El activista Alberto Athié considera como tendencioso y sesgado el Informe 1941-2019 sobre el fenómeno del abuso sexual de menores en la Congregación de los Legionario de Cristo desde su fundación hasta la actualidad, además que aborda de manera incorrecta la pederastia clerical.
En entrevista para Notimex, el exsacerdote aseguró que el total de los casos documentados en el reporte sólo corresponden a la mitad de las denuncias realizadas durante los últimos por las víctimas.
“Luego los ocho legionarios que en 1997 denunciaron a Maciel como víctimas de abuso. Y 40 casos más de cuando yo seguía en la Iglesia. Nada más de casos conocidos mexicanos hay más de 60. Imagínate en todos los países del mundo donde han estado presentes ellos desde Maciel hasta hoy”, dijo el activista.
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El reporte de los religiosos indica que, desde su fundación en 1941 y hasta este año, existieron un total de 175 menores de edad víctimas de violación sexual cometidas por 33 sacerdotes, incluido el fallecido Marcial Maciel y descrito por los denunciantes como un depredador sexual.
Athié señala que a los casos no reconocidos por los Legionarios de Cristo aún habría que agregar aquellos donde las víctimas no han denunciado.
Sólo la punta del iceberg
El informe desglosa el tipo y número de miembros de la congregación que llevaron a cabo actos de abuso sexual, el cual califican como “fenómeno” y advierte que no todos los abusadores llegaron a ser sacerdotes.
Ello porque alumnos de internados fueron abusados por seminaristas y los principales lugares donde se cometieron esos abusos eran “seminarios menores de la Congregación”.
“Los seminarios menores de la Congregación fueron calificados como el ámbito más vulnerable para los abusos sexuales”, detalla el informe.
En realidad, abundó, la pederastia clerical, además de los abusadores, tiene el nivel de protección local, es decir de los Legionarios, y la protección institucional de la Iglesia.
“Toda la congregación se ha dedicado a encubrir a los depredadores, como los casos más conocidos en donde el mismo padre Maciel tuvo qué ver, como el escándalo del Instituto Cumbres y el caso del padre Fernando Martínez”.