Más que por tener los votos necesarios para la aprobación de su versión de la Ley 3de3, el PRI contó con la “ayuda” de quienes no votaron cuando se discutía la publicidad total de las declaraciones para concretar su versión light de esa ley.
La madrugada de este miércoles, el pleno del Senado aprobó la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos –mejor conocida como Ley 3de3- y uno de los temas más álgidos era la publicidad de las declaraciones patrimonial, de intereses y fiscal de los servidores públicos.
Acción Nacional presentó una reserva para modificar el artículo 29 del dictamen elaborado por el PRI y el PVEM; con la propuesta de cambio, se pretendía que fuera obligatorio que los funcionarios presentaran públicamente sus tres declaraciones.
El asunto fue rechazado en el pleno con 59 votos en contra del PRI, el PVEM y un senador independiente –antes de Nueva Alianza- 51 a favor, del PAN, el PRD y una senadora independiente- y una abstención, del PT.
No votaron 18 senadores. Solo faltaban nueve votos para ganar la votación y concretar la medida.
El resultado de la votación es contradictorio, toda vez que el PRD y, sobre todo, el PAN, mantenían en el discurso que estaban a favor de que estas declaraciones se hicieran públicas por obligación.
Ambas bancadas dijeron que defenderían hasta el final la voluntad de los ciudadanos, expresada en la iniciativa de Ley 3de3. Al final, ocho senadores de estas bancadas –cuatro del PAN y cuatro del PRD- no acudieron al pleno a votar.
Los senadores del PT, que mantuvieron una postura crítica hacia la pobreza de todo el paquete de leyes secundarias para erradicar el problema de corrupción, decidieron no emitir voto alguno a pesar de que algunos de ellos estaban en el salón de sesiones al momento de esa votación, pasada la 1 de la madrugada.
Seis de siete de ellos no votaron. Solo una senadora de esa bancada, Ana Gabriela Guevara, votó en abstención.
El PAN acusó que el PT tenía un contubernio con el PRI para no votar a favor de la publicidad de las declaraciones.
El voto de los ocho senadores del PAN y el PRD y al menos uno de los siete del PT, hubieran dado un vuelco a la votación; hoy estaríamos hablando de un antes y un después de esta reforma.
Los votos que faltaron
El voto en contra del PRI y el PVEM no fue sorpresa; tampoco el de Manuel Cárdenas Fonseca, que antes ocupaba el escaño de la senadora Mónica Arriola, de Nueva Alianza, partido que ha permanecido aliado al tricolor.
Los panistas y perredistas habían acordado y hecho público que defenderían la propuesta. El PT jamás hizo público el sentido de su voto. Ellos eran el fiel de la balanza.
Fueron los senadores que decidieron no votar quienes pudieron darle la vuelta a la balanza y decidieron no hacerlo.
Héctor Larios, uno de los senadores panistas que estuvo ausente durante la votación, justificó su falta en el momento clave de la Ley 3de3 diciendo que salió por una cuestión personal dos horas antes pensando que el debate iba a ser mucho más largo.
“No tengo justificación alguna; ya he pedido una disculpa en el grupo. Me parece que el acuerdo entre el PRI, el Verde y el PT también impedían esto (…) el Partido del Trabajo es aliado del PRI”, acusó Larios.
Por su parte, Manuel Bartlett, afirmó que todo el Sistema Nacional Anticorrupción es un “mamotreto” donde los vigilados nombran a los vigilantes y comentó que fueron el PAN y el PRD quienes no tuvieron la capacidad de aprobar los cambios a la Ley 3de3.
“Nosotros estuvimos listos para ver si nuestro voto definiría, pero PAN y PRD perdieron senadores, su pacto no les funcionó. #simuladores”, escribió el coordinador del PT en su cuenta de Twitter (@ManuelBartlett).
Las organizaciones de la sociedad civil que impulsaron la iniciativa ciudadana y la presentación pública de las tres declaraciones criticaron a quienes votaron en contra o no votaron.