El cierre prolongado de las escuelas en México preocupa no solo por el retraso escolar que los alumnos pueden tener en el aprendizaje de sus materias, sino por las brechas de desigualdad que se acrecientan entre los estudiantes más vulnerables y los que cuentan con más oportunidades.
A esto se suma el fenómeno de la deserción escolar, el cual se ha demostrado que es altamente dañino para la formación de los jóvenes, es muy difícil de revertir y genera grandes problemas a futuro para los países.
“Para los alumnos menos favorecidos estudiar a distancia se ha tornado en un proceso extremadamente complejo no solo por la calidad del programa Aprende en Casa, sino por la falta de infraestructura.
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El regreso a las aulas se realizará con base en una estrategia nacional integral en la que participan los gobiernos de los 32 estados, sindicatos, asociaciones de madres y padres de familia, universidades e instituciones como @MejoreduMX.https://t.co/LWVCOChW5P— SEP México (@SEP_mx) July 29, 2021
De acuerdo con la “Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación”, 5.2 millones de alumnos de 3 a 29 años de edad no se inscribieron para el ciclo escolar 2020-2021 por motivos relacionados al COVID-19 como la falta de dinero o recursos, mientras que 3.6 millones no se integraron porque tenían que trabajar.
Según el documento de los motivos asociados a la pandemia para no inscribirse, el 26.6 por ciento de los alumnos considera que las clases a distancia son poco funcionales para el aprendizaje; 25.3 por ciento dijo que alguno de sus padres o tutores se quedaron sin empleo y 21.9 por ciento confesó que carece de computadora, otros dispositivos electrónicos o conexión a internet.
Hace un año en total habían 32.9 millones de alumnos inscritos en el ciclo escolar 2020-2021, de los cuales 90 por ciento atiende a instituciones públicas y 10 por ciento a privadas. De los no inscritos al nuevo ciclo escolar, 1.5 millones acudía a instituciones gubernamentales y 243 mil a particulares.
No obstante, también se registró un aumento importante en el número de estudiantes que pagan una escuela privada y tuvieron que cambiarse a una pública por motivos económicos.
Según el estudio del INEGI, “de la población inscrita en el ciclo escolar actual, 302 mil cambiaron de escuela privada a pública y 285 mil de escuela pública a privada.