El senador panista Gustavo Madero Muñoz reveló que, a unas horas de que “venciera” el plazo que tenía México para cumplir con la entrega de agua a Estados Unidos, que estipula el Tratado Internacional de Aguas entre ambos países, no era para el vecino país del norte, sino para los estados de Tamaulipas y Nuevo León, por lo que “nuevamente el presidente engañó a los mexicanos”.
“Ya salió el peine, no era para entregarle el agua a Estados Unidos, es para Tamaulipas y Nuevo León, por eso el problema no acabará el 24 de octubre cuando empiece una nueva contabilidad de los quinquenios que establece el tratado con Estados Unidos”, comenta a Reporte Índigo.
Aclaró que el “paganini” en este caso se llama Chihuahua, entidad federativa que ha estado financiando el agua durante 76 años a los mexicanos con este tratado internacional.
“Es el estado de Chihuahua que aporta el 50 por ciento del agua a cambio de nada”, agrega para después reiterar sus intenciones de gobernar la entidad.
Explicó que, juntando las piezas del rompecabezas, lo primero que sucedió fue que el Gobierno federal se echó a la bolsa al PRI, partido que dejó de estar del lado de los agricultores y campesinos y se volvió del lado del gobierno cuando apareció en una reunión en lo “oscurito” con la titular de la Secretaría de Gobernación, el presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Omar Bazán y algunos presidentes municipales.
Agregó que en esa ocasión se llevaron a Salvador Alcántara, representante de un módulo de riego, a quien le hicieron “corralito” hasta convencerlo de que autorizara sacar de la presa La Boquilla 300 millones de metros cúbicos, para llevarlos a Tamaulipas y Nuevo León.
“Sí había agua para el pago del tratado internacional de aguas, lo que no había era el agua para Tamaulipas y Nuevo León, que son las presiones que estaba queriendo defender el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quitarles el agua a los agricultores para dársela a los habitantes de estos dos estados”, puntualizó Madero.
Tras el anuncio del presidente López Obrador del “buen acuerdo” con las autoridades del país vecino, lo que evitó una sanción y un conflicto por la dotación de agua, Gustavo Madero aclaró que existen dos noticias, una buena y otra mala, la primera es que ya se da por finiquitado este arreglo con Estados Unidos, pero por otro lado, sigue el conflicto y el desencuentro entre los gobiernos federal y del estado de Chihuahua.
“Lamentablemente el presidente le sigue echando la culpa al gobernador Javier Corral como si fuera el provocador y el origen del desencuentro, cuando es responsabilidad de la federación, a través de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y de la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Estados Unidos (CILA), administrar el recurso que, hasta el momento lo han muy mal.
“Había un plazo de cinco años para pagar el agua y ahora lo están tratando de saldar con presas vacías en Chihuahua, quieren sacar el agua del desierto como Moisés y lo más grave es que el estado atraviesa la peor sequía en los últimos 25 años”, concluye.