los crímenes de odio son un fenómeno que se replica en todas las sociedades

Atacar lo diferente, la raíz del odio

Las agresiones fundamentadas en el odio no necesariamente se manifiestan de forma física; actualmente las redes sociales se han convertido en un medio para violentar, intimidar o manipular en el cual rara vez hay consecuencias

Aunque a México lo afectan de forma particular, los crímenes de odio son un fenómeno que se replica en todas las sociedades a escala global.

Desde un punto de vista psicológico, esta clase de actos no sólo se limitan a las manifestaciones más extremas –como el asesinato–, sino que se incuban también en formas y expresiones más sutiles, pero no por ello menos violentas.

(Los crímenes de odio) están presentes en el uso intencional de la fuerza física, el control y la manipulación; mucha gente cree que solamente la violencia es un golpe o algo verbal, pero también la manipulación es una de las formas de violencia que derivan en un problema tan grande como puede ser el agredir a alguien para generarle la muerte comenta Samantha Urzúa y Madrid, psicoterapeuta egresada de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Instituto de Investigación Mental (MRI, por sus siglas en inglés) de Palo Alto, California

A consideración de la especialista en salud mental, existen dos factores determinantes para la presencia de conductas de odio, que son el desarrollo del individuo y los problemas derivados por afectaciones físicas o padecimientos congénitos.

“Hay dos raíces, si les podemos llamar así. Una es la parte del aprendizaje: las conductas que yo veo en mi entorno y donde me desarrollo. La otra es una parte biológica: de origen orgánico, generalmente afectando al sistema límbico –la parte frontal del cerebro–, en donde si a lo mejor desde el nacimiento hubo una cuestión genética o algún traumatismo, pudo haber afectado estas zonas en donde se generan el juicio y la empatía”.

Para Urzúa y Madrid, a pesar de que disimuladamente, la cultura mexicana parece no ser racista, definitivamente sí tiene un toque de eso; donde los crímenes más agravados y recurrentes dentro de nuestra sociedad son los de género.

Los vehículos del odio

A nivel de comunicación, uno de los espacios en donde las expresiones de odio han encontrado una mayor resonancia son las redes sociales.

“Todos los días, los activistas LGBT+ recibimos mensajes terribles: amenazas de muerte y mensajes de homofobia. Las mujeres analistas también reciben mensajes de misoginia”, señala Genaro Lozano, profesor de ciencia política y relaciones internacionales en la Universidad Iberoamericana.

Para el internacionalista, aunque hay diversas campañas para frenar la difusión de mensajes hacia estos sectores– siendo la raza, religión, discapacidad, género y orientación sexual los rubros–, los esfuerzos siguen siendo insignificantes al punto de que la problemática se ha diluido y aceptado como algo cotidiano.

Existen dos factores determinantes para la presencia de conductas de odio: el desarrollo del individuo y los problemas derivados por afectaciones físicas o padecimientos congénitos

“Mucha gente de repente normaliza o ve como algo ordinario que haya este tipo de mensajes cuando no lo son. Estas plataformas (Twitter y Facebook) han tratado en los últimos años de tener controles más estrictos con este tipo de mensajes, pero se tardan demasiado en bajarlos o borrarlos o desactivar las cuentas de quienes se dedican a eso”.

También puedes leer:

Controlar los crímenes odio por Imelda García

Te puede interesar
MexicoTolerante Controlar los crímenes de odio Congresistas del PAN y del PRD presentaron una serie de iniciativas para modificar el Código Penal Federal y tipificar todos los crímenes de odio en el país, sin embargo, especialistas consideran que esto no es suficiente; también se tienen que tomar medidas en contra de los discursos que promueven la división