Avance del papel a digital de empresas a paso lento

La falta de infraestructura en materia de telecomunicaciones en el país dificulta y encarece la tarea de las empresas que se encuentran en la transición hacia el terreno digital
Nayeli Meza Orozco Nayeli Meza Orozco Publicado el
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La emergencia sanitaria golpeó de diferentes maneras a los países. En el caso de México, cambiar el papel por la computadora no es fácil, pues solo 44.3 por ciento de la población dispone de uno de estos aparatos en casa, de acuerdo con el Inegi.

La pandemia no solo aceleró la necesidad de contar con más y mejores medios digitales, también expuso las carencias que existen dentro del sector de las telecomunicaciones en el país.

Destaca, en primer lugar, la ausencia de una estrategia digital nacional en la que se establezcan los lineamientos para conectar a toda la nación, incluidas las comunidades rurales.

Otro punto fundamental fue la cancelación de la Red Troncal por parte del actual gobierno, con el objetivo de que CFE Telecom se convirtiera en el único proveedor de Internet en zonas rurales.

Para Mony de Swaan Addati, último comisionado presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), el que millones de mexicanos no tengan acceso a este servicio los aleja de la posibilidad de mejorar su calidad de vida y de conseguir un trabajo digno.

Seguimos teniendo a una gran cantidad de mexicanos que no tienen acceso a la banda ancha y no es justo porque las oportunidades para todos no son las mismas. La pandemia evidenció el fracaso de México en su política de infraestructura pública en materia de telecomunicaciones, porque si más empresas hubieran estado preparadas para dar el salto hacia lo digital no hubieran cerrado
Mony de Swaan AddatiÚltimo comisionado presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones

Estrategia integral

A pesar de que México no figura dentro de la lista de los países con el mayor consumo de papel, la industria a nivel nacional tiene un peso relevante. Hasta junio del año pasado, el valor de la producción superó los seis mil millones de pesos, muestran estimaciones de Statista.

El papel en los espacios laborales se volvió crucial con el paso de los años, aunque no son los únicos lugares en donde se emplea. A nivel mundial, el uso del papel para envoltura y embalaje es el más popular con 55 por ciento y le siguen la impresión y escritura, con 26 por ciento, según Pulp & Paper International.

Con el cierre parcial de empresas e instituciones, los especialistas consultados aseguran que la presencia física y el uso del papel quedaron sobrevalorados, aunque esto no aplica para actividades esenciales como es el caso de los servicios, turismo y construcción, en las que es necesario el trato humano.

El presidente de Digital Policy & Law Group, Jorge Fernando Negrete, manifiesta que, aun cuando las empresas reduzcan su consumo de papel en los siguientes años y generen conciencia entre sus trabajadores, si no tienen las herramientas necesarias para migrar hacia el mundo digital no podrán dar el salto completo.

“La empresa que no esté digitalizada no va a ser competitiva y los usuarios que no tengan habilidades en este campo se enfrentarán con problemas en su trabajo y para encontrar uno nuevo cuando lo requieran. La digitalización es un recurso básico para el desarrollo del país”.

La carencia de acceso a Internet para millones de mexicanos los aleja de la posibilidad de mejorar su calidad de vida y de conseguir un trabajo digno

Aprovechar la crisis para dejar el papel

Al inicio de la emergencia sanitaria, el trabajo en casa provocó una saturación de los servicios de Internet, obligando a las empresas a tomar otras alternativas para garantizar el flujo de la operación, así como la producción de sus colaboradores. Sin embargo, no todas pudieron continuar con sus actividades en el terreno digital por el componente económico.

Si el Gobierno federal no apoya la labor para que más Pymes se vuelvan digitales en los siguientes años, seguirán quebrando por no ser competitivas

Estimaciones de The CIU basadas en información del Inegi muestran que el 94.7 por ciento de las grandes empresas implementaron de manera exitosa el trabajo a distancia, mientras que el 60.7 por ciento de las medianas y pequeñas también lo consiguieron.

Por el contrario, solo 29 por ciento de los micronegocios en el país lograron subirse a esta ola por la falta de recursos para invertir en este rubro. Estas unidades económicas son el último eslabón de la cadena a pesar de que constituyen una importante fuente de ingresos en el país.

Desde hace años, alrededor del 80 por ciento de las micro, pequeñas y medianas empresas externaron su deseo por reducir e incluso eliminar el papel que emplean para su facturación, formularios, contabilidad, recursos humanos y legales, pero el factor económico es el mayor reto para esta transición, de acuerdo con el fabricante de fotocopiadoras Xerox.

La importancia de contar con infraestructura pública eficiente es que mil conexiones de banda ancha pueden generar hasta 80 empleos directos.

El director general de The CIU, Ernesto Piedras, asegura que si el Gobierno federal no apoya la labor para que más Pymes se vuelvan digitales en los siguientes años, seguirán quebrando por no ser competitivas.

El gran foco de preocupación está puesto en los pequeños negocios porque los costos para lograr una verdadera migración del papel hacia lo digital son altos, y si muchos de ellos no lo logran no es por falta de voluntad, sino por la ausencia de recursos
Ernesto PiedrasDirector general de The CIU

Trabajar juntos

No todas las empresas se sacudieron con la pandemia: Amazon, Apple, Google, y Microsoft son algunas de las grandes organizaciones que apostaron por trabajar sin papel.

El secreto está en que con el paso de los años entendieron que cada documento en papel que no se archiva bien les cuesta 125 dólares en productividad perdida y a sus trabajadores unos 61 viajes por semana a la máquina impresora y fotocopiadora de la oficina, según la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA).

Por eso, no resulta extraño que durante la contingencia sus operaciones no se vieron afectadas, e incluso aumentaron su valor de mercado.

Mony de Swaan Addati, especialista en telecomunicaciones, expone que las diferencias entre las empresas no se van a resolver tan fácil, por eso el reto hacia el futuro es que las grandes puedan compensarle algo a las pequeñas para equilibrar la balanza.

“No todos perdieron con la pandemia, hay compañías que llevan años preparándose para digitalizar sus procesos y en este momento vieron una gran oportunidad para concretar los planes”.

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