Azul intangible

El fondo del mar parece otro planeta. Es difícil nombrar sus plantas o animales. A pesar de que es el origen de la humanidad la mayoría lo desconocemos. 

Eréndira Valle se sumergió en ese sistema de vida paralelo. Hizo su propia película: Azul Intangible. Un documental sobre el México azul, sobre el México debajo del agua. 

Se enamoró. Su primer contacto con el mar fue a través de la película El niño y el tiburón. La vio dos veces el mismo día cuando era una pequeña.

El mar para ella son los recuerdos familiares, risas, sol radiante, el cautivante oleaje.

“Una frontera cercana a la cual tenemos que revalorar”, dice con temple.

Hace 8 años vive en La Paz, Baja California. Y por allá filmó su pasión.

Se fue de la Ciudad de México porque sintió que es un ecosistema sucio en el que es difícil crecer. Su primer documental lo hizo precisamente antes de irse a La Paz y se llamó: “Maíz, experimento invisible”.

Eréndira trae la energía de los activistas. Pero se controla para hablar de su opera prima, la cual recibió apoyo de la UNAM. Su idea es cambiar el switch de las políticas medioambientales. 

“Es un documental femenino, universitario, con una alta calidad con la que invito al espectador a enamorarse y a descubrir el otro México que no ha visto. Lugares que jamás ha visto, lugares que es tan complejo llegar o que te lleva tanto tiempo llegar que es un descubrimiento para los mexicanos sobre los recursos que tenemos.

“Es una propuesta en positivo, es una propuesta para llamar la atención no solamente de los niños, porque es un material de educación no formal, pero es una propuesta para invitar y enamorar a las autoridades, a los diputados, a los senadores para que volteen a ver esa parte de la cual tienen vendas y que nosotros necesitamos para competir en este mundo globalizado porque México depende del turismo”.

Igual que las políticas de conservación en México, el cine documental sufre de discriminación, asegura la cineasta. En política el medio ambiente siempre queda al último y no es parte de las prioridades. En cine su documental se exhibe en dos salas y en horarios poco accesibles.
Es luchar contra corriente. 

“El tema ambiental es discriminado no sólo por los medios de comunicación, sino por la política nacional, en el Congreso, en las decisiones que toma el presidente, en las decisiones que toma la Profepa o en las cosas que no hace la Profepa.

“Es un rechazo que Azul Intangible no esté en las salas, la primer excusa que pusieron es que es un documental de 70 minutos y eso a ellos les causa conflicto, cuando lo que estamos ofreciendo es un documental mexicanos, con tomas submarinas, con una visión biocéntrica que invita a la conservación”, indica la joven cineasta.

Las salas comerciales no le apuestan a los productos nacionales, dice, no se arriesgan y tampoco lo hacen promoción a los trabajo que también valen la pena, porque no solo los comerciales valen la pena, también los que tienen propuestas y dan la visión de otro México valen la pena.

Hoy el turista busca conocer la naturaleza de los lugares que visita, señala Eréndira, y pone como ejemplo que el actor estadounidense Edward Norton fue a La Paz para ver un tiburón ballena. 

“Cuando tu político ves azul intangible ves todo lo que abarcan nuestros mares y todo lo que es parte de la biodiversidad para que el presupuesto se mueva también en esa dirección. Para destruir el círculo vicioso y construir un círculo virtuoso”.

– ¿Qué tan urgente es que hagan caso de esta invitación?

“Nuestros mares aún tienen biodiversidad, aún podemos formar este círculo virtuoso, si nosotros seguimos dejando que la Profepa no cuide de nuestros mares, que no pongan dinero lo que va a suceder es que vamos a caer en la misma dinámica de crisis planetaria y estamos desperdiciando un poco el potencial enorme para ser enormes como mexicanos y tener recursos que nos van a hacer sobrevivir día con día.

“Si nosotros no hacemos esto ahorita vamos a tener mares contaminados, no vamos a tener qué comer, el cambio climático nos está impactando”.

La gente no siente pasión por el mar porque se nos ha infundido miedo, asegura. 

“Nos han acostumbrado de manera comercial a ver a los delfines en cautiverio, a ver a los lobos marinos jugando con la pelota, porque Spielberg nos ha dicho que el mar da miedo, que los tiburones te comen”.

A pesar de las vicisitudes Eréndira se emociona al pensar que quienes vayan a ver el documental descubrirán algo nuevo y sobre todo las ganas de defender su planeta.

“Es un homenaje al mar. Van a descubrir ballenas jorobadas, mantarrayas gigantes, cachalotes, arrecifes de coral negro, van a descubrir Cabo Pulmo, delfines, bufeos, pelícanos y el azul inmenso del mar, el archipielago de Revillagigedo. Nuestro tesoro marino. Se van a sentir orgullosos y van a descubrir una chispa para defender la conservación de nuestros mares”.