El boom de la subcontratación es tal, según una consultora, que por este concepto para finales de año México obtendrá 4 mil 500 millones de dólares por estos servicios, lo que significa el uno por ciento del total global.
Ello obedece a que en los ultimos tres años el 40 por ciento de las nuevas altas del Seguro Social se han dado través del outsourcing.
Tan sólo en 2011, más de 155 mil empleados fueron contratados bajo ese esquema.
De acuerdo con la firma KPMG, en los próximos años el esquema de tercerización de servicios de valor agregado registrará crecimiento de hasta un 300 por ciento.
La Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano revela en su encuesta más reciente que los nuevos destinos que han surgido para desafiar el top en materia de tercerización de servicios, está conformado principalmente por India, China y Malasia.
Por su parte, América Latina es el continente más demandado en estos momentos. Países como México, Argentina, Brasil, Chile y Colombia se están posicionando como “zonas amigables” para esta subcontratación, dice.
Sólo el año pasado, el outsourcing creció 5.5 por ciento a nivel latinoamericano, y México se ubica en el segundo lugar de la región por la terciarización de servicios, superado solo por Brasil, con un crecimiento de 10 por ciento.
El Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM advierte que el 23 por ciento de quienes prestan servicios educativos laboran mediante subcontratación; en la industria, el porcentaje es del 18, y en la agricultura, del 27 por ciento.
Confirma que en la última década el crecimiento de la subcontratación es del 60 por ciento, sobre todo en el sector de los servicios.
A partir de 2001 se intensificó su utilización en el mercado laboral nacional, tan es así que el 90 por ciento de los trabajadores de la industria manufacturera electrónica son reclutados por este medio.
El 82 por ciento de las personas contratadas bajo este esquema carecen de condiciones dignas de trabajo, lo que restringe su acceso a salud, vivienda, pago de aguinaldo y prima vacacional.
La Reforma IMSS 2009
Con un mercado en franco crecimiento, muchas empresas de terciarización de personal comenzaron a surgir.
Sin embargo, muchas de ellas no ofrecían las condiciones de legalidad que las empresas deben proveer a sus trabajadores.
Debido a ello, en 2009 los legisladores crean la Ley del Seguro Social, un instrumento que busca regular estas actividades. Para lograrlo, la ley exige que las empresas que prestan estos servicios tengan registrados a sus trabajadores en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El artículo 15-A de esta reforma establece que el beneficiario (quien contrata fuerza de trabajo a través de un tercero) está obligado a cumplir las obligaciones como pago de cuota y semanas de cotización, en caso de que el patrón (quien presta el servicio) omita esto.
Además de esta obligación legal, las reformas publicadas en el Diario Oficial de la Federación el 9 de julio, establecen que el patrón y el beneficiario deben entregar información trimestral al IMSS de los contratos que celebran.
Los datos incluyen el número de trabajadores y beneficiarios que se asignan, supervisión y capacitación de los mismos, si el beneficiario es responsable de la orden y si el servicio se presta en su domicilio. No presentar esta información se considera una infracción que conlleva a una multa de 20 a 350 veces el salario mínimo general del Distrito Federal, es decir de mil 96 a 19 mil 180 pesos.
El patrón también deberá registrar los nombres de los trabajadores y tendrá un plazo de 250 días para hacerlo, la información debe entregarse impresa, a través de un medio magnético, digital o electrónico y deberá ser proporcionada en la subdelegación del IMSS correspondiente al domicilio fiscal.
Mientras se prepara el sistema de captura del IMSS, el patrón está obligado a proporcionar el monto estimado de la nómina mensual y el domicilio del prestador de servicios.
No obstante, los resultados no se plasmaron en la realidad, pues las empresas que subcontratan el servicio no exigen a esas compañías cumplir con las prestaciones que marca la ley.
Para elegir una empresa de outsourcing se debe garantizar que cuente con los permisos correspondientes y que cumpla con los pagos del seguro social.
La crisis de 2008 hizo crecer el número de éstas, pero muchas de ellas llegaron sin cumplir con las obligaciones que marca la legislación, advierten las firmas consultoras.
Debe entenderse, aclaran, que los trabajadores subcontratados no son empleados pagados por la empresa, por lo que no tienen incentivos de lealtad, lo que genera una rotación continua, y pueden concluir su relación laboral en cualquier momento.