‘Amor con amor se paga’
Al filo de las cinco de la tarde Andrés Manuel López Obrador comenzó avanzar sobre el Paseo de la Reforma.
Su último acto de campaña arrancó al pie del Ángel de la Independencia que, para esa hora, era un río de personas.
Marchando rumbo al Zócalo capitalino junto al candidato de la Coalición Movimiento Progresista iban su esposa Beatriz Gutiérrez Muller y sus hijos.
Muy cerca de él iban también los perredistas Alejandro Encinas, Cuauhtémoc Cárdenas, Lázaro Cárdenas, Jesús Zambrano, Graco Ramírez, Mario Delgado y David Razú,entre otros.
Predeterminado del sitio
Al filo de las cinco de la tarde Andrés Manuel López Obrador comenzó avanzar sobre el Paseo de la Reforma.
Su último acto de campaña arrancó al pie del Ángel de la Independencia que, para esa hora, era un río de personas.
Marchando rumbo al Zócalo capitalino junto al candidato de la Coalición Movimiento Progresista iban su esposa Beatriz Gutiérrez Muller y sus hijos.
Muy cerca de él iban también los perredistas Alejandro Encinas, Cuauhtémoc Cárdenas, Lázaro Cárdenas, Jesús Zambrano, Graco Ramírez, Mario Delgado y David Razú,entre otros.
“¿Lo ves, lo ves?” “Mira, mira, volteó y me sonrío”, “Andrés, mi voto es tuyo”, se escuchaban gritos eufóricos de este tipo.
Un hombre joven no paraba de repetir: “Sepultemos al PRI, no podemos tropezar con la misma piedra”. En una pancarta se leía: “La cordura de mis actos son la consecuencia de mi marcha por AMLO”.
Estas expresiones ciudadanas surgían espontáneamente y se distinguían de lo que se percibía como la típica marcha partidista: con decenas de personas portando playeras y banderas del PRD, del PT, de Morena, del Movimiento Ciudadano.
Se veía a músicos tocando la jarana y cantando; algunos niños se entusiasmaban y comenzaban a bailar al ritmo del son jarocho.
Mientras, Andrés Manuel sonreía discretamente y saludaba con el brazo derecho, extendido a lo alto.
A la altura del Hemiciclo a Juárez los organizadores decidieron desviarlo para que pudiera llegar frente al Palacio Nacional, donde miles de personas ya lo esperaban.
Fue la decisión correcta, porque de otro modo se hubiera quedado atrapado en alguna de las calles que desembocan a la Plaza de la Constitución junto a cientos de personas que no lograron avanzar más.
La tarde iba cayendo y el Zócalo estaba a reventar. Unas 140 mil personas lo esperaban. Por las calles aledañas no se podía ir ni para atrás ni para adelante.
Al final de 16 de Septiembre se alcanzaba a ver a lo lejos una pantalla en la que apareció López Obrador. El reloj marcaba las 7.10 pm.
Por fin subió al templete central pero sus palabras llegaban con mucha dificultad. El sonido no alcanzaba a llegar con calidad pero aun así la gente no desesperó. Se mantuvo callada, espectante.
“Hemos trabajado con intensidad para volver a ganar la Presidencia de la República”, dijo López Obrador. “Sobre todo contamos con el apoyo de ciudadanos independientes”, subrayó.
AMLO mencionó que su movimiento podía contar con el apoyo de priistas y panistas inconformes; esos que nada tienen que ver con los dirigentes “cuyos nombres no vale la pena ni mencionar”.
Una rechifla general se escuchó.
Una de las ovaciones más grandes se hizo presente cuando AMLO afirmó:
“Lo que más nos ha ayudado a sacudir las conciencias ha sido el movimiento de los jóvenes, nos están dando un gran ejemplo: no a la simulación, no a la mentira, no al engaño, ¡que vivan los jóvenes, que vivan los estudiantes”.
Luego de asegurar que va a gobernar para todos los mexicanos, López Obrador explicó: “Soy muy consciente de mi responsabilidad histórica… ésto no es sólo un asunto político, tiene que ver con mucha gente. Sería una canallada fallarles, traicionarlos, eso no lo voy a hacer nunca”.
Y luego agregó: “Amor con amor se paga”.
Al final, miles entonaron el Himno Nacional. Este fue el momento más emotivo del cierre de campaña de AMLO.
Cierre de Mancera en segundo plano
Por Icela Lagunas y Jonathan Villanueva
En la marcha del Ángel de la Independencia al Zócalo, el PRD mostró el músculo que arropa a Andrés Manuel López Obrador y a Miguel Ángel Mancera en la capital.
Miguel Ángel Mancera Espinosa fue en el mega evento, un invitado más de Andrés Manuel, el verdadero y único protagonista de la tarde noche.
Era el minuto 19:55 cuando el tabasqueño llamó a votar por los candidatos del PDR, PT, Movimiento Ciudadano a diputados, presidentes municipales, senadores.
Hay que votar, dijo por “el que será el próximo jefe de gobierno de la ciudad de México, Miguel Ángel Mancera”.
El aspirante de las izquierdas a gobernar la ciudad de México no llegó a la cita con Andrés Manuel para caminar desde el Ángel hasta la plancha del Zócalo como se tenía contemplado.A Mancera se le complicó la agenda.
Por eso es que el tabasqueño tuvo que recorrer una gran parte del tramo en compañía de su esposa Beatriz y del líder moral del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.Mancera no llegó.
El ex procurador capitalino llegó de lleno al Zócalo, acompañado de sus dos pequeños hijos, Miguel y Leonardo, subió al templete donde se reunió con el jefe de gobierno, Marcelo Ebrard Casaubón. Una vez ahí, tomó brevemente dos veces la palabra para agradecer el apoyo.
También dejó ver que continuará con la ruta trazada por sus antecesores en el Gobierno del Distrito Federal, sin mencionar sus nombres, en beneficio de los capitalinos.
Ni Marcelo ni Mancera robaron cámara. La tarde fue de Andrés Manuel.