y de la Fuerza Aérea el uso de un cuartel militar para escuchar narcocorridos.
“No concibo que, mientras pasamos meses lejos de nuestras familias, nuestros comandantes se dediquen a hacer fiestas dentro de los cuarteles invitando civiles, quién sabe de qué tipo, se emborrachen y hagan su desmadre”.
Sin embargo, aunque ese órgano comprobó la realización de varias fiestas donde alimentos y bebidas se costearon con el presupuesto de la Sedena, Reyes Vaca únicamente recibió una amonestación.
Además, contra el también secretario de Seguridad Pública en Michoacán en 2013 existían otras denuncias por corrupción y nexos con el crimen organizado, pero ninguna trascendió.
Según documentos a los que tuvo acceso El País, durante su gestión de 2014 a 2016 como titular de Fuerzas Especiales en Temamantla, el comandante ordenó acondicionar una cabaña para organizar fiestas y reuniones en la zona de adiestramiento de las Fuerzas Especiales. En ese sitio, instaló un bar donde utilizaba a miembros del batallón como meseros.
Según el informe, en ese lugar invirtió gran cantidad de recursos en su remodelamiento para amueblarlo con un estilo rústico, e instrumentos para formar un grupo musical compuesto por el personal de la tropa.
“Una cantidad considerable de recursos, ya que cuenta con un bar, vasos y copas de cristal, mobiliario de tipo discoteca y un mural que hace referencia a temas campiranos como un lobo aullando y vaqueros en el desierto”.
Aunque las autoridades comprobaron que Calibre 50 y el cantante Gerardo Ortiz se hicieron presentes en la fiesta, no consiguieron localizar documentos de la contratación ni pudieron determinar si fueron pagados o únicamente asistieron por ser amigos cercanos del comandante. Aún así, se sabe que el grupo musical cobra entre 600 y 800 mil pesos por presentación.
Además de esas inconsistencias, trasciende que cuando se desempeñó como comandante del 80 Batallón de infantería en Tlaxcala, de 2011 a 2012, Reyes Vaca fue denunciado por recibir dinero del huachicoleo para permitirles realizar sus actividades delictivas en la zona.
Así lo reveló a medios locales uno de los militares que le sirvió durante su cargo. “Robaba gasolina, partidas presupuestales, tenía trabajando una sección del batalló en negocios particulares, un bar, una pulquería, una estética, un criadero de puercos”.
“Cuando se fue, deforestó el cerro aledaño al cuartel y vendió polines a una empresa que renta maderas para cimbra… hizo una fiesta a la que llevó a músicos de banda encabezados por el cantante Gerardo Reyes”.
Versiones indican que, antes de llegar a Tlaxcala, estuvo sujeto a procesos penales en el fuero de guerra como comandante del GAFE del Primer Cuerpo del Ejército, donde enfrentó cargos de robo y abuso de autoridad.
Según El País, una vez que llegó al Edomex, también se le acusó de vulnerar la secrecía del Ejército y de organizar prácticas de tiro para civiles en las instalaciones militares. En 2020, el comandante se jubiló con un retiro cercano a los 70 mil pesos sin rendir cuentas por las anomalías que le fueron imputadas durante casi toda su carrera militar.
