Baja California en tiempos de la 4T
El estado fronterizo que actualmente es gobernado por Francisco Vega ya se prepara para los comicios del próximo año, los cuales podrían traer consigo la primera derrota del PAN después de que el partido ostentara el máximo cargo político de la entidad por tres décadas, dejando uno de los más importantes bastiones blanquiazules en manos guindas
Salvador Vega[kaltura-widget uiconfid=”39952882″ entryid=”0_h4hdur4n” responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /]
El fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en donde se ratificó a la panista Martha Érika Alonso como gobernadora de Puebla marcó el último episodio electoral ordinario de este año, pues aún faltan los extraordinarios en Monterrey.
Sin embargo, dio inició a una nueva página en la agenda política nacional: Baja California 2019, los primeros comicios que celebrará esa entidad en la era de Andrés Manuel López Obrador como presidente.
De esta forma, con poco tiempo para recuperarse de la marejada morenista que arrasó con las urnas pasado 1 julio, las fuerzas políticas del estado fronterizo comenzaron a replantear sus estrategias proselitistas y a preparar la maquinaria para sumarse a este proceso, que dio inicio de forma oficial durante el mes de septiembre 2018, pero que tendrá mayor visibilidad a finales de enero próximo con las precampañas.
Los comicios a desarrollarse en Baja California el año entrante cobran especial relevancia no sólo por la responsabilidad de la organización –que recaerá completamente sobre el nuevo gobierno–, sino porque es uno de los primeros ejercicios democráticos diseñados para homologar el periodo de gestión con el de las próximas elecciones federales; de este modo, los cargos a disputarse el 2 de junio del 2019, serán por un lapso atípico de dos años.
Este formato se presenta en medio de la mayor crisis de seguridad que enfrenta la región en su historia moderna. Con un índice de homicidios que superó las 2 mil 500 ejecuciones al término del mes de noviembre –una media de 7 muertes violentas a diario–, cifras que colocan al estado fronterizo como el segundo más peligroso del país de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, siendo superado tan sólo por Guanajuato.
Sumado al clima de violencia que se vive en la región, el ejercicio democrático de Baja California se desarrollará en un año en el que la problemática migratoria se verá agravada, tanto por el endurecimiento de las políticas de Estados Unidos –impulsadas por el presidente Donald Trump– como por la reciente llegada de la Caravana Migrante a la ciudad de Tijuana; un fenómeno que trajo consigo una fuerte división entre grupos sociales, los cuales se debaten entre el apoyo humanitario y el rechazo categórico hacia los centroamericanos.
La que nadie quiere jugar, pero tampoco perder
En las elecciones de 2019 que se llevarán a cabo en Baja California se renovará de forma integral el poder Ejecutivo, representado actualmente por el gobernador Francisco Vega de Lamadrid, sin embargo, la percepción generalizada entre las altas esferas políticas es la indiferencia.
Esto se debe a que aunque ningún partido político se puede dar el lujo de quedarse fuera de la contienda, pocos son los personajes interesados en ejercer los cargos de gobernador, alcaldes municipales o regidores por tan sólo dos años, lo que añade una presión especial al proceso y a los partidos políticos que se están quedando poco a poco sin “cartas fuertes” que representen sus colores en las urnas.
Baja California, un estado reconocido por lograr el primer gobierno de oposición en la historia del país con la victoria de Ernesto Ruffo Appel, del Partido Acción Nacional en el año 1989, logró mantenerse por casi 30 años como un importante bastión panista.
Sin embargo, la elección del 2019 pone en la guillotina a los blanquiazules debido a las acciones de sus dos personajes principales en la región: por un lado, el gobernador Francisco “Kiko” Vega, quien termina el 2018 bajo el peso de innumerables escándalos de corrupción y enriquecimiento ilícito, siendo calificado por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) como el segundo peor gobernador del país.
Por otro lado, Juan Manuel Gastélum Buenrostro, alcalde de Tijuana y quien es acusado de haber mantenido a la ciudad fronteriza en constante descuido durante toda su administración: con un déficit económico, falta de servicios sanitarios, incapacidad para articular estrategias de seguridad y, en fechas recientes, incompetencia para atender la problemática social que trajo consigo la Caravana Migrante.
Situación que derivó en una carpeta de investigación por parte de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) por las expresiones discriminatorias del edil vertidas en los medios de comunicación contra el contingente centroamericano.
Ruta electoral 2019
23 julio – 17 agosto 2018
Convocatoria a consejeros
Primera semana de septiembre 2018
Integración del consejo general
22 enero 2019
Precampañas
Primera quincena de febrero 2019
Registro de plataformas y aprobación de gastos de campaña
20 Marzo- 11 abril 2019
Registro candidatos
15 de abril
Inicio de campañas
2 de junio
Jornada electoral
13 de julio – 22 septiembre 2019
Resolución impugnaciones y entrega de constancias de mayoría
El PAN en la cuerda floja
Con estadísticas superiores al 50 por ciento en todos los cargos públicos disputados el pasado 1 de julio, Baja California fue uno de los estados donde Morena se llevó carro completo, relegando de manera contundente al PAN a la segunda fuerza política de la región.
Este panorama pone en peligro la permanencia de Acción Nacional al frente del gobierno, pues podría ser la primera vez, luego de casi tres décadas de historia, que la sociedad bajacaliforniana elija a otro partido político para el cargo público más importante a nivel local.
Para el Secretario General del Comité Directivo Estatal del PAN en Baja California, Carlos Aguirre, esta posibilidad latente obligó al panismo regional a replegarse en un proceso de análisis, que tiene como objetivo encarar las elecciones de 2019 de la mejor manera.
“Nosotros como partido entramos en un proceso de reflexión en donde estuvimos platicando con los ciudadanos, empezando por plantear lo que se viene para el año que entra. También lo hicimos con nuestros militantes y seguramente vamos a innovar nuestros procesos internos para que tengamos una militancia más activa. Estamos convencidos que vamos a poder dar la pelea el año que entra y tener una buena planilla de candidatos para todos los cargos de elección popular”, comentó.
Respecto al reto que enfrentan por el arrastre que tuvo Morena en la pasada contienda, Aguirre señaló que este partido “ha estado cometiendo errores” en el ámbito local.
Como ejemplo, el secretario señaló que para la designación de los nuevos delegados impulsados por el presidente López Obrador, suponen la colocación de ”gente que no necesariamente tienen buena reputación y que siempre han tenido ruido de corrupción”, un elemento que a su consideración, valdrá para restarles puntos de confianza frente al electorado.
Asimismo, sobre el tema de las actuales figuras panistas y sus resultados en el estado, Aguirre reconoció que aunque a Vega y Gastélum les ha tocado tomar decisiones complicadas, el tiempo les va a dar la razón.
“Ha habido mucho ruido; creo que es la primera elección en donde se ha desbordado en las redes sociales el tema de la difusión de notas falsas y yo creo que, de todo este ruido, tendremos que darnos cuenta lo que es verdad y lo que no. Al final el tiempo nos va a estar dando la razón de las cosas buenas que (“Kiko” Vega y Juan Manuel Gastélum) dejaron. Creo que hicieron un buen trabajo”, resumió.
El representante local de los albiazules reconoció el déficit económico que enfrenta la zona, el cual se calcula en 4.9 por ciento de la deuda para septiembre de 2018, una problemática que mantiene al actual gobierno en una crisis de pagos en el sector educativo.
“Hoy vemos que ante la falta de presupuesto, que no había ocurrido en la historia, tanto el gobernador como el alcalde de Tijuana están buscando dentro de los ingresos subsanar la falta de envío a nivel federal y vemos cómo, en lo local, en Tijuana están sobrellevando los problemas de seguridad enfrentándola y combatiéndola”, argumentó el secretario en defensa de los representantes panistas.
Sin embargo, estas perspectivas no son compartidas por otras alas políticas que responsabilizan al PAN por la crisis económica, de seguridad y social que enfrenta el estado en la actualidad.
Para el diputado del distrito 8, Héctor Cruz Aparicio, 2019 significará una época de cambios en donde los representantes estatales tendrán que atender, no importando el partido, los problemas que mantienen subyugada a la región.
El integrante de la Mesa Directiva de la LXIV Legislatura también dice que actualmente se vive una época de cambios a nivel nacional gracias al involucramiento de la ciudadanía.
“Estamos en una época de cambios, no sólo en Baja California, sino en todo el país. En mi opinión personal, hoy los ciudadanos ya se dieron cuenta que salir a votar es la mejor manera de castigar a un gobierno o poder poner en el poder público a un ciudadano más que a un partido”.
Cruz Aparicio, quien también funge como presidente del Partido Encuentro Social (PES) en la franja fronteriza, reflexionó que desde el año 1989 en que el Partido Acción Nacional ganó la primera gubernatura, se han mantenido en el poder sin que haya gran diferencia.
“Ya es necesario un cambio de sistema político en la entidad. Es necesario que el PAN deje de gobernar el estado y Tijuana”, concluyó.
Martínez Veloz: el autodestapado de Morena
Ante el panorama desalentador que enfrenta el panismo en la región y la ausencia total del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quienes se mantienen como tercera fuerza política en el estado, sólo un personaje levantó la mano hasta el momento para tomar las riendas de Baja California el próximo año.
El ex Comisionado para el Diálogo entre los Pueblos Indígenas de México (CDPIM) y miembro reciente del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Jaime Martínez Veloz, hizo pública su aspiración de contender como el abanderado oficial de su partido para la gubernatura de 2019.
Hay que destacar que el “vaivén” ideológico de Martínez Veloz le ha valido la crítica de amplios sectores políticos y sociales del país, pues es el primer personaje perteneciente a la administración del expresidente Enrique Peña Nieto –cargo que dejó el pasado 10 de enero del 2018– que salta al ruedo para ser tomado en cuenta como representante de un partido que, hasta hace poco tiempo, era la oposición.
A pesar de tener el impulso de Morena y de haber fungido en dos ocasiones como diputado federal y una como miembro del congreso local en la XVI legislatura, el extitular de la CDPIM mantiene un historial de derrotas en los procesos democráticos de Baja California.
Basta recordar que el ahora morenista contendió en dos Martínez Veloz: el autodestapado de Morena ocasiones por la alcaldía de Tijuana: en el año 2001 cobijado por el PRI, donde perdió frente al panista Jesús González Reyes; y en el año 2007, vistiendo los colores del PRD, elección en la que quedaría corto ante la candidatura del también blanquiazul, Jorge Ramos Hernández.