Al igual que el resto de las ejecuciones polémicas que involucra a mandos de la Procuraduría del Estado, al caso del ataque al fiscal José Luis de León le espera el “carpetazo” por parte de las autoridades.
El día de ayer, un día después de la muerte de este agente estatal, el gobernador Jaime Rodríguez adelantó que no habrá información sobre el avance en la investigación de este crimen.
Incluso a pesar de que las autoridades tienen a uno de los supuestos sicarios que habría participado en el ajusticiamiento de José Luis de León.
“Yo no soy la autoridad que tiene que dar la información, cuando termine la investigación será el propio juez. Hoy decidí atenderlos, tengo el derecho de no decirles nada, mañana cuando tengamos un evento de seguridad les diré qué pasa en el tema de seguridad.
“En el caso de las investigaciones, no es el gobernador quien tiene que dar la información, nosotros simplemente hacemos una carpeta de investigación y se presenta ante un juez”.
Luego Rodríguez retó a los medios de comunicación a difundir las fuentes que soportan las versiones de que el fiscal fue ejecutado por la pugna que existe en la Procuraduría del Estado por el control de la corporación.
“Si ustedes no me dicen la fuente, ni me pregunten, si ustedes no me dicen la fuente no les daré respuesta de nada, hasta que no me digan quién se las dijo”, contestó molesto el gobernador a los periodistas.
Además, amagó a los medios de comunicación de presentar una iniciativa de ley ante el Congreso local, para que los periodistas revelen las personas que filtran información.
“Le pediré a los diputados que hagan una ley para que los medios de comunicación den a conocer quién les filtra la información. Si ustedes tienen información publiquen la fuente, entonces nos ayudará a nosotros a dar resultados”, comentó el gobernador.
Investigaba corrupción en la PGJNL
El día de ayer Reporte Indigo adelantó que fuentes cercanas a la investigación revelaron que la ejecución del fiscal José Luis de León apunta a un posible ajuste de cuentas en el interior de la Procuraduría General de Justicia de Nuevo León (PGJNL), en una clara amenaza contra el subprocurador Bernardo González Garza, quien está a cargo de una operación limpieza dentro de la Policía Ministerial.
Según información conseguida por este medio, Luis de León investigaba casos de corrupción ligados con el narcotráfico en el interior de la Procuraduría de Justicia, entre ellos la operación de “La Guber”, un grupo de escoltas del Estado que participan en operativos antidrogas.
El día de ayer en las Capillas del Carmen se velaron los restos de Luis de León. El procurador Roberto Flores realizó una guardia junto al subprocurador Bernardo González. En una decisión poco común, el procurador subió a su Facebook la fotografía de esta guardia donde se observa a González con un rostro desencajado.
Todo apunta a que la detención del único sospechoso del crimen del fiscal, identificado como Juan Eduardo N, de 24 años, integrante de la célula Cinco Puntos de los Zetas, podría cerrar el caso de esta ejecución.
Esta implacable detención de Juan Eduardo levanta muchas dudas, y aún más cuando el Gobierno independiente no explica el avance de la investigación.
Nunca en la historia policial se había detenido con tanta eficiencia a un sospecho de un asesinato de alto impacto en cuestión de minutos, y ahora la Procuraduría de Justicia presume este logro.
Por ejemplo, ni con todo despliegue policiaco de federales, militares, estatalesy municipales pudieron capturar en minutos a los actores materiales del ataque al Casino Royale, y se habló en ese entonces de un megaoperativo por aire y tierra en toda el área metropolitana.
Incluso en el asesinato del exdirector de la entonces Policía Ministerial, Marcelo Garza y Garza, donde se armó una movilización estatal para detener al asesino,no se logró la captura tan rápido como ahora.
Sin embargo, en la detención del sospechoso del asesinato del fiscal José Luis de León ni siquiera se requirió tanto esfuerzo, en unos cuantos minutos fue detenido por policías de Guadalupe.
Excluyen a procurador
El caso del fiscal José Luis de León, ejecutado afuera de sus domicilio en la colonia Contry las Águilas, será llevado por el subprocurador Bernardo González Garza y del director de la Agencia Estatal de Investigaciones, el contralmirante Augusto Cruz Morales.
“La investigación la trae el subprocurador y el director de la Agencia Estatal de Investigaciones”, anunció el gobernador Jaime Rodríguez “El Bronco”.
Con esto, el procurador de Justicia Roberto Flores prácticamente quedó fuera de la jugada para resolver el caso del fiscal asesinado.
Esto levanta muchas dudas en cuanto el trabajo de equipo en el interior de la Procuraduría General de Justicia (PGJ).
Reporte Indigo adelantó que en la PGJ existen tres grupos de poder que se disputan el control de la Procuraduría del Estado.
Uno es encabezado por el procurador Roberto Flores. Otro más por el contralmirante Augusto Cruz Morales, director de la AEI, y el más reciente el que representa Bernardo González, designado hace tres meses como subprocurador de Ministerios Públicos.
Pugna en PGR
En la edición de ayer, Reporte Indigo dio cuenta que la ejecución del fiscal podría ser una amenaza directa contra el subprocurador, Bernardo González Garza