Hace unas semanas Anthony festejó con piñata y dulces su cumpleaños. Se le veía feliz a la hora de partir el pastel, la gelatina y disfrutar de las figuras de “Minions” y de los globos de colores.
La convivencia fue aprovechada para reunir a sus familiares del estado de Guerrero, quienes participaron en algunas actividades recreativas que programó el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), encargado de monitorear la reintegración del pequeño.
Al finalizar el festejo, el menor agradeció a su padre la pequeña fiesta y también a los invitados que acudieron al festejo.
Ambos, padre e hijo, trabajan emocional y psicológicamente para lograr un día volver a vivir juntos.
Mientras eso ocurre, el DIF de la Ciudad de México incorporó al menor con una familia de acogida para lograr el restablecimiento de sus emociones, luego del impacto violento de haber vivido como un esclavo con sus tíos en un domicilio de la colonia Gabriel Hernández en la Gustavo A. Madero (GAM).
Cuando la dependencia lo recibió bajo su cuidado, el menor presentaba desnutrición, retraso en su madurez, estados de alerta latente y desconfianza en las figuras adultas e inestabilidad emocional.
En virtud de esta situación, con la finalidad de impulsar su recuperación, en el mes de agosto de 2017, Anthony fue integrado a una familia donde se está adaptando adecuadamente a su entono.
“Ha manifestado estar feliz”, informa de su situación actual el titular del DIF, Gamaliel Martínez Pacheco.
Con la familia de acogida su peso y talla ya se encuentra en lo esperado acorde a su rango de edad. Su madurez ha mejorado y reconoce letras, números, puede leer y empieza a escribir.
Aunque su padre, Pascual Castro, vino desde Estados Unidos para recuperarlo no ha sido sencillo. Las autoridades lo sometieron a una evaluación social y psicológica para hacer posible la reintegración.
Se determinó que Anthony no identifica a Pascual como una figura paternal, por eso se trazó la ruta para restablecer una vinculación familiar que no existía.
Bajo la tutela del DIF se llevan a cabo convivencias familiares entre Pascual y Anthony que permitieran una mejor integración entre los dos.
Como Pascual vivía en Estados Unidos desde hace años, se le monitorea también a él para su adaptación en la Ciudad de México y que cuente con un espacio seguro para Anthony.
Las acciones del DIF CDMX
Gamaliel Martínez Pacheco, titular del DIF en la ciudad de México, informó que en febrero de este año, Pascual Castro ingresó a trabajar en el área de mantenimiento de la dependencia para propiciar una estabilidad económica.
A partir de este trabajo estable apenas en marzo se trasladó al estado de Guerrero para traer a la ciudad de México a otro de su hijo menor de tres años, a fin de que también viviera con él.
A la fecha se han brindado 14 sesiones psicológicas a Pascual, una de ellas con organizaciones especialistas en el tema para promover una paternidad enfocada en las necesidades emocionales de Anthony.
Como parte del apoyo brindado a Pascual en este mes de abril, su hijo menor será ingresado al Centro de Desarrollo Infantil para apoyarlo en los cuidados en tanto él trabaja.
A la fecha, se han realizado nueve convencías familiares entre Pascual y Anthony, en una de ellas estuvo presente su hermano menor.
El titular del DIF local, Gamaliel Martínez precisó que se está fortaleciendo un vínculo familiar que no existía y que se debe considerar la estabilidad emocional de Anthony.
Algunas de las convivencias se han realizado fuera de las instalaciones o en acompañamientos a citas médicas lo que ha permitido fortalecer la relación entre ambos.
El DIF informó que tratamiento con Pascual no ha concluido toda vez que existen comportamientos impulsivos que no ayudan a la regulación emocional, dificultad para dimensionar la situación vivida por Anthony, recurso indispensable para la que el niño lo identifique como figura segura.
En lo que respecta a Anthony se han brindado 17 sesiones de atención psicológica para su recuperación en el que se ha abordado el enojo hacía la familia de origen, hablar en un entorno seguro de la violencia vivida en la que se resalta que él no fue responsable de la misma.
El rescate del menor
Fue el 28 de junio de 2017 cuando elementos de la policía preventiva de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) rescataron al pequeño Anthony, de 5 años, quien estaba amarrado de pies y manos con una cadena y tenía cinta adhesiva en la boca.
Por estos hechos la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX) abrió la carpeta de investigación CI-FGAM/GAM-4-UI-3 C/D/01744/06-2017 contra los tíos y quienes resultaran responsables por la posible comisión de delitos cometidos en contra del niño.
El personal de la delegación Gustavo A. Madero canalizó al niño a la Agencia del Ministerio Público 59a, de ahí fue trasladado al Hospital Ángeles Lindavista, hasta que lograron estabilizarlo y finalmente pudo ser dado de alta.
El 30 de junio de 2017 fue recanalizado al Centro de Estancia Transitoria de PGJCDMX.
Los tíos, responsables de mantenerlo encadenado, fueron consignados ante un juez penal y han sido vinculados a proceso.