‘Apagan’ cámaras en el aeropuerto

El sistema de cámaras y accesos del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México está por colapsarse. 

Según reportes en poder de Reporte Indigo, la falta de mantenimiento en los sistemas de seguridad en este puerto aéreo, tiene una larga lista de cámaras inservibles, y los “cerebros” o centros de acopio de datos, en los que tendrían que quedar almacenadas las grabaciones, también están descompuestos, así como puertas y controles de acceso a zonas restringidas que se encuentran fuera de operación.

Armando Estrop Armando Estrop Publicado el
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El sistema de cámaras y accesos del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México está por colapsarse. 

Según reportes en poder de Reporte Indigo, la falta de mantenimiento en los sistemas de seguridad en este puerto aéreo, tiene una larga lista de cámaras inservibles, y los “cerebros” o centros de acopio de datos, en los que tendrían que quedar almacenadas las grabaciones, también están descompuestos, así como puertas y controles de acceso a zonas restringidas que se encuentran fuera de operación.

Esto es una puerta abierta a la comisión de delitos, que de cometerse, quedarían sin registro.

El aeródromo capitalino tiene largos antecedentes de ser el punto de llegada de droga e incluso recientemente de balaceras entre policías federales. 

Y una gran mayoría de eventos no se está grabando u observando en el centro de monitoreo.

Todo este desorden en la seguridad y vigilancia se suma a una falla en el sistema de revisión del equipaje documentado, que se publicó ayer en este medio, por la mala instalación de las  bandas que alimentan las máquinas de tomografía computarizada –con las que se detectan armas y explosivos– y porque las recién adquiridas por el aeropuerto se encuentran en una bodega, mientras otras se encuentran, parcial o totalmente,  descompuestas.

Manuel del Riego de los Santos, director de seguridad de la terminal aérea, ha sido notificado por escrito con oficios desde el año pasado, y nada ha hecho.

Son cuando menos tres oficios en los que se ha informado tanto a la Dirección de Seguridad como a la Comandancia General del AICM, a cargo de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), para que se concienticen del estado de alerta en el que se encuentran los sistemas de seguridad y control.

 “Por medio del presente, hago de su conocimiento que derivado de la falta de mantenimiento al Circuito Cerrado de Televisión (CCTV) y al Sistema de Control de Accesos (SCA), desde el 31 de diciembre del 2013 se han suscitado una considerable cantidad de fallas que día a día se van incrementando en número y grado de dificultad, tal es el caso del software de control de accesos Lenel OnGuard, cuya licencia se ha vencido en varios operadores del CGA de T2, teniendo como consecuencia la imposibilidad de abrir puertas de manera remota así como también la verificación de eventos en el SCA”, dice el oficio SS/GS/0031/14”.

“Por otro lado, también ha habido fallas en cámaras y grabadores en ambas terminales, limitando las funciones del Centro de Gestión Aeroportuaria y dejando en un avanzado estado de vulnerabilidad la seguridad aeroportuaria”.

A continuación el escrito enlista cámaras y grabadoras en las dos terminales del aeropuerto, que se encuentran fuera de servicio. Además pone entre los aparatos con fallas, los joystick, que son elementos necesarios para poder maniobrar el movimiento de las cámaras.

Zonas ‘libres’ para cometer delitos

Las zonas que aparecen en negro por la falta de cámaras son principalmente las del estacionamiento, las bandas para la revisión de equipaje que documentan los pasajeros, y las bandas desde donde las maletas son transportadas hacia los compartimentos de carga de las aeronaves. 

También están prácticamente “libres” de vigilancia los cuartos de máquinas del aerotrén que conecta ambas terminales, elevadores, y la entrada al Centro de Control Operativo (CCO), que es la torre de control del Aeropuerto desde donde se asignan las áreas de estacionamiento de los aviones, y se vigila la operación aérea de ambas terminales y pistas. 

El documento detalla que existen fallas en las puertas que dan acceso a las áreas de operación de las aeronaves, en los accesos donde ingresan los pasajeros hacia las salas de abordaje, y problemas en el control o separación de flujos, que es el sistema con el que se impide la mezcla entre los pasajeros de llegada y salida, para evitar que se pasen artículos prohibidos. 

Dicha separación de pasajeros es una disposición de  la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), Organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). 

Las disposiciones de la OACI para México revisten el carácter de Tratado Internacional, por lo que su cumplimiento es obligatorio para el AICM.

De estos reportes se observa que la caída de los sistemas de seguridad y control es inminente.

“Por lo anterior es menester realizar los mantenimientos preventivos y correctivos a todos estos equipos a la brevedad posible, ya que de continuar así, en poco tiempo el CCTV y el SCA se colapsará”, dice el documento que fue entregado a Manuel del Riego, director de Seguridad de la terminal aérea. 

Este reporte fue enviado el pasado 20 de enero con copia a Alfonso Sarabia, director general y a Jesús Guajardo, Director de Operación, ambos funcionarios del AICM.

El aeropuerto más importante del país tiene descubiertos varios flancos al tener cámaras completamente ciegas y puertas de acceso sin control.

Los problemas iniciaron desde finales del 2013 cuando Hugo de la Cuadra, Gerente de Seguridad del AICM, envió la señal de alerta.

De la Cuadra no cuenta con la experiencia requerida para el cargo, pues su antecedente inmediato es el manejo de un pequeño centro de monitoreo en el Municipio de Huixquilucan, Estado de México, con alrededor de 50 cámaras de las cuáles, más de la mitad no funciona. 

Sin embargo lo que sí pudo hacer fue avisar en noviembre del 2013 al Comandante de la DGAC en el AICM, Armando Subirats, de las fallas en las cámaras con estatus grave.

De veterinario a director de seguridad

El director de seguridad del AICM tiene antecedentes que lo ligan al exgobernador de Tamaulipas Tomás Yarrington, investigado por nexos con el narco

Los antecedentes del director de seguridad, Manuel del Riego de los Santos, no son halagadores. 

Su perfil académico no encaja con el manejo de seguridad que requiere un aeropuerto de ese tamaño, considerado una instalación estratégica de seguridad nacional, pues es médico veterinario.

Su curriculum incluye que estuvo en prisión por fraude ya que el 23 de abril del 2008, siendo director de seguridad del Municipio de Jerez, Zacatecas, fue detenido y puesto en prisión. Se le acusaba de no haber cumplido la compra-venta de un inmueble.

Las declaraciones del Veterinario fueron polémicas.

“Pues como se dice vulgarmente, me rajé. Y eso no es fraude”, dijo a los medios para explicar el problema por el que fue detenido y casi tres  meses después puesto en libertad bajo caución.

En su curriculum se distingue su trabajo como Director de Centros de Readaptación Social en Tamaulipas en la gubernatura de Tomás Yarrington, buscado por las autoridades norteamericanas por sus presuntos nexos con el narcotráfico.

De hecho el jefe de escoltas de Yarrington, Ricardo Pérez Barragán, ocupa ahora la gerencia de programas de seguridad en el aeródromo.

En la época en que Del Riego de lo Santos trabajó con Yarrington hubo una serie de fugas de penales que llamaron la atención de los medios de comunicación. 

Pero sobre todo de las autoridades federales.

Fugas masivas de integrantes del grupo delictivo conocido como Los Zetas involucraban a funcionarios de la dependencia a cargo de Manuel del Riego.

Sobre estas fugas, Del Riego de lo Santos volvió a realizar una de sus clásicas declaraciones de escándalo. Cuando se dio a conocer que la PGR atraería el caso de uno de estos escapes, al corresponsal del periódico El Universal en Tamaulipas, Arnoldo García, el veterinario le dijo: “Quién crea que un funcionario público no puede ser corrompido es un estúpido o es un ignorante”.

Da contrato a sus exjefes por 17.5 millones de pesos

Manuel del Riego de los Santos es conocido por sus subalternos como un hombre disciplinado y dicharachero.

Su trabajo anterior a ser el principal vigilante de la seguridad en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, fue en el Cuerpo de Guardias de Seguridad Industrial, Bancaria y Comercial del Valle de Cuautitlán, mejor conocida como Cusaem.

Corporación muy cuestionada por la falta de control fiscal e involucrada en la ejecución de la arquitecta Alicia Rivera Ugalde en junio del 2013.

Esta es una dependencia que forma parte de la Dirección de Seguridad Ciudadana del Gobierno del Estado de México.

El grupo de seguridad ligado al Gobierno del Estado de México fue su guarida. Incluso escribió un libro para esta corporación llamado “La Gestión de Calidad en la Seguridad Patrimonial”.

En la portada del libro hay una fotografía con una cámara de seguridad, una pistola y un arco de seguridad.

En la contraportada hay tres fotografías del comandante en jefe de Región Operativa –cargo con el que firma– en las que porta un uniforme similar al que usan las corporaciones policíacas de todo el mundo.

“En este libro encontrará de manera práctica cómo diseñar e implementar los modelos de servicios de seguridad física o intramuros y logística, incluyendo el guión para el diagnóstico de riesgos, llamado también Análisis de Riesgos y un formato para los procedimientos de ejecución de consignas de punto de vigilancia, rondines. Reacción inmediata y el protocolo para el uso de la fuerza letal y no letal con el método Ad-hoc para la formación profesional de los guardias”, dice un extracto del libro.

Llama la atención que no menciona temas de seguridad nacional, que es el concepto en el que se encuentran la mayoría de los aeropuertos del mundo.

El director de seguridad entró a laborar al aeropuerto en abril del 2013 e incluso se le tomó protesta –acto nunca antes hecho en el AICM– por parte del Consejo de Administración del AICM.

En una ficha obtenida en Plataforma México sobre Del Riego de los Santos, en julio del 2013, lo muestra como activo en Cusaem, por lo que podría haber estado trabajando al mismo tiempo para el aeropuerto y para la corporación de seguridad al menos por tres meses.

De las primeras acciones que realizó Del Riego de los Santos en el aeropuerto fue contratar a su antiguo empleador, Cusaem, para que realizara las labores de seguridad en la periferia y otras áreas de la terminal aérea.

A través de al menos dos contratos logró que la cuestionada empresa hiciera un trabajo para el que además se requiere una certificación especial con la que no cuenta.

Uno de los contratos tiene en la cláusula primera el objeto de la prestación del servicio de seguridad y vigilancia en estacionamientos y áreas públicas en ambas terminales es por un monto de 7 millones 652 mil 300 pesos.

Otro de los contratos que es para la vigilancia de la zona perimetral del AICM es por un monto de 9 millones 876 mil 422 pesos. 

Un total de 17 millones 528 mil 722 pesos para sus exjefes.

Este último es el contrato que presenta más irregularidades además de haber sido promovido por la dirección a cargo de Del Riego de los Santos.

El contrato, del que depende la seguridad de áreas especialmente vulnerables en el aeropuerto, no debió haberse celebrado ya que Cusaem no cuenta con la certificación AVSEC (Aviation Security) que es entregada por instructores certificados por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

En el listado de la DGAC para estas empresas, sí aparece Cusaem pero su ámbito territorial es exclusivamente para el Estado de México.

Por esto no debería estar realizando labores de vigilancia en el AICM, pues el cumplimiento de este requisito es estricto.

Por otro lado el  artículo octavo fracción 11 de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, establece precisamente cuando un funcionario no debe participar en la adquisición de contratos de bienes y servicios.

Justo las prácticas realizadas por el director de seguridad son las que se establecen como no permitidas.

“Excusarse de intervenir, por motivo de su encargo, en cualquier forma en la atención, tramitación o resolución de asuntos en los que tenga interés personal, familiar o de negocios, incluyendo aquellos de los que pueda resultar algún beneficio para él, su cónyuge o parientes consanguíneos o por afinidad hasta el cuarto grado, o parientes civiles, o para terceros con los que tenga relaciones profesionales, laborales o de negocios, o para socios o sociedades de los que el servidor público o las personas antes referidas formen o hayan formado parte”.

Así como las cámaras de circuito cerrado se está quedando ciegas, así parecen estar las autoridades del aeropuerto ante el colapso de sus sistemas de seguridad y control.

Ciegos ante el pasado y prácticas de uno de los funcionarios con las mayores responsabilidades del aeropuerto. 

Ciegos ante problemas relacionados con temas en materia de seguridad nacional para los cerca de mil vuelos que operan diariamente en la terminal aérea capitalina.

9/11: la fecha que cambió al mundo …y la seguridad en los aeropuertos  
Por Indigo Staff

El 11 de septiembre de 2001 al-Qaeda secuestró cuatro aviones, dos de American Airlines, dos de United Airlines. 

Un total de 19 terroristas se dividieron en cuatro grupos liderados por pilotos, quienes tomaron control de los aviones mientras sus compañeros sometían a la tripulación y pasajeros con navajas de precisión (X-Actos). 

Tres de los cuatro grupos terroristas suicidas cumplieron la misión,  chocando las aeronaves contra ambas Torres Gemelas de Manhattan, Nueva York, y el Pentágono en Washington, DC, causando la muerte de casi 3 mil personas. 

La cuarta aeronave se estrelló en un campo en Pensilvania después de que los pasajeros, al enterarse de lo sucedido con los otros aviones secuestrados, sometieron a los terroristas.

15 de los terroristas eran de Arabia Saudita, dos más de los Emiratos Árabes Unidos, uno de Egipto y otro de Líbano. El año anterior habían llegado a Estados Unidos. 

A pesar de que algunos de ellos fueron detenidos en el área de control de seguridad del aeropuerto por estar en una lista de posibles terroristas, se les dio luz verde para abordar los aviones con  X-Actos en el equipaje de mano.

Lo que ha cambiado desde entonces en cuanto a la seguridad aeroportuaria ha evitado a actos terroristas que se originen en los aeropuertos.

> Identificación: El nombre del boleto debe de coincidir con la identificación oficial.

> Zapatos: Los viajeros se deben quitar los zapatos al pasar por el puesto de control ya que los tacones en ocasiones tienen acero o huecos en donde podrían esconderse armas o explosivos.

> Equipaje: Todo el equipaje, ya sea de mano o para documentar, debe de ser revisado y escaneado en radiografías.

> Líquidos: Se prohíben los líquidos (arriba de 3.4 onzas)  en el avión.

> Objetos cortantes: Hasta los objetos cortantes más pequeños están prohibidos en el avión. No se permiten ni tijeras ni limas ni cortaúñas en el equipaje sin documentar. En las cabinas de los aviones los cubiertos cambiaron de metal a plástico. 

> Objetos especiales: Los objetos especiales como laptops y otros electrónicos deben de inspeccionarse por separado de la maleta y ser escaneados en la línea de revisión de equipaje manual y corporal.

> Ropa: Las chamarras, gorros y demás ropa extra debe ser removida al pasar por revisión.

> Cuerpo: Los pasajeros deben pasar por una máquina que escanea su cuerpo para asegurar que no lleven objetos escondidos.

> Revisión manual: En algunas ocasiones será necesario una revisión corporal manual. Un oficial de seguridad toca el cuerpo y la ropa del viajero manualmente en búsqueda de objetos escondidos.

> Acompañantes: Se prohíbe la entrada de visitantes o acompañantes sin boleto de avión a las salas de última espera, localizadas después del puesto de control de seguridad. 

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