Antros, ‘zonas calientes’ de la delincuencia
Los ataques y ejecuciones con armas de grueso calibre vividas en los últimos meses en bares del área metropolitana despiertan el temor en los regiomontanos. La violencia recuerda los años más álgidos de inseguridad en Nuevo León
Jesús PadillaLos antros en el área metropolitana se han convertido en el escenario de ataques de alto impacto por la delincuencia organizada, además, no respetan la Ley Antitabaco estatal y el horario de venta de alcohol en Nuevo León.
Cada fin de semana se aprecia que estos centros de diversión nocturna operan en la impunidad, a cambio de una cuota económica para los diferentes departamentos de alcoholes de los Municipios metropolitanos.
Pero esto no es todo.
Los antros se han convertido en “zonas calientes” para perpetrarse ataques y ejecuciones con armas de grueso calibre, que ha desatado el pánico de la clientela, como lo comprueban videos que circulan en redes sociales.
Poco a poco estos hechos de sangre con balas de alto impacto van recordando a los regiomontanos los años más álgidos de inseguridad que ha tenido Nuevo León, donde las muertes de inocentes eran el común denominador.
De enero a octubre de este año, en el área metropolitana se han registrado por lo menos nueve ataques en bares que han dejado personas sin vida, heridas y daños en la fachada de los establecimientos.
En Monterrey han ocurrido cuatro ejecuciones, en San Pedro se han suscitado tres y en San Nicolás se han contabilizado dos en los últimos meses.
Dos ataques que trascendieron en la opinión pública fueron, uno en el Bar La Única, donde hombres armados ejecutaron a tres operadores financieros del Cártel de Sinaloa, caso que aún no ha resuelto la Procuraduría de Justicia de Nuevo León.
Incluso tampoco se ha reportado la detención de los pistoleros que perpetraron el ataque, muchos menos cuál sería el móvil de este triple crimen.
El otro caso ocurrió la semana pasada en el Bar Watson, ubicado en el sector de San Jerónimo, en Monterrey, en donde ejecutaron a José Ernesto García Ramírez, alias “El Zopi”.
Este raspó a funcionarios estatales y amigos muy cercanos del gobernador Jaime Rodríguez “El Bronco”, entre ellos el empresario Ramón Baca McGuire, quien apenas la semana pasada acompañó a Rodríguez Calderón en su registro en la Ciudad de México como aspirante independiente a la presidencia de México.
García Ramírez también era conocido de Jesús Hernández Martínez, subsecretario de Planeación y Finanzas de la Secretaría de Educación y considerado operador cercano a “El Bronco”. Así como Roberto Garza, esposo de la exalcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes.
Todos ellos estuvieron reunidos recientemente en una fiesta de cumpleaños de la esposa de Baca McGuire, en una quinta ubicada por el rumbo de la Presa de La Boca, cuyo propietario era presuntamente García Ramírez.
‘El Zopi’ destapa moches
La ejecución a las 5:00 horas del pasado domingo de José Ernesto García Ramírez “El Zopi” en el bar El Watson, exhibe que se viola el horario de alcohol por el pago de una fuerte cantidad de dinero.
Pero no sólo este antro tiene vía libre para operar por la madrugada, también los bares Bísou y Strana, ubicados en el Municipio de San Pedro, sirven bebidas alcohólicas hasta las 3:00 horas, sin que sean clausurados.
Además, estos antros violaban la Ley Antitabaco estatal, la cual no permite fumar en establecimientos cerrados, donde “El Zopi” era el encargado de recolectar la cuota mensual, a través de una red de “cobradores de piso”.
Inexplicablemente estos antros operan como “after” y dejan fumar sin que los inspectores municipales y estatales se den cuenta.
En cuanto a la violación del horario de venta de alcohol, la investigación de la Procuraduría de Justicia revela que el exagente ministerial Alexandro González, “La Bolsita”, responsable del Comité de Transparencia de la Secretaría de Ayuntamiento regio, está encargado de la red de moches.
La corrupción que existe en la Dirección de Inspección y Vigilancia, a cargo de Víctor Hugo Gutiérrez Zamarrón, debería de ser un asunto de gran preocupación para el edil de Monterrey, Adrián de Garza.
No pueden con la cuota
Propietarios y socios de antros consulados por Reporte Indigo señalan que muchos de sus negocios tuvieron que cerrar, por no contar con ganancias suficientes para completar la cuota que permite violar los horarios de cierre y la Ley Antitabaco estatal.
Está el caso del Arre Vivo Bar, ubicado al sur de Monterrey, que prefirió mejor cerrar, tras no poder pagar el pago económico.
Los antreros señalan que es imposible llegar a pagar mensualmente 100 mil pesos, que es la cuota por violar el cierre de venta de alcohol, más aparte una cantidad similar por dejar fumar en un lugar cerrado.
Por lo pronto habrá que ver si este fin de semana los antros rebeldes continúan operando fuera de horario permito.
Reporte Indigo adelantó que la Ley Antitabaco estatal se ha convertido en el arma perfecta para negociar con antros en San Pedro.
Además, la aplicación de este reglamento no es pareja, lo que ha provocado molestia en varios dueños de bares, quienes no aceptan pagar “un moche” a la Secretaría de Salud estatal.