Alerta máxima por violencia del crimen organizado
La estrategia de seguridad implementada por el Gobierno federal no funciona en gran parte del territorio nacional, donde la presencia de cárteles del narcotráfico es un factor del incremento en los niveles de violencia
Eduardo BuendiaLos hechos ocurridos en Culiacán, Sinaloa, pusieron en tela de juicio la efectividad de la estrategia del Gobierno federal para combatir la inseguridad y la violencia.
El repliegue de las Fuerzas Armadas la semana pasada ante el desafío y las amenazas del Cártel de Sinaloa para que Ovidio Guzmán López, hijo Joaquín Guzmán Loera –exlíder de la organización criminal– librara su detención, dejó al descubierto el operativo fallido que más tarde los integrantes del gabinete de seguridad federal admitieron.
Sin embargo, no solo la capital sinaloense representa el foco rojo de la violencia en el país. En otras entidades la estrategia de seguridad tampoco rinde los resultados que la ciudadanía espera, en la reducción de delitos de alto impacto como asesinatos, secuestros y extorsión, entre otros.
Los datos más recientes sobre incidencia delictiva en el país revelan que estados como Colima, Guanajuato, Jalisco o Morelos, también padecen actos violentos y la presencia de grupos de la delincuencia organizada.
Colima encabeza la lista de estados con mayor tasa de homicidios. En el mes de septiembre, se registraron 8.7 asesinatos por cada 100 mil colimenses.
La escalada de violencia en la entidad del pacífico se comprueba por la multiplicación de las ejecuciones al hacer un comparativo de los periodos de enero a septiembre de los últimos años.
Mientras en los primeros nueve meses de 2015 hubo 109 homicidios dolosos en Colima, para el 2016 la cifra se elevó a 417, para 2017 a 587, para 2018 se redujo a 518 y, para el mismo lapso de 2019 la cifra rompió un récord al alcanzar 557 víctimas.
En el año 2017, la Secretaría de Gobernación aseguró que la violencia en esta entidad se elevó por el control de zonas estratégicas. En las disputas territoriales, se responsabilizó al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), al Cártel del Pacífico y al Cártel de Sinaloa.
Guanajuato es otra de las localidades en donde la ciudadanía es testigo del incremento de ejecuciones.
El control del mercado ilícito del robo de hidrocarburos es una de las principales causas de que la inseguridad aumentara. En este sitio, los cárteles Jalisco Nueva Generación y el de Santa Rosa de Lima mantienen una lucha constante por la plaza.
Entre enero y septiembre de este 2019 se registraron 2 mil 560 víctimas en Guanajuato, número que lo coloca como el estado donde más homicidios dolosos se cometieron. Esta cifra casi se cuadruplicó, debido a que en el periodo enero-septiembre de 2015 hubo denuncias por 700 víctimas.
El estado de Jalisco, bastión del CJNG, fue el décimo con mayor tasa de homicidios dolosos en el país durante septiembre, con 2.9 por cada 100 mil habitantes.
En el periodo de enero a septiembre de 2015, la Fiscalía General del Estado de Jalisco tuvo conocimiento de 774 víctimas de asesinato; en el mismo lapso de 2019 la cifra fue de 2 mil 42.
Morelos también vive un aumento de la inseguridad. Las ejecuciones se incrementaron en un 39 por ciento en los primeros nueve meses del año, comparado con el mismo lapso del 2018.
Entre enero y septiembre hubo 780 víctimas, mientras que el año pasado fueron 562. En febrero pasado el gobernador de la entidad, Cuauhtémoc Blanco, informó que cinco cárteles disputan el control del territorio entre los que se encuentran el CJNG, Los Rojos y Los Tlahuicas.
Tráfico de armas, factor de violencia
El tráfico ilegal de armas provenientes de Estados Unidos a México es uno de los factores que más han influido en el repunte de la violencia en el territorio nacional.
Entre enero y septiembre de este 2019, el 70 por ciento de los asesinatos que se cometieron en todo el país se cometió con arma de fuego.
En agosto pasado, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó en un documento titulado “Tráfico de armas EEUU-México” que el 70 por ciento de las armas con las que se cometen los homicidios dolosos en el país provienen del vecino del norte.
En dicho documento, también se le pidió al gobierno de Donald Trump organizar operativos para contener este tráfico que, de acuerdo con estimaciones de las autoridades mexicanas, llega a ser de 200 mil armas por año.
Tras el episodio de enfrentamientos y bloqueos en Culiacán, el presidente Andrés Manuel López Obrador recibió una llamada telefónica de su homólogo estadounidense, Donald Trump.
López Obrador informó mediante su cuenta de Twitter que el mandatario le expresó su solidaridad por los hechos ocurridos en Sinaloa.
“Le agradezco el respeto a nuestra soberanía y su voluntad por mantener una política de buena vecindad, sustentada en la cooperación para el desarrollo y el bienestar de nuestros pueblos”, publicó el presidente de México.
Tras esta llamada, funcionarios de alto nivel de México y el embajador de Estados Unidos mantuvieron una reunión para revisar la problemática del tráfico de armas.
En el encuentro participaron Marcelo Ebrard, titular de la SRE; Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana; Luis Crescencio Sandoval y José Rafael Ojeda, secretarios de la Defensa Nacional y de la Marina, respectivamente, por parte del gobierno mexicano.
“Concluyó reunión convocada por el Secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, con Embajador de EU y su equipo para congelar tráfico ilícito de armas hacia México. Habrá un antes y un después de la llamada del sábado entre los Presidentes López Obrador y Trump en esta materia”, publicó Ebrard Casaubón en su cuenta de Twitter.