Como ocurre con muchos servicios de transporte público en el resto del mundo, la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) en la Ciudad de México no es rentable y está llena de agujeros. A menos de 20 días de que concluya la administración de Marcelo Ebrard al frente de la capital, el balance es deplorable.
Así lo revela la Cuenta Pública 2011, a través de una serie de auditorías que realizó la Contaduría Mayor de Hacienda, según la cual, la recaudación de la RTP no alcanza a cubrir ni la mitad de sus propias estimaciones.
Los ingresos generados en el año pasado sumaron 335.2 millones de pesos, es decir, 45.4 millones de pesos menos que lo que programó la paraestatal.
Pero además del déficit financiero, la RTP no marcha sobre ruedas. Tiene más del 60 por ciento de su parque vehicular descompuesto, y así no hay forma de que se puedan sacar de los talleres los más de 600 camiones que están parados por refacciones que oscilan entre los 100 y 500 pesos.
Y, como consecuencia, la población más vulnerable tiene que esperar hasta dos horas para subirse a un camión subsidiado por el Gobierno del Distrito Federal.
En la edición del 25 de septiembre, Reporte Indigo dio a conocer que solo el 40 por ciento de los vehículos que prestan servicio en 18 ramales del Distrito Federal funcionan y la mitad de ellos se utilizan para otros apartados.
Hay cientos de trabajadores que pasan su jornada laboral completa sentados en las estaciones centrales de la RTP, esperando que les asignen un camión. Por ese motivo, el transporte concesionado ya no es opción para los capitalinos.
Según estos datos, el Gobierno del Distrito Federal no habría querido invertir un solo peso extra en la paraestatal, destinada a prestar un servicio a precio bajo en zonas paupérrimas.
Los números
Según los resultados de la Cuenta Pública del año pasado, el balance financiero demuestra que las arcas de la Ciudad de México sufren pérdidas millonarias en RTP.
Las justificaciones de la baja productividad derivan de la escasa cobertura de los servicios que, en teoría, presta la paraestatal, y de la afectación de diversas rutas por las obras viales que se realizan.
En términos reales, los recursos que obtiene RTP por autogenerados es equivalente al 25 por ciento de la recaudación total del organismo, lo cual demuestra que ya no es un negocio rentable.
Para especialistas en la materia, esto significa una profunda dependencia financiera, ya que, por cada 10 pesos obtenidos, solo 2.52 pesos provienen de la operación RTP.
En cambio, los 7.48 pesos restantes se obtienen de factores extraordinarios, especialmente de las aportaciones entregadas por la administración central a la paraestatal.
Y por si fuera poco, la suma de los ingresos que obtiene este organismo no alcanza ni para pagar su gasto corriente que es de más del doble de lo recaudado en el 2011, según el análisis de la Cuenta Pública.
Ahí se detalla que el gasto en nóminas del RTP llegó a los 778 millones de pesos y eso sin contar las erogaciones de los demás rubros, como el suministro de sus servicios básicos.
Para los especialistas financieros, la situación ubica al RTP en una “franca y rotunda situación de quiebra”, ya que los ingresos autogenerados no alcanzan ni a pagar siquiera el 50 por ciento de las nóminas.
En el mismo ejercicio fiscal (2011) se detectó que se destinó al pago de salarios (servicios personales) un monto adicional de 55.1 millones de pesos.
La explicación que se da en la Cuenta Pública respecto a este comportamiento es que se debió a los supuestos “pagos extraordinarios”, tales como la revisión salarial y el aguinaldo a los empleados, pese a que se trata de un pago absolutamente previsible.
En el organismo hay 4 mil 304 trabajadores, de los cuales 92 son funcionarios, 861 administrativos y 3 mil 351 sindicalizados.
La duda
Con una situación financiera así. Con un parque vehicular obsoleto o, en su defecto, descompuesto, y con nula disposición de las autoridades a dar una partida extraordinaria, es difícil pensar que RTP subsistirá en los próximos años.
Parece claro que si este organismo no es capaz de cubrir ni sus operaciones básicas, menos podrá pagar el mantenimiento del parque vehicular, cada vez más necesario. Sobre todo, cuando se sigue pagando el arrendamiento de 145 unidades obsoletas, cuya erogación supera los 204.8 millones de pesos que provienen de recursos del GDF. Tan solo para el transporte de los 146.8 millones de pasajeros que tiene RTP, se erogaron en el 2011, 838.9 millones de pesos, cifra que supera con mucho los recursos captados con la prestación del sistema.
Mientras, en las reuniones entre legisladores y el jefe de Gobierno electo, Miguel Ángel Mancera, se habla de que 2013 será un año de austeridad.
Terapia intensiva
Hace poco más de un mes, Reporte Indigo informó que el GDF tiene en terapia intensiva al proyecto sustituto de la extinta Ruta 100 (RTP) y que, hasta la fecha, no hay un solo paliativo para su supervivencia.
En diversas ocasiones, los trabajadores de RTP han exigido a la Asamblea Legislativa del DF y al GDF un aumento del presupuesto de por lo menos 50 millones de pesos.
Y la única respuesta de las autoridades ha sido autorizar una partida presupuestaria de 6 mil millones de pesos, pero solo para la creación de un fideicomiso que avale el transporte público concesionado (microbuses).
De acuerdo con los líderes sindicales de la paraestatal, RTP cuenta con una matrícula de mil 235 unidades, de las que funcionan alrededor de 500, utilizadas para brindar servicios a la ciudadanía y a particulares, incluido el Programa de Transporte Escolar.
Otro de los problemas del GDF es que la mayoría de los camiones ya cumplieron su vida útil (de 10 años de antigüedad) o se encuentran abandonados en los talleres por refacciones de 100 pesos.
Para algunos, ésta es la forma en que la administración central pretende forzar la desaparición de la red de transporte público concesionado.