Anaya toma el control del Frente
Apapachado por cientos de panistas que acudieron de diversos estados, Ricardo Anaya se presentó por primera vez como el abanderado de la alianza Por México al Frente y arremetió contra sus adversarios y compañeros albiazules
Rubén Zermeño[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_x93n7oi4″ responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /]
Ricardo Anaya lo logró, es oficialmente el abanderado del Frente rumbo a la carrera presidencial del 2018 y en su primer evento como precandidato descalificó a sus contrincantes y criticó a los gobiernos federales de sus compañeros de partido, Vicente Fox y Felipe Calderón.
Anaya Cortés reprobó que los expresidentes panistas no hayan podido terminar con dichas estructuras priistas y puso como ejemplo al líder sindical de Trabajadores Petroleros, Carlos Romero Deschcamps, y a la exlíder magisterial, Elba Esther Gordillo.
También disparó en contra de sus probables contrincantes. A Andrés Manuel López Obrador, contendiente por Morena, lo tachó de “loco”, y al abanderado del PRI, José Antonio Meade, le puso el mote de “administrador de la tragedia”.
Desde temprano cientos de panistas de distintos lugares del país llegaron a las inmediaciones del World Trade Center, en la Ciudad de México, para arropar a su candidato. Antes de que Anaya saliera al escenario hubo porras, fotos y gritos, contadas y poco efusivas.
Pasaban las 13:00 horas cuando salió el precandidato presidencial, el líder del Frente Ciudadano por México. “Presidente, presidente, presidente”, fueron los gritos de bienvenida. En la audiencia no solamente era victoreado por un sector del panismo, por 10 de los 11 gobernadores panistas del país, sino por la dirigencia de Movimiento Ciudadano y todas las tribus del PRD.
Anaya, agradeció a los presentes y los ausentes, mandó un cordial saludo al jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, un exaspirante para dirigir el Frente que tuvo que doblegarse y bajarse del barco electoral en días previos. A Antonio Gali, el único gobernador panista que no asistió, y a su paisano Rafael Moreno Valle, ni siquiera los mencionó.
Lo de Anaya más que un mitin político parecía una conferencia, citaba a teóricos, intelectuales y científicos, daba cifras, números, hacía referencias históricas. El entusiasmo se fue apagando, las porras se convirtieron en bostezos y en niños impacientes que ya se querían ir del lugar.
El sonido falló, el pase de las diapositivas también, pero Anaya siguió hablando, él era suficiente para llenar el escenario de aproximadamente 20 metros cuadrados.
“Pésele a quien le pese ya somos coalición y vamos por un cambio profundo. Hoy México, en el que gobierna el PRI, no va por el camino correcto, pues esta administración ha sido un desastre (…) Nunca desde que hay registro habíamos vivido un año tan violento como el 2017, de seguir en ese ritmo habrá más de 30 mil homicidios dolosos al final del año, y todavía quieren echarle la culpa a los gobernadores y a los gobiernos locales cuándo es su responsabilidad”, lanzó como primer ataque al gobierno en turno.
El siguiente blanco del político queretano fue el líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, el cual según él representa un cambio al pasado “repleto de locuras”, ya que tiene ideas viejas y fracasadas como la imposición del Fiscal General por parte del Ejecutivo y la amnistía a los líderes del narcotráfico.
Después atacó a José Antonio Meade, el cual, dijo, representa “más de lo mismo”.
El precandidato auguró que tras la conformación de la alianza electoral entre PAN, PRD Y MC en 2018 ganarán las elecciones y no repetirán lo que pasó en el Estado de México, donde no fueron en coalición en los comicios de este año.
“Los tres partidos gobiernan 16 estados de la República, 16 capitales, 800 Municipios y ninguna fuerza electoral que vaya a competir en 2018 tiene esta potencia, y por esta razón se le tiene tanto miedo y pánico a nuestra coalición (…) Vamos a llegar a la Presidencia para transformar la realidad del país y vamos a ganar la Presidencia el primero de julio del 2018”, manifestó victorioso Anaya.
Después, dio el sustento y bases teóricas sobre su principal propuesta, la renta básica universal. “El dinero está mejor en las manos de la gente, que en la mano de los políticos”, dijo.
La mutación del Frente
El Frente Ciudadano por México mutó, perdió su halo de cercanía a la gente, pero ya es una coalición registrada ante el Instituto Nacional Electoral.
La carrera de Anaya fue rápida, el proyecto presidencial que comenzó a forjar hace dos años cuando asumió la presidencia del PAN sigue conforme al plan original. Ni Zavala, ni Rafael Moreno Valle, ni los Rebeldes de Acción Nacional o Miguel Ángel Mancera han podido detenerlo.
Ricardo Anaya utilizó al partido y al Frente, pero lo ha logrado (al menos de que pase algo extraordinario): se convertirá en el candidato a la Presidencia del país por la coalición México al Frente.
Durante el camino se ha encontrado a dos mentores que están detrás de su carrera y sus victorias, Santiago Creel y Dante Delgado. Aunque tenga detractores y hasta enemigos en casa, ya quedó al frente del PAN uno de sus incondicionales, Damián Zepeda.
Ni las acusaciones de un expresidente enojado podrán detenerlo
“El PAN, que era el partido democrático por naturaleza, cancela internas; su dirigente abusa del poder y se autonombra candidato. 2 partidos más, le sirven de tapete. Y todavía hay el cinismo de llamarle ‘día histórico para la democracia’. Chale”, escribió en Twitter el exmandatario Felipe Calderón.
“Decían que era imposible que se registrara la coalición, tres veces por semana la comentocracia declaraba muerto al Frente, hoy le respondemos como dice el poeta y dramaturgo Zorrilla ‘los muertos que vos matais, hoy gozan de cabal salud’, nuestra coalición está más fuerte que nunca, vamos juntos, vamos con fuerza, vamos con entusiasmo, vamos con convicción al reencuentro de la historia, vamos con esperanza”, así finalizó su discurso Anaya para después lanzarle “vivas” al proyecto que tanto le costó.