Durante el segundo debate presidencial, Ricardo Anaya propuso reducir a la mitad el IVA en la frontera e implementar un Plan Nacional de Infraestructura con la finalidad de aumentar la competitividad en todo el país.
Respecto al tema de infraestructura, el candidato detalló que, de llegar a la presidencia, pondrá en marcha un plan que estará integrado por 135 acciones entre las que se contemplará la construcción de nuevos puertos, aeropuertos y carreteras.
En el bloque de preguntas relacionadas con el tema migratorio, Anaya presentó tres propuestas para apoyar a los mexicanos deportados de Estados Unidos: 1) duplicar los recursos a los consulados y poner énfasis en la protección jurídica; 2) lograr su reinserción en la vida laboral y comunitaria, y 3) garantizar su representación en el Congreso de la Unión.
De igual forma propuso una mayor cooperación con los países de Centroamérica, pues reconoció que México no respeta a los migrantes de la región que entran al país.
“Quiero un México generoso, que le abra los brazos a los hermanos que vienen huyendo. Cuando lo hagamos, vamos a tener autoridad moral para exigirle a Estados Unidos que haga lo mismo con nosotros”, declaró.
El aspirante supo aprovechar el formato del segundo debate desde los primeros momentos de su intervención, al mostrar una actitud segura acompañada de un buen dominio del público.
Ricardo Anaya tuvo tres blancos muy claros: el presidente de Estados Unidos Donald Trump; Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y, en menor medida, José Antonio Meade.
Durante todo el encuentro no perdió la oportunidad de recordar la visita del mandatario estadounidense a México el 31 de agosto de 2016.