Alzan la voz en la UNAM

Un grupo de alumnos, padres de familia y trabajadores de la Máxima Casa de Estudios se manifestaron ayer frente a la Rectoría para exigir seguridad y condenar los hechos de violencia
Erick Miranda Erick Miranda Publicado el
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[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_ftb640cu” responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /] Ante la ola de violencia que se ha registrado en los últimos meses en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estudiantes de distintas escuelas y facultades se manifestaron ayer frente al edificio de la Rectoría para exigir a las autoridades universitarias, así como de Gobierno, un cese de violencia en todas las instalaciones de la Máxima Casa de Estudios.

Aunque la concentración contó con menos convocatoria de la que se esperaba, los asistentes solicitaron de manera explícita al rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, abrir un dialogo y dar una solución oportuna al problema de inseguridad por el que atraviesa la comunidad universitaria.

Entre pintas, banderas y pancartas, los manifestantes acusaron que tanto autoridades universitarias como de Gobierno continúan haciendo caso omiso a las exigencias derivadas de la violencia, contexto que no sólo afecta a la comunidad universitaria, sino a la ciudadanía en general y en todas las entidades del país.

Durante la concentración pacífica, que duró cerca de dos horas, estudiantes, académicos e incluso padres de familia de los universitarios repudiaron los últimos hechos violentos registrados en distintas sedes de la Universidad: homicidios dolosos con arma de fuego, enfrentamientos armados entre grupos del crimen organizado, feminicidios, situaciones de acoso, narcomenudeo y asaltos en inmediaciones.

aprovechan la condición de la autonomía universitaria, bajo el respaldo funcionarios y empleados, muchas veces de los llamados ‘de confianza’ que están enquistados al frente de los organismos encargados de salvaguardar a la comunidad y las instalaciones”” autor=”Universitario” puesto=”Durante la concentración frente a Rectoría”]

Encabezados por tres colectivos internos, Juventud Revolucionaria GAR, Juntas Defensivas Universitarias (JDU) y Liga Estudiantil Democrática (LED), los convocantes señalaron que una posible entrada de la policía o el ejército para erradicar el narcomenudeo y la violencia en Ciudad Universitaria no es la solución.

Pero tampoco lo son las medidas fallidas que se han tomado desde Rectoría, tales como cercar los espacios, poner más personal de vigilancia que no hace nada o restringir el libre paso.

Asimismo, los oradores señalaron que las autoridades encargadas de la procuración de seguridad y justicia, tanto internas como externas, han aislado y tergiversado los hechos delictivos que se han registrado, esto con la intención de no aceptar que un ambiente de violencia prevalece en la Universidad, situación que aseguran, es reflejo de un contexto mucho mayor y por el cual atraviesa también la capital y el resto del país.

“Hacemos un llamado a que, en conjunto de este esfuerzo, se haga una coordinadora estudiantil y de trabajadores permanente, para tener un dialogo en el cual exijamos al rector que nos brinde la seguridad que todos nos merecemos”, expresó una de las participantes.

A pesar de las consignas, el performance y la clásica porra universitaria entonada en repetidas ocasiones, las cosas transcurrieron con normalidad. Los pasillos en constante movimiento por el ir y venir del estudiantado. Las áreas verdes y los espacios culturales con la afluencia habitual.

Espiral de violencia

La violencia no es propia de Ciudad Universitaria, sino también se han presentado en otras facultades de la Máxima Casa de Estudios.

El pasado 22 de febrero, una profesora de Economía fue baleada al salir de la puerta del estacionamiento de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, también de la UNAM, ubicada en Naucalpan, Estado de México.

De acuerdo con datos de la Policía, la agresión fue un intento de asalto y ocurrió alrededor de las 20:30 horas cuando la profesora salía del plantel y se iba a incorporar a la Avenida Jardines de San Mateo.

Tras el ataque, el pasado miércoles 28 de febrero, un reducido grupo de estudiantes marchó de la Facultad al Ministerio Público de Naucalpan para denunciar agresiones de las que han sido víctimas y exigir seguridad.

Alumnos y profesores de otras facultades como la FES Iztacala y la FES Cuautitlán, han protestado en diversas ocasiones por la falta de seguridad, lo que los hace ser vulnerables ante los asaltos y agresiones en las inmediaciones de las instalaciones universitarias. Por ello se han implementado torniquetes en las entradas para su ingreso.

Los manifestantes repudiaron los hechos violentos que se han registrado en la Universidad, como enfrentamientos
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