Los cursos de capacitación que está impartiendo la Secretaría de Educación Pública (SEP) a las maestras y maestros de todo el país, están basados en un diagnóstico que carece de información válida y representativa de las necesidades reales que tiene en esta materia el personal docente.
Así lo concluyó la Auditoría Superior de la Federación (ASF) tras haber analizado a profundidad el Programa para el Desarrollo Profesional Docente que está implementando a nivel nacional la Secretaría que encabeza Delfina Gómez Álvarez, y que está dirigido al nivel de educación básica.
El órgano auditor encontró que en mayo de 2019 la SEP aplicó la Encuesta de Detección de Necesidades de Formación, con el objetivo de identificar las necesidades de formación del personal educativo de educación básica para 2020, cuyo porcentaje de representatividad para la validez y confiabilidad de los resultados sería del 10 por ciento de las figuras educativas.
La Encuesta de Detección de Necesidades de Formación se aplicó a 145 mil 666 figuras educativas (73 mil 957 docentes, 863 técnicos docentes, 19 mil 514 directores, mil 836 supervisores, 2 mil 874 asesores técnico pedagógicos y 46 mil 622 de otra función), sin embargo, la Auditoría advierte:
“Sin que la participación de las figuras educativas fuera representativa, ya que sólo en 10 (Zacatecas, Estado de México, Sonora, Campeche, Durango, Jalisco, Aguascalientes, Michoacán, Hidalgo y Morelos) de las 32 entidades federativas, se aplicó la encuesta al 10.0 por ciento y más del personal educativo, que era el porcentaje de representatividad indicado por la SEP”.
La Encuesta que debía diagnosticar los requerimientos del profesorado en materia de capacitación, se aplicó con deficiencias, por lo tanto, en dos tercios de los estados de la República.
Esas entidades son las siguientes: Baja California, Baja California Sur, Ciudad de México, Colima, Coahuila, Chiapas, Chihuahua, Guanajuato, Guerrero, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán, todo según la “Auditoría de Desempeño: 2020-0-11100-07- 0115-2021” en la Cuenta Pública 2020.
Vicios ocultos de la capacitación docente
Con base en ese diagnóstico deficiente, durante el 2020 el Programa para el Desarrollo Profesional Docente de la Secretaría incluyó 363 cursos, talleres y diplomados a 108 mil 551 figuras educativas, de las cuales el 83.5 por ciento fueron docentes, el 11.1 por ciento personal con funciones de dirección, el 3.4 por ciento personal con funciones de asesoría técnico pedagógica, el 2.0 por ciento personal con funciones de supervisión, y un porcentaje no significativo de personal con otro tipo de función no especificada”.
La Auditoría hace las siguientes precisiones sobre los alcances que tuvieron estas capacitaciones:
“Las 108 mil 551 figuras educativas de educación básica que participaron en las opciones formativas de 2020 representaron una cobertura del 10.4 por ciento de la población potencial (1 millón 039 mil 290 figuras educativas); del 140.9 por ciento de la población objetivo (77 mil 000 figuras educativas), y del 129.6 por ciento de la meta de atención establecida para 2020 (83 mil 771 figuras educativas)”.
Sin embargo, por los vicios que presenta el diagnóstico, la Auditoría concluyó que la oferta de formación continua del Programa no se diseñó con base en un diagnóstico integral de las necesidades específicas de formación, capacitación y actualización profesional del personal docente, técnico docente, y personal con funciones de dirección, de supervisión o de asesoría técnico pedagógica técnico, por lo que persiste el riesgo de que las opciones formativas se encuentren desvinculadas de las necesidades de desarrollo profesional del personal educativo.
El órgano auditor también descubrió que no todos los participantes en la capacitación de la SEP terminaron sus cursos, y que la dependencia omitió evaluar el impacto del Programa.
“En lo concerniente al cumplimiento de los objetivos del programa, en 2020, el 74.1 por ciento (80 mil 431 figuras educativas) de las 108 mil 551 figuras educativas inscritas en las opciones formativas concluyó los cursos, talleres y diplomados. La SEP no formuló indicadores, ni generó información para evaluar en qué medida el personal docente y personal con funciones de dirección, de supervisión o de asesoría técnico pedagógica que concluyó los cursos, talleres y diplomados fortaleció el perfil necesario para el desempeño de sus funciones y desarrolló sus capacidades disciplinares, pedagógicas, didácticas y digitales para mejorar los procesos de aprendizaje de los estudiantes”.
Más deficiencias
Además de la Encuesta de Detección de Necesidades de Formación, otro componente del “diagnóstico integral de las necesidades específicas de formación, capacitación y actualización del personal educativo” fueron los “análisis que las entidades federativas hacen de los diferentes elementos establecidos en la Estrategia Nacional de Formación Continua (ENFC)”.
No obstante, estos análisis estatales también se elaboraron con fallas. La Auditoría tuvo acceso a 30 Estrategias Estatales de Formación Continua 2020 para su revisión (en cada una se incluyó el “Diagnóstico de la formación continua”), y obtuvo estos resultados:
“Se constató que 13 estrategias, correspondientes a Campeche, Ciudad de México, Coahuila, Colima, Guanajuato, Michoacán, Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Zacatecas, cumplieron con los seis aspectos del diagnóstico establecidos en la Estrategia Nacional de Formación Continua 2020”, sin embargo, las 17 estrategias restantes no cumplieron con la totalidad de los aspectos del diagnóstico establecidos en la ENFC 2020.