Alerta Rojinegra

La crisis laboral por la que atraviesa México se hace cada vez más latente al interior de los distintos sectores productivos y educativos del país, en donde las huelgas y manifestaciones tanto de obreros como de estudiantes se han vuelto cada vez más comunes en su intento por ser escuchados y que se respeten sus derechos
Salvador Vega Salvador Vega Publicado el
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Salarios caídos, disputas sindicales y peleas por los contratos colectivos de trabajo son algunas de las batallas que comienzan a multiplicarse por todo el país y cuyos ecos ya resuenan en las máximas tribunas del Gobierno federal.

En sus primeros 100 días al frente del país, el régimen de la Cuarta Transformación heredó los cimientos de una crisis laboral generalizada, que se manifiesta en los rumores de inconformidades o en el extremo de estallidos de huelgas en diversos sectores.

El ejemplo más reciente de ello es la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), en donde luego de 40 días en paro definitivo de labores, la situación no parece mejorar.

Desde el viernes 1 de febrero, el Sindicato Independiente de Trabajadores de la universidad (SITUAM) suspendió actividades en los planteles de Azcapotzalco, Cuajimalpa, Iztapalapa, Lerma y Xochimilco, dejando desocupados a poco más de 58 mil estudiantes

Los conflictos derivados por las supuestas violaciones al contrato colectivo de trabajo de la institución y la exigencia de un aumento salarial homologado generaron que el secretario general del SITUAM, Jorge Dorantes Silva, coordinara una serie de movilizaciones y mesas de trabajo con sindicatos afines para llegar el próximo viernes, a plantear sus demandas frente a Palacio Nacional para exigir la atención directa del presidente López Obrador.

“El día viernes estamos convocando a una movilización en conjunto con todos los sindicatos que estamos en huelga. Tenemos que dar la lucha, estamos planteando llegar a Palacio Nacional y buscar que nos reciba el propio presidente para atender los temas de los sindicatos en huelga (…) Ya tuvimos una reunión previa, interesante charla con acuerdos y compromiso, pero eso es parte de lo que podemos hacer de manera externa”, expresó el dirigente en un mensaje a través de las redes sociales del sindicato.

La situación de la UAM –que no entraba en paro de labores desde el 2008– es una de las diversas expresiones de inconformidad que se mantienen vigentes en todo el país

Una que ya comienza a conjuntar las luchas de otros sectores magisteriales como la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, en paro de labores desde el 15 de febrero, o la Universidad de Chapingo, institución que se mantiene en huelga desde el pasado 21 de febrero

“Tuvimos una reunión el fin de semana y acordamos trabajar con algunos secretarios generales. Están los dos de Chapingo, el de la Narro, está el de postgraduados y estamos tratando de buscar una reunión con el Gobierno federal para poder plantear los generales de la huelga, así como temas nacionales”, refirió Dorantes Silva, quien también confirmó que se encuentran en la fase de integración de sindicatos afines que se solidarizan con su causa.

Lucha colectiva

El dirigente del SITUAM mencionó a Reporte Indigo que las reuniones con los sindicatos afines se desarrollarán durante hoy y mañana en las instalaciones del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), y tienen como objetivo analizar la viabilidad de las propuestas logradas en la más reciente reunión con autoridades de la UAM para entablar negociaciones, así como las posibles movilizaciones derivadas de la decisión.

“Dependiendo de la conferencia del día de hoy estaremos planteando una movilización en conjunto, tentativamente programada para el próximo viernes (…) El lunes tuvimos la doceava negociación desde que estalló la huelga y nos presentaron en la madrugada las propuestas de redacción de algunos documentos en el tema de violaciones al contrato colectivo. En el tema de salario sigue la misma propuesta de aumento del 3.35 por ciento y 3 por ciento en la retabulación”.

Para Dorantes, el repunte de las movilizaciones obreras en todo el país es una clara señal de alerta al Gobierno federal; una llamada de atención que, a pesar de mantenerse como fenómenos aislados, dan cuenta en el análisis colectivo de las carencias que aún se mantienen en distintos sectores productivos.

“El tema de las huelgas estatales en el sector educativo y de la industria, como las empresas en Matamoros, son una clara llamada de atención al gobierno referente a los incrementos salariales. Por un lado, plantean un aumento del 16 por ciento a los salarios mínimos, pero por otro hay un tope salarial a las administraciones universitarias del 3.35. Entonces hay temas que hay que abordar a nivel nacional y de manera conjunta”

De igual forma, el secretario general consideró que la respuesta de la actual administración debería de ser una mayor atención hacia estos temas, considerando que todos “somos parte de una transformación en el país y deberíamos tener presencia en los temas nacionales”, principalmente en los competentes a los trabajadores.

“Están también sobre la mesa los temas de la reforma laboral, de la reforma educativa, de la autonomía de algunas instituciones y son temas que en el SITUAM iremos abordando de manera general al igual que otros temas individuales que puede tratar cada uno de los sindicatos”.

Efecto dominó

No sólo en la UAM, sino a nivel nacional, los problemas con el sector académico se han multiplicado, siendo una constante los adeudos y las faltas de garantías para la ampliación de la plantilla docente.

En Morelos, los trabajadores del sindicato de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), aceptaron el pasado viernes 8 de marzo el incremento salarial del 3.35 por ciento propuesto por las autoridades, al igual que un 1.5 por ciento de incentivo para material didáctico.

Asimismo, en asamblea general, el Sindicato Independiente de Trabajadores Académicos de la Universidad del Estado de Morelos (SITAUAEM) manifestó que darán tiempo al rector, Gustavo Urquiza, para conseguir 500 millones de pesos para asegurar el pago de las últimas catorcenas del 2019.

La falta de garantías laborales en los distintos sectores productivos del país han provocado inconformidad entre los trabajadores mexicanos, mismos que se han visto obligados a tomar acciones como la realización de huelgas para exigir que se respeten sus derechos

No obstante, la amenaza de huelga en la UAEM sigue latente debido a las presuntas violaciones al contrato colectivo de trabajo, mismo que se mantiene en negociaciones y debe resolverse para el 25 de marzo, fecha propuesta para el emplazamiento a paro de labores.

En tanto, en el extremo noroeste del país, la situación para la Universidad Autónoma de Baja California resulta especialmente compleja, debido a los constantes adeudos que el gobierno de Francisco Vega de Lamadrid mantiene con el magisterio desde 2018.

El adeudo del gobierno local con la UABC logró superar los mil millones de pesos de acuerdo con medios locales, un fenómeno que ha provocado la indignación de diversos sectores, incluyendo el estudiantil, quienes se encuentran analizando la posibilidad de realizar diversas marchas por las ciudades de Mexicali, Tijuana y Tecate

Ante esta problemática, la UABC manifestó que 11 mil alumnos podrían quedarse fuera del plan de estudios 2019-2020, esto debido a la falta de recursos para mantener la convocatoria de ingreso, la cual ya sufrió un retraso, pues su publicación original estaba programada para el pasado 4 de marzo.

Matamoros, punto de quiebre

Pese a que a finales del mes de enero, la ciudad industrial de Matamoros se convirtió en un ejemplo de la lucha sindical cuando 48 maquiladoras consiguieron el cumplimiento de sus demandas –20 por ciento de aumento salarial y bonos de 32 mil pesos anuales para los trabajadores–, los resentimientos quedaron latentes en el estado fronterizo.

Cámaras de comercio estatales denunciaron que, como consecuencia de la semana de huelgas en la región, Tamaulipas perdió más de 200 millones de dólares por el bloqueo parcial de su producción. Asimismo, aseguraron que se disparó el número de despidos a cuatro mil 500 en menos de dos meses, esto debido a que algunos puestos en las empresas se volvieron insostenibles

En la misma región, la crisis en Arca Continental –una de las principales embotelladoras de Coca-Cola en el país– ha provocado la escasez y encarecimiento de los productos en el estado, con incrementos de hasta el doble del precio en los refrescos y aguas de la popular marca.

La respuesta de la multinacional ha sido el envío de camiones para el abasto desde el estado de Nuevo León, cruzando por Reynosa, los cuales han sido interceptados por los obreros de la empresa, advirtiendo que no dejarán entrar los productos de la marca a Matamoros hasta que se dé puntual atención a todas sus demandas.

De acuerdo con la Secretaría del Trabajo, para finales de febrero se mantuvieron 15 huelgas federales activas a lo largo del país, además de 384 emplazamientos a huelga y 37 conflictos sindicales sin huelga, derivados por inconformidades

Destacan además del sector educativo e industrial, el de bienes y servicios, con Walmart y Teléfonos de México encabezando la lista por el número de empleados involucrados, sumando aproximadamente 150 mil obreros inconformes.

Tormenta perfecta

La creciente actividad en cuanto a movilizaciones obreras en todo el país durante el primer trimestre del año cuenta con varias explicaciones.

Y a pesar de que las necesidades de los trabajadores del sector educativo en la región norte son distintas a las del estado de Morelos o las maquiladoras en Tamaulipas, los fenómenos se correlacionan por dos elementos: el cambio de régimen de gobierno y las crecientes presiones por parte de organismos internacionales para impulsar que México logre una mayor autonomía sindical.

“Poco a poco las organizaciones sindicales buscan reivindicarse con sus bases, con los trabajadores y en consecuencia ellos exigen mejoras económicas y administrativas en los contratos colectivos de trabajo. Eso aunado a los ánimos y orientación política del nuevo régimen federal, me parece que ha dado una especie de ‘caldo de cultivo’ para un fenómeno de mayor actividad a nivel sindical”, menciona Andrés Rodríguez Rodríguez, socio del despacho especializado Santamarina y Steta

Asimismo, el especialista afirma que, aunque pareciera que a nivel nacional se mantiene una mayor y más intensa actividad en cuanto a huelgas o movimientos colectivos, pronostica que aún puede incrementar de manera natural.

“Se ha tomado a Matamoros como la punta de lanza o el ejemplo perfecto de cómo pueden empezar a proliferar en nuestro país movimientos de este tipo. En mi opinión sí se van a intensificar, pero en el caso de Matamoros hubo aspectos muy particulares.

“A mí me parece que los movimientos van a continuar de una manera natural, aunque también tendrán mucho que ver los términos en que se emita la Ley Federal de Trabajo (…) Me parece que el Gobierno federal y los estatales tienen la obligación de buscar un equilibrio entre estos factores de la producción: los trabajadores y los empleadores. Nadie puede estar en contra de que los trabajadores tengan mejores condiciones; pero también deben ser cuidadosas en no romper ese equilibrio y causar que la fuente de trabajo resulte inviable”.

De igual forma, Rodríguez Rodríguez analizó el papel del gobierno como ente conciliador entre las partes, destacando que las administraciones deben impulsar una mayor conciencia para la resolución eficaz de los conflictos.

“Hay algunos ámbitos, como en el educativo, que en principio no hay una producción, no hay un bien tangible o una generación de riqueza como en una industria. Pero aquí el gobierno tiene una responsabilidad aún mayor porque la educación se ha demostrado que es un detonante del desarrollo.

“Tanto en temas colectivos como en individuales, debe de buscarse que la conciliación sea el eje sobre el cual gire el sistema”.

Sin claudicar

Por su parte, José María Martinelli, profesor titular de la UAM Iztapalapa en la unidad de economía, analizó también las implicaciones de otros estallidos obreros en el último periodo, considerando sus logros como alentadores para la lucha que encabezan desde el sector educativo.

“Yo creo que una cierta ampliación de las huelgas es positivo. Hay un eje que nos articula, aunque no hayamos acordado nada explícitamente, que es la lucha contra las políticas neoliberales. Eso es absolutamente real, pero no solamente en el marco universitario, sino también tenemos que señalar lo importante que ha sido la huelga de las maquiladoras en Matamoros, habiendo logrado un incremento del 20 por ciento del salario y 32 mil pesos de un bono.

“Igualmente, el paro de la embotelladora (Arca Continental) de Coca-Cola es una aliento, porque entiendo que continúan en huelga y se trata de la segunda embotelladora más importante de la empresa a nivel América Latina (…) En este sentido es alentador, porque esta lucha va a exigir (en el caso de la UAM) una democratización de la universidad y la redistribución de los recursos que va a mejorar los aspectos de nuestra actividad: docencia, investigación, difusión de la cultura y una ampliación de la matrícula”.

El cambio de régimen y las crecientes presiones por parte de organismos internacionales para impulsar que México logre una mayor autonomía sindical han influido en el creciente número de movilizaciones por parte de trabajadores en el país

El catedrático con 40 años de experiencia en la institución e integrante del SITUAM lamentó que hasta el momento la respuesta de la administración del presidente López Obrador no haya mostrado una postura más propositiva para la resolución de los conflictos de la UAM.

“Lamentablemente una manifestación en la Secretaría de Hacienda el lunes pasado no fue recibida. En general nos responden que vayamos a la SEP o a otras secretarías, pero no hay ningún interés en mediar a favor de nuestra propuesta o por lo menos interpelar a la autoridad universitaria”.

“Cabe decir que el presupuesto federal que se recibió este año es absolutamente insuficiente. Nuestra universidad recibe 7 mil 300 millones de pesos, de los cuales un 85-88 por ciento se utilizan para cubrir nómina. Pero esa nómina está controlada por la burocracia universitaria y el personal de confianza, que siendo una fracción minoritaria y temporal en la universidad, manejan entre el 28 y 31 por ciento del presupuesto asignado, lo cual es inaceptable”, denunció.

No obstante, Martinelli considera que, tras 40 días en paro de labores, la huelga ha logrado mostrar la desigualdad extrema entre lo que perciben las autoridades académicas y los trabajadores de base.

Por lo cual el SITUAM, a través de su comité de huelga, convocó a un foro ampliado el próximo viernes 15 de marzo, para integrar las observaciones de académicos, administrativos y estudiantes, así como los sindicatos en huelga y solidarios para la consolidación del movimiento

“Pensamos que esta participación ampliada va a darle más consistencia a la legitimidad de nuestra huelga, que en ningún momento hemos rescindido los ejes principales: incremento salarial del 20 por ciento, tabulación universal para todos y la redistribución presupuestal. Todo eso se mantiene.Yo quiero decirle a los estudiantes que la huelga no se realiza contra ellos. Realizamos la huelga en defensa de nuestros derechos. Es legal y constitucional y creemos que con nuestra lucha, mejoraremos las actividades sustantivas de la universidad. En ese sentido, les pedimos comprensión y, si así lo desean, apoyo”.

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