Autoridades de Jalisco ignoran feminicidios

Guadalupe Ramos Ponce, investigadora y miembro del Comité de América Latina y El Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (Cladem) en Jalisco, desdobla un papel y cita un número que impacta: mil 197 mujeres asesinadas en la entidad desde 1997 a la fecha .

Son cerca de 67 asesinatos de mujeres cada año desde hace 18 en Jalisco; unos cinco cada mes. Una muerte violenta cada semana, aproximadamente.

“Estudio de feminicidio en Jalisco” es el título de la publicación que recientemente presentó Ramos Ponce. 

Es el resultado de casi dos décadas de investigación, en las que la académica de la Universidad de Guadalajara ha tenido que echarse un clavado en hemerotecas, desmenuzar las cifras oficiales y pugnar ante las autoridades porque el problema se reconozca.

Y aunque en 2012 los diputados locales tipificaron el feminicidio como un delito en el Código Penal del Estado, con penas que van de los 20 a los 40 años de prisión, el avance significativo se ha topado con pared.

En tres años aproximadamente, apenas 55 feminicidios llegaron a manos de un juez; y sólo en dos ocasiones se ha dictado sentencia bajo tal figura.

En entrevista con Reporte Indigo, la activista señala la cerrazón ante el problema que existió en los gobiernos panistas, el reconocimiento del mismo que se presentó ya en la actual administración priista, pero a su vez, la minimización del mismo.

La alerta de género que organizaciones en pro de los derechos de las mujeres en Jalisco han solicitado infinidad de veces, parece más una amenaza para la clase política que otra cosa, según su percepción.

No se conocía el tema

>Reporte Indigo: Después de varios años documentando casos de feminicidios, se concreta esta investigación que abarca por lo menos la problemática durante tres sexenios en la entidad.

Guadalupe Ramos: Es un proceso de 18 años de investigación. Yo empecé a investigar en 2004, cuando había poco acerca del feminicidio en Jalisco, ni siquiera se hablaba del concepto. 

Fue complicado encontrar información, entonces empecé a investigar en las hemerotecas, en las notas de los diarios de 1997 y seguí así hasta después, hasta 2007. Eran 11 años de investigación de notas rojas que tenía que contrastar con las cifras oficiales.

>RI: ¿Cómo fue ese choque de datos entre lo que encontraste y lo reportado oficialmente?

GR: La Procuraduría no tenía datos; tenía registros de homicidios, pero no los tenía por sexo. En el Semefo el doctor Mario Rivas Souza me dijo que me había tardado en ir. Él había, desde hace mucho, empezado a desagregar por sexo, y él se preguntaba por qué se hacía tanta alharaca por Ciudad Juárez si en Jalisco mataban a las mujeres igual o peor.

>RI: ¿Qué variables encontraste con los asesinatos de mujeres de entonces en Jalisco? 

GR: Nos encontramos que había patrones que se repetían. Hay un feminicidio sexual sistémico, donde las mujeres son expuestas, abandonadas, con huella física, el cual ocupa un porcentaje de un 50 por ciento de los casos.

El otro 50 por ciento es el de los feminicidios cometidos por familiares, personas íntimas, que son cometidos por una pareja, una amistad, un novio. Si en este tipo de feminicidios hay impunidad, en los otros es mucho mayor.

A partir de 2006 hubo un aumento exponencial del feminicidio en Jalisco, que tiene que ver con el aumento de la violencia en el país también.

>RI: ¿Cuántos casos has registrado en todo este tiempo?

GR: Son mil 197 mujeres asesinadas desde 1997 a diciembre de 2014; la cifra debe ser mayor, ese es el registro que  yo tengo. La diferencia puede ser de apenas uno o dos casos con las cifras oficiales, pero son cifras muy exactas. Jalisco ha estado siempre entre los primeros cinco lugares en cuanto a feminicidios.

>RI: ¿Ha cambiado también el grado de violencia hacia la mujer? ¿Es más cruel la forma en como se comete un feminicidio?

GR: Sí. Desde 2007 aumentó el grado de violencia sobre los cuerpos de las mujeres; no sólo se ha tratado de privarlas de la vida, sino de dejar huellas de violencia sobre sus cuerpos, que es un mensaje para todas.

Y en por lo menos el 60 por ciento de los casos existe el componente sexual. La motivación (para asesinar a una mujer) puede ser otra, pero siempre hay ese componente sexual. Están casos de mujeres de 60 años, a las que robaron, asaltaron, pero terminaron privándolas de la vida y además, las violaron.

> RI: ¿Qué rangos de edades son los más vulnerables en Jalisco?

GR: Tenemos el grupo de edades que va de los 21 a los 30 años, es el 26 por ciento; luego el de mujeres de 31 a 40 años, que es el 17 por ciento. Si sumas ambos, es el mayor porcentaje, y está en riesgo la mujer joven, en edad reproductiva en todos los sentidos.

En cuanto a estado civil, en un 38 por ciento se desconoce; un 26 por ciento es soltera; el 24 por ciento es casada. Por ocupación, el 10 por ciento es ama de casa y el 90 por ciento es empleada. 

> RI: En 2012 se tipificó el feminicidio como delito en Jalisco, ¿cómo ha repercutido eso?

GR: Solamente se han consignado como feminicidios alrededor de 55 casos y ha habido solo dos sentencias por feminicidio. Hay una apatía, una insensibilidad, una ignorancia hacia el tema, que comienza con el propio fiscal.

El fiscal Luis Carlos Nájera no se ha dado a la tarea de estudiar el tipo penal del feminicidio. 

Y las ex titulares del Instituto Jalisciense de las Mujeres, Lucía Pérez, fue diputada federal del PAN, y Mariana Fernández, del PRI, ninguna quiso presentar la solicitud de alerta de género para Jalisco. 

> RI: ¿Cuál es el miedo de las autoridades a la alerta de género?

GR: Si entendieran cómo funciona ya la hubieran pedido hace tiempo. Implica la llegada de recursos etiquetados a nivel federal para la activación de la prevención de la violencia de género. Es como en la lógica de una alerta meteorológica: viene un ciclón y activas un fondo de recursos ante cualquier daño, es lo mismo.

> RI: ¿Cómo ha sido lidiar con esto con dos partidos diferentes en el poder?

GR: Es la misma cerrazón. Con los panistas había una cerrazón total. En esta administración encontramos una apertura a hacer el reconocimiento del problema, pero queda sólo en el discurso.

Un delito no perseguido

En 2012, el Congreso de Jalisco tipificó el feminicidio como un delito, con sanciones que van de los 20 a los 40 años de cárcel para quien lo lleva a cabo.

El artículo 232 bis del Código Penal en la entidad define que comete un feminicidio quien priva de la vida de una mujer por razones de género.

Y establece a la vez 12 diferentes situaciones para ello: que haya una relación de parentesco, actos de misoginia o de odio, indicios de humillación hacia la víctima, delitos de tipo sexual sobre la misma, amenazas previas, entre otras.

Hasta la fecha, sólo dos personas han sido sentenciadas bajo ese tipo de delito.