Así fue como los mexicanos ayudaron a pagar la deuda por la expropiación
La deuda que se adquirió por la nacionalización del petróleo sobrepasaba las posibilidades de pago del gobierno federal, sin embargo, mexicanos externaron su apoyo al presidente Lázaro Cárdenas y decidieron aportar a la causa con lo mucho o poco que tenían
Indigo StaffCon la nacionalización del petróleo –el 18 de marzo de 1938–, se adquirió una deuda que sobrepasaba al gobierno, sin embargo, los mexicanos se solidarizaron con el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas y realizaron múltiples donaciones.
Comenzó con la creación del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) en 1935, acción que intensificó la lucha entre el Estado y las empresas extranjeras por el control de los hidrocarburos.
La formación del sindicato –el cual ya contaba con más de 20 mil integrantes, a pocos meses de su fundación– provocó un enfrentamiento entre el gobierno y las empresas.
Las petroleras decidieron detener las exploraciones y perforaciones en respuesta a la huelga general que declararon los trabajadores el 28 de mayo de 1937.
Incluso, retiraron sus fondos bancarios por la negativa a cumplir, mejorar y firmar nuevos contratos para los trabajadores, los cuales contaban con el respaldo del gobierno federal.
Los abusos que cometían las compañías extranjeras petroleras llegaron a un punto de indignación, por lo que la nacionalización se tuvo que imponer como uno de los únicos remedios.
Por, el presidente Lázaro Cárdenas publicó el decreto que expropiaba “la maquinaria, instalaciones, edificios, oleoductos, refinerías, tanques de almacenamiento, vías de comunicación, carros-tanque, estaciones de distribución, embarcaciones y todos los demás bienes muebles e inmuebles de propiedad de los consorcios extranjeros”.
LA DEUDA
La deuda que el gobierno había adquirido sobrepasaba sus posibilidades de pago, sin embargo, mostró su respaldo al presidente con aportaciones voluntarias.
El 19 de marzo de 1938, miles de personas –en su mayoría, trabajadores de los sindicatos– se dieron cita en el Zócalo de la Ciudad de México para manifestar su apoyo al mandatario.
Para cubrir la indemnización a los accionistas de las empresas petroleras que se vieron afectadas por la expropiación, los mexicanos decidieron aportar a la causa con lo poco o mucho que tenían.
Aunque las colecta realizada para indemnización no solucionó el problema económico, la solidaridad que el pueblo mostró fue histórica, y hoy la recordamos a 82 años de la decisión histórica.