Proteger a ‘El Tepopote’
Este año ha sido de mucha exigencia para las autoridades locales por los frecuentes incendios a las áreas naturales alrededor de la Zona Metropolitana de Guadalajara y el consiguiente impacto en cientos de hectáreas.
Desde abril pasado Reporte Indigo documentó que el 2016 fue uno de los años con más hectáreas incendiadas, según registros oficiales publicados en el informe de indicadores del Gobierno de Jalisco.
Jonathan Ávila
Este año ha sido de mucha exigencia para las autoridades locales por los frecuentes incendios a las áreas naturales alrededor de la Zona Metropolitana de Guadalajara y el consiguiente impacto en cientos de hectáreas.
Desde abril pasado Reporte Indigo documentó que el 2016 fue uno de los años con más hectáreas incendiadas, según registros oficiales publicados en el informe de indicadores del Gobierno de Jalisco.
Esto luego del enorme siniestro que destruyó más de 800 hectáreas de terreno en el cerro El Tepopote, que se encuentra cercano a la zona del conocido bosque La Primavera, principal pulmón de la ZMG.
Con esos antecedentes, el miércoles 12 de julio el Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), presentó el proyecto de Declaratoria de Área Protegida Municipal para el cerro de El Tepopote.
“Queremos garantizar con esto la conectividad del ecosistema, sus servicios ambientales, así como la generación de un espacio para la educación ambiental y conservación. El cerro de El Tepopote ha estado amenazado por los incendios y presiones urbanísticas que han ido en aumento, el corredor industrial está de alguna forma llegando a un proceso irreversible de fragmentación del corredor biológico si no se toman medidas, en este proceso hemos desarrollado estudios que nos muestran la vulnerabilidad de todo el corredor biológico”, dijo durante la presentación Pedro Alcocer, profesor del ITESO.
Luego del incendio en El Tepopote en abril pasado, el problema en Jalisco se ha vuelto crucial incluso para las autoridades nacionales, ya que la tercera parte de los daños forestales por incendios en el país se dan en esta entidad.
Voracidad y destrucción
En la presentación se entregaron los estudios técnicos a Zapopan para que se pueda hacer la declaratoria municipal. Se cuenta con el apoyo técnico de académicos del ITESO y miembros de la asociación civil Anillo Primavera, que en los últimos años ha pugnado por el resguardo de la zona.
De acuerdo con cifras de la Comisión Nacional Forestal, los incendios en Jalisco han dañado alrededor de 171 mil 355 hectáreas de espacios naturales en la entidad, equivalente a un tercio de los terrenos dañados a nivel nacional.
Reportes periodísticos locales comparan dicha extensión destruida por los siniestros con áreas naturales protegidas como la reserva de la biósfera de la Sierra de Manantlán, colindante con Colima, al sur de Jalisco, que también se encuentra bajo el acecho desde hace muchos años.
Estas cifras superan por mucho las 67 mil 118 hectáreas de bosque que se vieron afectadas en 2016, según el Gobierno estatal.
Hasta el 16 de junio, la Conafor reportó 616 incendios forestales en la entidad, lo que además demuestra un incremento en la voracidad por estos espacios, ya que el reporte de estos se ha podido comparar con el crecimiento urbano y los intereses inmobiliarios, a decir de los expertos en el tema.
Se atribuye que el 29 por ciento de los incendios están relacionados con quemas agrícolas que no respetan las normas ambientales, lo que los expertos observan como el reflejo de la inoperancia de las autoridades ante un tema tan cotidiano que no es regulado según la normatividad.
Por otro lado, los incendios en Jalisco han tratado de ser minimizados a pesar de su recurrencia en cortos periodos de tiempo. Por ejemplo, hasta ahora ha habido un total de 23 mil hectáreas de terrenos dañados de incendios en la zona de La Primavera.
Este dato ha sido catalogado como el peor en las últimas dos décadas. Pero las autoridades tratan de minimizarlo diciendo que los incendios que se registran en la zona son del corredor biológico y no de hectáreas de área natural protegida.
Del mismo modo, las autoridades no cubren con el grueso de las necesidades para reforestar estas zonas, además de la poca acción para prevenir o sancionar este tipo de siniestros.
Daño forestal
Las áreas forestales en Jalisco han sufrido incendios, en su mayoría provocados:
>> 67,118
Hectáreas de bosque afectadas por incendios en 2016
>> 48,255
Hectáreas de terreno incendiado en 2013, la más alta hasta antes del 2016
>> 800
Hectáreas en el cerro El Tepopote afectadas por el incendio de abril pasado
>> 57
Incendios en el área natural protegida del bosque La Primavera, hasta abril
Deficiente reforestación
La Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial dijo este miércoles que se plantarán cerca de 5 millones y medio de árboles en zonas que han sido afectadas, mismas que suman alrededor de 178 mil 460 hectáreas de terreno.
Sin embargo, los análisis apuntan a que este número de arboles no abarcaría el grueso de la demanda de terreno afectado.
Los más de 5 millones de árboles sólo reforestarían una extensión de 8 mil 524 hectáreas de terreno dañado, apenas el 4.77 por ciento de lo que han afectado los siniestros en las áreas naturales.
Por lo cual la Semadet incumple o ejerce una política que no satisface las necesidades con respecto a la afectación.
Estudios de la Universidad de Guadalajara demuestran que en las últimas dos década los incendios en el bosque de La Primavera han afectado cerca del 43 por ciento de su área natural protegida.
Investigaciones realizadas por José Luis Ibarra Montoya y Francisco Martín Huerta Martínez destacan que los daños son irreparables en la zona, afectando en promedio el 1.4 por ciento del arbolado año con año desde 1997.
El 95 por ciento de los siniestros en la zona de La Primavera son provocados y el escenario ambiental no es favorable para el principal pulmón de la metrópoli tapatía, al menos hasta el año 2050.
Estas afectaciones son también responsabilidad del Municipio de Zapopan, que en sus planes de desarrollo contempla áreas naturales protegidas con posibilidad de urbanización, lo que es ilegal y representa un severo daño al ecosistema de la ciudad.