AMLO en Washington y Trump, frente a frente
El presidente de México y el de Estados Unidos finalmente concretaron su primer encuentro bilateral, y aunque se esperaba que Donald Trump usara la oportunidad para atacar a su mayor socio comercial como un acto de campaña, los líderes aseguraron que continuarán fortaleciendo sus lazos de manera conjunta
Mara Echeverría y Nayeli MezaLos representantes de México y Estados Unidos se vieron por primera vez en persona. Al menos por un día el tema del muro y la retórica en contra de México permaneció fuera de la agenda, en cambio, el discurso se enfocó en refrendar la relación de dos viejos conocidos. El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llegó hasta la puerta de la Oficina Oval resguardado de un importante protocolo de seguridad. Ahí lo esperaba su homólogo Donald Trump, quien lo recibió sin darle la mano por las restricciones sanitarias a causa del COVID-19.
El encuentro histórico ocurrió en medio cuestionamientos por el escenario complicado que enfrentan ambas naciones, pues las dos se ubican dentro de los 10 países con el mayor número de casos positivos por COVID-19 y se espera que sus economías se contraigan entre 6.5 por ciento (Estados Unidos) y 11.2 por ciento (México) al cierre de este año.
Así, con todo en contra y sin cubrebocas, los mandatarios consolidaron años de intercambios de mensajes en una frase: “somos amigos”.
La cortesía en la visita oficial no es una sorpresa al tomar en cuenta los intereses que comparten López Obrador y Trump.
Durante el 2019 México se convirtió por primera vez en la historia en el primer socio comercial de Estados Unidos, al participar con un 14.8 por ciento del comercio total de la Unión Americana, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Economía (SE).
El país del águila es el proveedor líder de productos agrícolas a nivel nacional, gracias a que el año pasado exportó 28 mil millones de dólares e importó 19 mil millones de dólares.
Al mirar dentro del territorio del Tío Sam, México es el principal destino de exportación para siete estados.
Para el representante del Partido Republicano en México, Larry Rubin, este encuentro fue una gran oportunidad para que ambos presidentes, además de demostrar que entre ellos existe una buena relación, enviaran un mensaje de certidumbre hacia el mundo.
“Esta reunión les permitió a ambos alinearse en términos comerciales por la entrada en vigor del T-MEC y más que una amistad se trata de una relación altamente poderosa con intereses mutuos que, como todas las naciones, atravesará por retos y habrá temas que resolver, pero es un hecho que la relación les conviene a los dos socios”, detalla el también presidente de la American Society.
¿Mensaje escondido entre Trump y AMLO?
En el mensaje conjunto que los presidentes emitieron desde la Casa Blanca destacaron la importancia de la relación bilateral entre México y Estados Unidos con la que buscan dar un ejemplo de integración comercial.
No obstante, el fantasma de la próxima elección presidencial en la Unión Americana estuvo presente, ya que el republicano Donald Trump movió sus fichas para enviar una señal a sus adversarios y seguidores de una forma sutil.
Desde el anuncio de la reunión, analistas y especialistas políticos manifestaron que era una apuesta para que el republicano pudiera mejorar sus números, debido a que en los últimos meses no ha logrado repuntar en las preferencias electorales frente al demócrata Joe Biden.
Janeth Moreno, abogada en temas migratorios, opina que el presidente Andrés Manuel López Obrador eligió el peor momento para visitar la Casa Blanca porque, aunque en el discurso de su homólogo no se mencionó nada que lo pudiera comprometer, es claro que se trata de una maniobra política que le favorece en temporada de campañas electorales.
“Es una estrategia política de Trump porque lo hemos visto durante más de cuatro años hacer presión y con una retórica en contra de los mexicanos. Al recibir a López Obrador manda un mensaje de que, a pesar de estas acciones, el presidente de México está contento”, comenta la abogada.
La reunión también se desarrolló en momentos en que la aprobación del gobierno de Trump va a la baja.
Hasta ayer, su popularidad se ubicó en 40.4 por ciento, mientras que 55.8 por ciento de los estadounidenses no estaban de acuerdo con su gestión, revelan datos de la plataforma especializada FiveThirtyEight.
Si bien la intención de la reunión fue demostrar que los países mantienen una excelente relación bilateral, Norma Soto, internacionalista de la Universidad La Salle, opina que debajo de la mesa la realidad es otra, porque los gobiernos tienen temas pendientes en los que deberán invertir tiempo y recursos para poder solucionarlos.
“Hay un doble discurso de Donald Trump, pero para ambos gobiernos es favorable no abordarlos. Cada uno tiene sus propios intereses y por ahora quieren dar una buena imagen, aunque en el mensaje parece que López Obrador respalda la candidatura de su homólogo”.