Al cumplirse un año de la degradación en la calificación de la aviación mexicana, las autoridades de Estados Unidos que interpusieron la queja original que llevó a dicha sanción visitan territorio nacional para iniciar una nueva revisión. Algo que los responsables en México esperan lleve a la recuperación de la categoría perdida.
Producto del escrutinio realizado por la Administración Federal de Aviación estadounidense, FAA por sus siglas en inglés, la seguridad aérea mexicana bajó a categoría 2 al no cumplir con los estándares mínimos de la Organización de Aviación Civil Internacional. Lo que impidió agregar nuevas rutas o modificar frecuencias de vuelo hacia Estados Unidos.
Este lunes se espera que autoridades de la FAA visiten México, como adelantó Rogelio Jiménez Pons, subsecretario de Transportes del Gobierno federal. Quien también adelantó que esta visita será “crucial” para lograr una nueva auditoría al Programa de Evaluación de la Seguridad Operacional de Aviación Internacional.
De cara a esta visita, Reporte Índigo entrevistó a Fernando Gómez Suárez, analista de aeropuertos y aviación de Strata Comunicación, quien explica la dificultad para que México pueda recuperar el primer grado. Siendo que debe acreditar la documentación y las inspecciones correspondientes tanto a la FAA, pero también ante la OACI.
Pérdidas y riesgos de la aviación mexicana
También explica que, durante este año en categoría 2, las aerolíneas mexicanas han reportado pérdidas de alrededor de cinco mil millones de pesos por las restricciones de vuelos entre México y Estados Unidos, siendo las firmas estadounidenses quienes absorbieron parte de esas operaciones en el marco de la recuperación tras la pandemia, la cual se encuentra en alrededor del 85 por ciento.
Incluso recalca que las restricciones de la categoría 2 afectan la consolidación del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
“Dice el presidente que nada tiene que ver, pero no, al ser un aeropuerto nuevo en el ámbito civil, tiene que establecer rutas y frecuencias con todo el mundo”, lo cual sigue impedido para hacer con Estados Unidos por la baja en la calificación.
De demorarse más la recuperación de la categoría 1, las afectaciones a la imagen del país no solo podría repercutir en industrias como el turismo, sino que también abre la puerta a que, por sospechas, agencias aeronáuticas de otros países interpongan sus propias quejas como ya lo hizo la FAA, generando más restricciones de la OACI para los vuelos desde y hacia México.
Gómez Suárez recuerda que, “entre las principales causas, hay una lista enorme, dicen que no hay suficientes inspectores para certificar las aeronaves mexicanas y las licencias de los pilotos. ¿Cómo es que están volando?”. Lo cual resulta urgente de resolver no solo para recuperar la calificación, sino para prevenir riesgos latentes.
“De ello depende no nada más la industria, la productividad y la efectividad de la industria, sino las vidas humanas”, advierte, “hay quienes desestiman, intentan desestimar, mencionando que es una campaña, una exageración. Pero ahí están los señalamientos de los mismos controladores de tráfico aéreo, pilotos y especialistas técnicos en el tema”.
Problemas distintos
La visita de los oficiales de la FAA que anunció el subsecretario Jiménez Pons causa especulación pues coincide con una serie de incidentes en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Sin embargo, estos no se relacionan directamente con la queja interpuesta por la FAA ni con la calificación que emite la OACI.
“Hay una serie de incumplimientos, esos se tienen que solventar, pero no le puedes sumar estos otros porque son de otro carácter. Sí afecta en cuanto a la imagen. La gente no tiene obligación de saber que es por separado, pero en percepción de la opinión pública pareciera que todo es un caos. Y sí, la autoridad lo ha reconocido así, que hay un desorden en este sector”.
Si bien el sector aéreo recae en la responsabilidad de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, la seguridad aérea y la calificación corresponden a la Agencia Federal de Aviación Civil. En tanto que el control de tráfico aéreo depende de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano, otro órgano de la SICT independiente de la AFAC.
“Forman parte de un sistema aéreo, sí, pero se regulan de distinta manera y actúan de distinta forma en su procedimiento jurisdiccional”, añade Gómez Suárez, “los incidentes tienen que ver con el control de tráfico aéreo, en los que ha habido unas 30 denuncias de incidentes a partir del reordenamiento del espacio aéreo en la Zona Metropolitana”.
Reiterando que existe el riesgo de un accidente dadas las observaciones de la FAA, insiste en que “lo que hace falta es resolver de una vez por todas el problema de las certificaciones de aeronaves, de pilotos y de controladores aéreos que tiene que ser supervisada por la Secretaría de Infraestructura a través de los dos organismos mencionados”.