Estrés que el personal médico, de enfermería, de vigilancia y de intendencia ha experimentado intensamente

Apoyo emocional a personal médico, una necesidad

La Asociación Psiquiátrica Mexicana ofrece de manera gratuita primeros auxilios psicológicos a cualquier persona que trabaje en un hospital o clínica donde se atienda a personas con SARS-CoV-2

Los profesionales de la salud tienen un doble reto: combatir la pandemia por COVID-19 y hacer frente a las afectaciones que esta situación provoca a su salud mental. Miedo, insomnio, preocupación, angustia y falta de apetito son algunos de los síntomas de estrés que el personal médico, de enfermería, de vigilancia y de intendencia —por mencionar algunos— ha experimentado intensamente desde que comenzó la contingencia sanitaria en México.

Miedo, insomnio, preocupación, angustia y falta de apetito son algunos síntomas de estrés que el personal médico experimenta

Pero no están solos en esta lucha. Debido a la importancia que tiene la salud mental en el contexto de la pandemia, hay distintas iniciativas que buscan apoyar sin ningún interés a quienes están en la primera línea de batalla.

Una de ellas es el programa “Nosotros también nos cuidamos”, de la Asociación Psiquiátrica Mexicana (APM), en colaboración con la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF) y el departamento de Informática Biomédica de la Facultad de Medicina de la UNAM.

A través de videollamadas, los trabajadores pueden acceder hasta a cuatro sesiones gratuitas, de 45 minutos cada una, con especialistas. La atención no solo va dirigida a personal médico y de enfermería, sino a todas las áreas como de limpieza y vigilancia; los familiares también pueden recibir terapia o tratamiento.

“Hay una plataforma digital, hay un expediente electrónico, un equipo de apoyo que hace las funciones como de recepción. Logramos con eso casi trasladar al paciente, como si fuera una consulta en cualquier parte, solo que todo es a distancia”, expone el doctor Bernardo Ng, presidente de la Asociación Psiquiátrica Mexicana.

La atención es otorgada por especialistas voluntarios de la APM y busca ayudar en el manejo del estrés al personal que trabaja en hospitales o clínicas donde hay casos de coronavirus, además de brindarle orientación si el diagnóstico es más serio y se requiere otro nivel de tratamiento.

“Es muy fácil acceder, abres nuestra página que es www.psiquiatrasapm.org.mx y hay un botoncito que dice ‘Nosotros también nos cuidamos’. Das clic ahí, te hacen unas preguntas, en cuestión de menos de 10 minutos tú ya estás agendando tu cita”, explica el especialista.

Pese al esfuerzo que esta iniciativa involucra, la respuesta ha sido menor a la esperada, señala el médico, lo cual podría deberse a dos causas.

Una es la normalización del estrés que tiene el personal médico; mientras que la otra es que en México, como en otros países, está estigmatizado solicitar atención en el área de salud mental.

Sin embargo, el director invita a conocer este programa y beneficiarse de él.

Nosotros en APM estamos convencidos de que el personal de salud es el activo más importante para la solución de esta crisis sanitaria, recuerden que los valoramos y queremos que estén sanos, sobre todo emocionalmente, porque es a lo que nos dedicamos
Bernardo NgPresidente de la APM

Impacto al personal médico

La doctora Jacqueline Cortés Morelos, presidenta electa de la APM, es una de las voluntarias que brinda consultas gratuitas a trabajadores de la salud.

“La campaña va dirigida a médicos especialistas, generales, a personal de enfermería, trabajo social, recepcionistas, paramédicos, personal de intendencia, de cocina, incluso ya extendimos esta campaña a familiares de personal médico que estén pasando por algún duelo complicado o por la pérdida de un ser querido por Covid, porque justo esta es otra parte importante donde este virus ha afectado”, señala.

Cortés Morelos dice que aunque el golpe emocional generado por la pandemia ha sido muy fuerte para todas las personas, afectó especialmente a los trabajadores que se encargan de cuidar a los pacientes con SARSCoV-2.

Ya que por un lado están las pérdidas que les ha tocado vivir, así como una serie de situaciones adversas como portar trajes de protección para no ser contagiados y la angustia de no saber si son portadores del virus y pueden contagiar a sus familiares.

“Francamente ha sido un impacto devastador que se suma a otro tipo de duelos. En general los duelos son pérdidas, entonces la respuesta normal que el ser tiene ante una pérdida es un proceso que pasa incluso hasta por etapas”, dice.

“Por ejemplo, la etapa de negación, que es la primera y pareciera que algunos todavía están en la negación, porque no creen que exista el virus o piensan que a ellos no les va a dar; luego pasan por una etapa de enojo; después una fase depresiva hasta que poco a poco ya se va aceptando la pérdida”, comenta.

Y aunque el duelo más fuerte es cuando se pierde a alguien, también existen otros como el no poder ir a visitar a personas queridas, no poder salir libremente por el miedo a contagiarse, el estar en una situación económica adversa o perder el nivel de vida al que se estaba acostumbrado.

La psiquiatra agrega que en esta pandemia también se presentó un aumento en los casos de violencia intrafamiliar, abuso de sustancias, en problemas de desajuste en los horarios de sueño y vigilia, lo que trajo más consecuencias en la salud y en las emociones.

“Es importante difundir que una persona sana no puede estar sana si no tiene salud mental. Otra parte que también ha aumentado es la conducta suicida, porque cuando nosotros tenemos personas que se deprimen, cuando la depresión es grave, se puede acompañar de esas conductas”, afirma Cortés.

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