En la trama del fraude a Banamex orquestado por Oceanografía con documentos de estimaciones falsas, uno de los ganadores hasta ahora podría ser precisamente, el banco.
Documentos en poder de Reporte Indigo muestran que la institución bancaria prestó dinero a la empresa naviera utilizando una línea de crédito avalada por el historial crediticio de Pemex.
Esta le permitía al banco tener ganancias más altas por el financiamiento a la empresa, e incurrir en costos bajos para sí mismo.
La operación financiera permitió que durante los dos últimos años el banco sustituyera el mecanismo de cobro de factoraje –que operó durante la administración de Calderón y hasta mayo 2012– por uno nuevo llamado “monetización” del capital de trabajo de las empresas que ganaban contratos con Pemex.
Monetización, en teoría, es uso del dinero del banco central para financiar permanentemente el gasto del gobierno. Sin embargo esta práctica económica no es común en la banca comercial por las restricciones de Banxico hacia el soporte financiero de las empresas.
Sin embargo esta negociación de deudas significa una mayor ganancia para la banca, ya que se permite cobrar altos intereses a la vez que su propio financiamiento es más bajo al tomar en cuenta la calificación crediticia de la empresa que respalda la deuda, en este caso Pemex.
Sin embargo, aunque el nombre se cambió a “monetización”, continuaron empleando la práctica de factoraje sin modificaciones, solo en la forma.
Esta operación, orquestada mediante fideicomisos en los que el banco se prestaba a sí mismo, permitió que Oceanografía tuviera dinero para operar y que Banamex consiguiera la cesión de los derechos de cobros de todos sus contratos con la paraestatal.
Derechos de crédito
Banamex entregaba estos documentos, en poder de Reporte Indigo, que especifican el ‘Derecho de Crédito’, con las cantidades de acuerdo a lo cobrado a Pemex, convertido en su deudor al prestarle a Oceanografía sobre contratos con la paraestatal.
Pemex era el ‘deudor’
Uno de los documentos con que se tramitaban estos pagos, cuya copia obtuvo Reporte Indigo, muestra cómo se operaban los cobros de Oceanografía a Banamex.
Con el logo del banco, aparece la leyenda “solicitud de trámite de operación”.
El departamento fiduciario del Banco tramita el pago, que catalogan como una “relación de derechos de crédito”.
El área de Financiamiento a Proveedores entregaban una relación de derecho de créditos descontados, en los cuales aparecían detallados los pagos que el banco iba realizando a la empresa.
El listado de estos pagos constaba en un documento al que el banco le llama factura, aunque no tiene ningún sello fiscal ni está numerada como tal.
Como fiduciario aparece una dependencia del propio banco, y un fideicomiso de administración creado con el mismo número de contrato con el que la institución bancaria identificaba el contrato con Oceanografía.
En el rubro de “deudor” el banco coloca a Pemex Exploración y Producción.
Es decir, ante las instancias internacionales de crédito era PEP el que le debía a Banamex, no la compañía de Yáñez.
Esto daba al banco el aval de una empresa estatal fuerte, con una de las mejores calificaciones crediticias del mercado energético, lo cual implica menores riesgos financieros y costos del banco para emitir un préstamo.
El nombre de la compañía ahora en concurso mercantil no aparece en ninguno de estos documentos. Solo los identifican como “descontatario” y les colocan un número de referencia, sobre el cual van desglosando los pagos.
Con este esquema, tan sólo durante 2012 Banamex pagó 12 mil millones de pesos a Oceanografía, de contratos cuyos derechos de cobro fueron cedidos por Yáñez a favor del banco.
En este modus operandi Oceanografía obtenía el contrato con Pemex Exploración y Producción, le firmaba a Banamex un contrato de cesión de derechos de cobro y con base en las estimaciones de trabajos ya ejecutados y facturados el banco, iba haciendo depósitos al fideicomiso al que Yáñez tenía acceso para pagar los sueldos, los gastos de oficina, el mantenimiento de los barcos, el combustible. Es decir, para su capital de trabajo.
Adaptan documentos… a media noche
En este entramado financiero también quedaron atrapados los proveedores de la empresa de Amado Yáñez, a cuyas compañías Banamex congeló los pagos por sus servicios subcontratados durante el tiempo en que cursaron las investigaciones.
Al momento en que el SAE se hizo cargo de Oceanografía, Banamex tenía 5 mil 300 millones de pesos por recibir de Pemex.
Esto como parte de los derechos de cobro cedidos por Yáñez en el mecanismo de factoraje.
De ese monto total, 4 mil millones de pesos eran trabajos ejecutados, por lo que el banco tenía la certeza de que serían pagados por la paraestatal.
Más aún: la mitad de este monto, 2 mil millones de pesos, estaban ya facturados, por lo que estaban corriendo los 180 días para que Pemex los pagara a Banamex.
Ninguno de estos montos se refleja en la investigación del juicio de concurso mercantil. Banamex asegura que aún le deben 6 mil 745 millones de pesos.
Un ‘Pemexgate’ monetizado
La mañana de febrero en que se anunció que Oceanografía quedaba inhabilitada por Pemex durante 21 meses, el director de la paraestatal, Emilio Lozoya, ya había tenido un encuentro personal con el procurador Jesús Murillo Karam en las oficinas de la Procuraduría General de la República (PGR).
La historia que en un inicio manejaron ante los medios fue que a raíz de esta inhabilitación, Banamex decidió revisar sus cuentas con Oceanografía y detectó algunas irregularidades. Primero filtraron a la prensa que se trataban de facturas falsificadas, pero esto no podía ser cierto ya que las facturas emitidas por las empresas a Pemex son digitales y cuentan con el visto bueno de Hacienda.
Luego la explicación de los hechos giró hacia unas estimaciones de trabajo realizado, validadas por Pemex, las cuales eran modificadas por Oceanografía para cobrar al banco más de lo que tenían pendiente de ser pagado por la subsidiaria PEP.
Dos fuentes cercanas a la investigación penal del caso aseguraron a Reporte Indigo que la falsificación de las estimaciones provino del personal de Banamex, algunos de quienes ya están investigados (Reporte Indigo, 23 de junio de 2014).
De acuerdo con estas fuentes, las estimaciones fueron tan “burdamente falsificadas” que al conocerse que habría una investigación del caso desde Estados Unidos, un funcionario del banco en el Distrito Federal fue enviado durante la noche una sucursal de Banamex en Villahermosa, para extraer la documentación falsa y desaparecer las pruebas de la falsificación.
Las estimaciones hechas por Pemex a Oceanografía eran reales, lo que modificaba eran los montos.
Los documentos originales fueron proporcionados por la contratista de Pemex al banco y los falsificados se usaron, de acuerdo con estas fuentes, quienes pidieron hablar bajo anonimato, para justificar ante las instancias revisoras bancarias la emisión de pagos a la empresa bajo el esquema de “monetización”.
Oceanografía… y 126 más
La relación de derechos de crédito cuya copia obtuvo Reporte Indigo hace referencia únicamente al Fideicomiso de Administración número 16579-2, la cual se desprende del contrato OSA-Rabo 16579-2, firmado entre la contratista y el banco.
Los pagos a este fideicomiso, fechados el 17 de diciembre del año pasado y firmados por Leticia Vergara Pino, empleada de la división fiduciaria de Banamex, muestran que solo en ese día el banco depositó 346.8 millones de pesos a Yáñez para operar su empresa, con base en cobros que ya la institución bancaria cobraría a Pemex.
La fecha de vencimiento de este depósito era el 17 de marzo, por lo que no era un préstamo vencido al momento en que se dio a conocer la investigación por el fraude.
Los pagos se desglosan por el departamento de Control de Operación de Factoraje Five, a pesar de que desde mediados de 2012 ya Pemex había emitido órdenes para que no se realizaran servicios de factorajes sobre sus contratos.
Empresarios del sector aseguraron a este medio que Banamex realizó operaciones similares con otras 126 empresas mexicanas, por montos aproximados de 2 mil 500 millones de dólares, los cuales les permitieron generar ganancias extraordinarias al actuar como intermediarios entre Pemex y los contratistas.
Para los proveedores de la paraestatal se hacía necesaria esta intervención del banco, ya que al emitir sus facturas Pemex tiene 180 días para pagar el servicio.
Durante ese tiempo ellos deben contar con capital para seguir operando, pagando a su personal y ejecutando los servicios para los cuales los contrataron.
Este sistema ha dejado atrapados a varios de los operadores de Oceanografía, ya que sus pagos pendientes están en algunos de estos fideicomisos operados por Banamex y el banco les argumenta que no les pueden ser pagados mientras siga en curso la investigación.
Varios empresarios del sector preparan ya demandas contra el banco para reclamar un uso indebido de su dinero, que ha sido retenido ya durante medio año.