El 2018 abre con una amenaza: la cuesta de enero podría extenderse mucho más allá del primer mes del año.
El alza inminente en el precio de varios productos y servicios podría desencadenar otros aumentos en las próximas semanas, lo que pegará directamente al bolsillo de los mexicanos.
No es lo único que nubla el panorama económico del país. La elevada inflación, el aumento en las tasas de interés, el aumento en el precio de los combustibles y el gas, la complicada renegociación del TLCAN, la reforma fiscal de Estados Unidos, la inestabilidad del mercado cambiario y hasta las elecciones de este año complicarán los meses por venir.
Por si fuera poco, los bajos salarios y la posible aprobación de una nueva legislación laboral que flexibilizaría aún más las formas de contratación de trabajadores, amenazan con dificultar el tránsito por los próximos meses.
Combustibles, la mecha
Hace un año, en los primeros días del 2017, en algunos puntos de México estalló una crisis social por el aumento en el precio de los combustibles.
Las protestas surgieron por un crecimiento en el precio de la gasolina y el diesel de alrededor del 20 por ciento, lo que ocurrió de un día para otro.
Marchas en las calles, saqueos y enfrentamientos de civiles contra autoridades tuvieron a varias zonas en vilo durante los primeros días del año pasado.
El descontento no fue solamente por el aumento súbito, sino por lo que ya se había acumulado en años anteriores.
En 2013, el precio de la gasolina Magna se ubicaba en 10.92 pesos por litro; para 2015 estaba ya en 13.57; en enero del 2017 subió a 16.06 pesos; y ya en los primeros días de este mes superó los 17.10 pesos por litro. En 5 años, la gasolina aumentó un 56 por ciento.
El crecimiento en el precio de los combustibles provocó una cascada de aumentos: alimentos, productos básicos, bienes y servicios aumentaron sus precios, llevando la inflación a uno de sus niveles más altos en los últimos años.
Analistas ubican que a partir de ese aumento al precio de los combustibles a partir de enero del 2017, el precio de las frutas y verduras creció un 25 por ciento, mientras que productos como la tortilla o el huevo aumentaron 4 por ciento.
Esto, debido a que un mayor precio en los combustibles encareció su transporte desde los lugares de producción hasta las zonas de consumo; a esto se suma también el aumento del 7.7 por ciento que tuvieron los peajes en las casetas en todo el país.
En el primer día de este 2018, la gasolina aumentó más de 60 centavos por litro. La Comisión Reguladora de Energía (CRE) reportó que el precio más alto se registró en una estación ubicada en la carretera Ciudad Guzmán-Tonaya, en Jalisco, donde se vendió la gasolina Magna en 17.45 pesos por litro y en 19.42 pesos la Premium. Y las alzas podrían continuar.
A partir de noviembre pasado entró en vigor el nuevo esquema de liberación en el precio de los combustibles; sin embargo, el Gobierno federal continúa teniendo cierto control sobre su costo.
Sin embargo, la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas), que agrupa a propietarios de estaciones expendedoras de combustibles, alertaron que por el nuevo esquema del cobro del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) puede hacer que el precio suba hasta casi un 7 por ciento.
Esto significa que la gasolina Magna tendrá un aumento de 37 centavos; la Premium, de 32 centavos; y el diesel, de 39 centavos por litro. Esto sin contar que el precio estará determinado por cada gasolinera, sin que la Secretaría de Hacienda fije un precio máximo de venta.
El Gobierno federal, por su parte, calificó esa información como una mera “especulación” y anunció que en 2018 se continuará amortiguando la variación del precio internacional de los combustibles para evitar que haya cambios bruscos en el precio.
Aumentos en cascada
Además del crecimiento en el precio de la gasolina, otro aumento que provoca una cascada de cambios en el costo de productos y servicios es el del gas licuado de petróleo.
A partir de enero del 2017, el precio del gas se liberó y ha tenido un aumento promedio del 35 por ciento en todo el país, aunque en algunas partes rebasó el 50 por ciento de aumento.
Lo mismo ocurrió con la energía eléctrica. A partir de diciembre pasado, la Comisión Federal de Electricidad aplicará la nueva forma de cobro, que ahora tomará en cuenta el costo de producción y distribución de la luz, así como la variación mensual en el precio de los combustibles que se utilizan para su generación.
El cálculo es que las tarifas de electricidad tengan un aumento de hasta 3.5 por ciento para los usuarios de alto consumo.
Estos aumentos han provocado que algunas industrias tengan ya presiones para mantener sus precios al público.
Una de ellas es la industria de la tortilla que, sea a pequeña o a gran escala, ha sido una de las más golpeadas por estos aumentos.
Ahora, los industriales de la masa y la tortilla han anunciado que en estos días el precio de su producto aumentará entre 1 y 3 pesos por kilo, por lo que podría venderse hasta en 17 pesos, lo que golpeará a las familias más pobres del país.
Este producto no sólo registró un crecimiento en su costo por el precio de los combustibles, el gas y la luz, sino por el precio de algunos insumos que muchas veces son importados desde EU.
Los bajos salarios
A pesar de que en este sexenio los salarios han tenido una de las más importantes mejorías de la historia, al crecer 15.42 pesos en estos años -un 36 por ciento-, también es el periodo en el que más han crecido los precios.
“Sin duda, los salarios han tenido una mayor mejoría con la presente administración, pero también es el sexenio donde los precios de los productos básicos son más caros, dejando de lado el beneficio de las reformas estructurales, por lo que el poder adquisitivo resulta ser insuficiente para los mexicanos”, señala el documento.
A esto se suma la posibilidad de que el Congreso de la Unión apruebe en las próximas semanas una reforma a la Ley Federal del Trabajo, propuesta por el PRI, para permitir que las empresas puedan contratar el 100 por ciento de su plantilla de trabajadores mediante outsourcing para abaratar los costos de contratación de personal, lo que dejará más indefensos a los trabajadores.
La influencia exterior
En la economía mexicana no solamente influyen las condiciones interiores, sino lo que ocurre en el exterior, especialmente en los Estados Unidos.
Uno de los factores que es ubicado por los especialistas como una amenaza potencial a la economía mexicana es la reforma fiscal recién aprobada por el Congreso estadounidense y propuesta por el presidente Donald Trump.
Con esta reforma se darán mayores estímulos fiscales a las empresas, lo que provocará que las industrias consideren volver a territorio estadounidense y salir de México.
El impuesto corporativo en el país del norte disminuirá del 35 al 20 por ciento; y el impuesto sobre la renta será cobrado ahora solo en tres franjas: 12, 25 y 35 por ciento, eliminando cuatro de ellas y simplificando el cobro de impuestos.
La clase empresarial mexicana ha advertido sobre el impacto negativo que tendrá en México esta nueva política estadounidense y han llamado a la Secretaría de Hacienda a tomar medidas para que el país no pierda competitividad.
Uno de los primeros impactos que esta reforma fiscal estadounidense tuvo en México fue en el tipo de cambio peso dólar: en los últimos días de diciembre, el precio de cada dólar pasó de 18 pesos a casi 21.
A esto se suma la tensión en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Las jornadas de negociación continuarán en este mes y, aunque no se han definido temas estratégicos, conforme avancen las semanas se irá conociendo el destino del acuerdo comercial.
La presión desde la Casa Blanca no cesa. El gobierno de Donald Trump ha insistido en la posibilidad de que Estados Unidos se retire de la mesa y cancele su participación en el TLCAN, lo que desfondaría el acuerdo.
Aunque las autoridades mexicanas han insistido en que una eventual cancelación del Tratado no impactaría de forma grave al país, lo cierto es que el 82 por ciento del comercio exterior de México tiene como destino a los Estados Unidos.
Suben los precios
Algunos de los productos que más consumen los mexicanos han sufrido aumentos significativos. Un fenómeno que puede continuar durante todo 2018.
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