El caso Ayotzinapa ha sido un parteaguas en la historia reciente de México, pues el tema se convirtió en uno de los principales obstáculos de la administración de Enrique Peña Nieto.
La presión internacional ha jugado un factor clave para pedir el esclarecimiento de lo ocurrido; pese a ello, los aspirantes a llegar a Los Pinos el próximo 1 de julio, han evadido el tema; incluso, familiares de los 43 normalistas desaparecidos han aclarado que nadie se ha acercado a hablar con ellos.
Anaya, de la coalición “Por México al Frente” integrada por el Partido Acción Nacional (PAN), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC), el 21 de enero calificó el caso como una de las grandes pifias y fallas de la administración peñanietista, y sólo ha dicho que se debe aplicar la ley, pero no ha explicado sobre si, de llegar a la presidencia, seguirá las recomendaciones de organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El representante del priismo, José Antonio Meade, dijo en diciembre del año pasado, que lo ocurrido en Ayotzinapa es un caso que se seguirá revisando en diferentes instancias, pero no mencionó si seguirá la línea de la actual administración sobre defender la versión de la “verdad histórica”, en la cual, supuestamente, los jóvenes fueron quemados en un basurero de Cocula, o el caso podría tomar otro curso, de convertirse en el nuevo inquilino de Los Pinos.
López Obrador y Zavala han mantenido la misma actitud sobre el tema: sólo condenas y críticas, pero no han ahondado sobre el método que podrían aplicar para tratar de darle un seguimiento a lo ocurrido en Guerrero, en busca de saber lo que realmente pasó.
Cabe recordar que el pasado 16 de marzo, las familias de los 43 normalistas reclamaron, en una rueda de prensa, que ninguno de los aspirantes a la Presidencia de México se ha acercado a dialogar con ellos, o a los familiares de otros desaparecidos; incluso, criticaron que no han fijado una postura sobre el tema, y existe el temor de que al llegar el nuevo gabinete de quien resulte ganador, se haga a un lado la investigación, pero advirtieron que ellos continuarán con sus protestas y actos de presión para esclarecer el caso con el respaldo de los organismo internacionales.
Recientemente la Organización de la Naciones Unidas (ONU) hizo una revisión de los expedientes oficiales, y encontró que en 34 de los 129 detenidos por lo ocurrido en 2014, hubo pruebas de tortura; lo que pone en duda las declaraciones y la información obtenida.
TE PUEDE INTERESAR: “QUEREMOS LA VERDAD PERO NO BAJO TORTURA”, RECLAMAN FAMILIAS DE LOS 43 DE AYOTZINAPA
La recomendación del organismo internacional va en torno de que se debe aclarar que ocurrió en las detenciones, así como darle un enfoque de derechos humanos, para asegurar el Estado de Derecho.
Ayotzinapa podría ser el gran primer obstáculo para resolver de los presidenciables. Aunque el tema de la desaparición forzada no se encuentra entre su agenda principal, ya que no ha pasado de la simple declaración a las tareas de acción para tratar de encontrar una salida a lo ocurrido.
POR SI NO LO VISTE: “NOS VAMOS MURIENDO POCO A POCO”. REVICTIMIZACIÓN DE PADRES DE AYOTZINAPA EN UN INFORME