Anaya promete IBU… gane o pierda
A los hogares de miles de ciudadanos han llegado tarjetas personalizadas con la promesa de entregarles dinero por parte del candidato presidencial Ricardo Anaya, llamadas Ingreso Básico Universal. No importa si el abanderado del PAN-PRD-MC triunfa o no, el dinero, según operadores telefónicos de la propaganda, llegará
Imelda García[kaltura-widget uiconfid=”38728022″ entryid=”0_nlfw22p0″ responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /] La campaña de Ricardo Anaya prometió entregar el apoyo del Ingreso Básico Universal (IBU)… gane o pierda la elección.
En el centro de atención de la campaña del candidato presidencial de la coalición Por México al Frente (PAN, PRD y MC), cuyo número aparece en las cartas donde se ha enviado la supuesta tarjeta del IBU, la promesa es que aunque Ricardo Anaya pierda la elección presidencial, se entregará un apoyo a los ciudadanos.
Ayer la polémica tarjeta fue avalada por el INE, luego de que su Comisión de Quejas y Denuncias determinó la improcedencia de medidas cautelares por una presunta coacción del voto, promovidas por el PRI y Morena.
Reporte Indigo tuvo acceso a la grabación íntegra de la llamada hecha por una ciudadana al número 01-800-63-ANAYA (01-800-63- 26292), mismo que aparece en las cartas personalizadas que desde la semana pasada han comenzado a llegar a miles de en todo el país.
En ella, el operador que atiende la llamada explica que el apoyo a los ciudadanos se entregará cada mes, aun si el panista Ricardo Anaya pierde la elección.
“Pero oiga, y si pierde Anaya, ¿qué pasaría?”, pregunta la ciudadana que hace la llamada.
“No, de igual manera se le entrega lo que viene siendo una ayuda para la persona. Eso sí le aclaro: esta información no le va a estar impidiendo que usted dé su voto, que pueda elegir, para cualquier candidato. Su voto será libre y no va a tener ningún inconveniente al momento de hacerlo”, señala el operador.
“Ok, o sea que aunque perdiera Anaya, ¿de todas maneras me depositarían?”, le insiste la mujer.
“Se le estaría haciendo lo que es una entrega de una ayuda, con esa misma tarjeta”, reitera el agente.
Las tarjetas están llegando masivamente a las casas de los electores. Enrique Sánchez, un ciudadano que vive en la colonia Desarrollo Urbano, en la delegación Iztapalapa, comentó que en su casa viven 12 personas y a 6 de ellas ya les llegó la carta personalizada y la tarjeta del IBU con la imagen y la firma de Ricardo Anaya.
Para él, esto es algo que las autoridades deben investigar, pues contiene datos privados de sus familiares, como su nombre y dirección.
“Pienso que no es correcto que te manden cosas a tu casa cuando no las pides y más cuando es propaganda electoral. No entiendo cómo y de dónde toman tus datos y te mandan la información a tu casa. A mí me parece que va en contra de mi derecho de protección de datos privados; y creo que no es correcto para nadie y menos que Anaya haga esa intromisión en tus datos personales y te llegue hasta tu casa”, indicó Sánchez.
Ricardo Anaya ha prometido que, de ganar la elección presidencial, arrancará con el reparto del Ingreso Básico Universal en el que todas las personas del país tendrán derecho a recibir mil 500 pesos mensuales solo por el hecho de ser mexicanos.
La promoción de esa promesa llegó a las casas de los mexicanos a una semana del día de la elección, el 1 de julio.
¿Es falsa la tarjeta?
En la recta final de la campaña presidencial, Ricardo Anaya comenzó la entrega masiva de tarjetas del programa Ingreso Básico Universal en las que se promete un ingreso de por vida de mil 500 pesos mensuales a todos los mexicanos.
“Te escribo para saludarte y para decirte que cuando sea Presidente tendrás derecho a tener DINERO SIEMPRE (Di Sí), de forma mensual y garantizada de por vida, recibirás $1,500.00 (mil quinientos pesos) por el solo hecho de ser mexicano”, se lee en la carta enviada a los ciudadanos.
La misiva se envía de manera personalizada, con el nombre y la dirección de los destinatarios, e incluye una tarjeta de plástico delgado, sin chip y con la misma numeración en todos los casos: 7867 5678 2364 5978.
El primer dígito de la numeración de las tarjetas llama la atención por la implicación que puede tener en el respaldo de las tarjetas.
Cada tarjeta de débito, crédito, de regalo o de prepago tiene una numeración única; el primer dígito indica la “gran industria” que emite la tarjeta.
Así, una tarjeta que inicia con los números 1 y 2 es otorgada por aerolíneas; si comienza con el número 3, es una tarjeta de viajes, entretenimiento, bancaria o del ámbito financiero; con el 4 y 5, es emitida por bancos o financieras; el 6, es sobre la categoría diseño de mercado y bancario o financiero.
Pero cuando una tarjeta comienza su numeración con el número 7 se refiere a que es emitida por la industria del petróleo u otras asignaciones futuras (por ejemplo, las que podría otorgar alguna gasolinera o empresa del sector).
Sin embargo, aun no es posible determinar si las tarjetas IBU serán emitidas y respaldadas por alguna empresa del sector petrolero, pública o privada.
Expertos consultados por Reporte Indigo señalaron que la institución que respaldará el pago se podrá conocer hasta que estén emitidos los plásticos bancarios con los que los ciudadanos podrán reclamar el dinero en los cajeros automáticos de la red bancaria.
Con los primeros seis dígitos de las tarjetas de débito o crédito (llamados código BIN) es posible establecer la institución emisora del plástico, misma que respalda los pagos. Todas las tarjetas que circulen en México deben tener ese código BIN.
Reporte Indigo consultó en tres fuentes distintas —una de ellas que contiene todos los códigos BIN autorizados en México— los seis dígitos de las tarjetas demostrativas que Ricardo Anaya envió a los ciudadanos (786756).
En estas fuentes no se encontró el número de esos plásticos. Es decir, la tarjeta que se está enviando a los ciudadanos, con su nombre impreso en ella, no está respaldada por ninguna institución.
“Podríamos decir que el número es fake; la tarjeta de plástico que están recibiendo los usuarios es en sí un engaño. Si solo se mostrara la imagen de cómo sería la tarjeta no habría problema; pero se está incluyendo un plástico que, aunque no tiene chip, sí tiene impreso el nombre de la persona y esta puede creer que esa es la tarjeta en la que le llegará el dinero.
“La gente tiene que saber que se trata de un engaño, esa tarjeta no tiene validez”, comentó un experto consultado, servidor público de alto nivel, quien prefirió conservar su anonimato y el de la institución en la que labora, por la temporada electoral.
Al llamar al teléfono impreso en la carta, los operadores toman los datos de la persona que llama —su nombre, dirección, teléfono y correo electrónico— y aseguran que en menos de un mes recibirán en su domicilio una tarjeta bancaria personalizada con el apoyo IBU, gane o pierda Ricardo Anaya.
¿Medida desesperada o solución posible?
Expertos consultados por Reporte Indigo coincidieron en que el Ingreso Básico Universal puede significar una solución en el mediano y largo plazo para reducir la brecha de desigualdad en el país.
Sin embargo, para que funcione, se requiere de un plan detallado y un diseño claro que no tiene el proyecto de Ricardo Anaya, por lo que en su opinión se trata de una medida desesperada para ganar votos en el último tramo de la contienda.
Héctor Villarreal, director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) sostuvo que aunque es una política que potencialmente puede solucionar muchos problemas de desigualdad en México, es necesario un planteamiento serio y no una ocurrencia de campaña.
“Y en mi humilde lógica de ciudadano te diría que yo creo que fue lamentable (enviar las tarjetas) porque parece una medida desesperada por agarrar votos y yo creo que va a haber mucha gente muy confundida; y, caray, lo han hecho otros partidos y se parece mucho a las tarjetas rosas del Estado de México y otras. Me parece que no es la forma de hacer política social”, consideró Villarreal en entrevista.
Una planeación correcta, explica el especialista, tendría que analizar cómo será el proceso de transición de todos los programas sociales hacia el IBU, qué consecuencias tendría en el mediano y largo plazo en cuestiones como el consumo o la movilidad social y hasta una posible reubicación geográfica de las personas, producto de que habría un ingreso seguro en las familias, lo que cambiaría su perspectiva de vida y de futuro.
Para Ignacio Martínez, director del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) el IBU es una política que han aplicado en otros países, pero en México tiene un gran impedimento: no hay dinero para instrumentarla.
“En este momento, lo que tienen los programas de Enrique Peña Nieto es que están dirigidos a personas en situación de pobreza. El cuestionamiento sobre el IBU es que es para todos, lo cual tiende a rebasar dos veces los programas que tiene hoy día Peña Nieto. Es decir, no va a alcanzar el dinero.
“Me parece que es una propuesta electoral netamente, pues no hay claridad en cómo se va a financiar una medida de ese tamaño cuando ya de por sí no alcanza el dinero público; y más aun, promocionándola de manera tan fuerte ya estando muy cerca del día de la elección”, consideró Martínez en entrevista.
Ambos expertos opinaron que, de ganar las elecciones, Ricardo Anaya deberá hacer un planteamiento detallado sobre esta política pública antes de comenzar a regalar dinero público en cuanto asuma el mandato, el próximo 1 de diciembre.