Activistas proponen un plan de ciclovías temporales que promueva a la bici como medio seguro de traslado.
La contingencia por la cepa de coronavirus, COVID-19, ha puesto sobre la mesa el uso de la bicicleta en la Ciudad de México como medio de transporte para evitar contagios.
Sin embargo, no solo se busca que la gente se suba a la bici, sino que el gobierno implemente todo un programa de ciclovías temporales en la capital.
Lo anterior, afirman especialistas y activistas, ayudará a reducir las aglomeraciones de usuarios en el transporte público masivo como Metro y Metrobús, para que no se conviertan en un centro de contagio del COVID-19.
El virus surgió en diciembre de 2019 en China y el 11 de marzo pasado fue declarado como pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En México, hasta el día de ayer se habían confirmado 164 casos y 448 casos sospechosos.
Activistas entregaron el 18 de marzo la propuesta del “Plan de Contingencia por COVID-19 en la Ciudad de México” a la Secretaría de Movilidad (Semovi) local. La intención de que a la brevedad se implementen los ciclocarriles provisionales.
El plan argumenta que ocho ciclovías en vialidades primarias de la capital, con una extensión total de 131 kilómetros, reducirán la demanda de los medios masivos de transporte como el Metro, que reporta cinco millones de usuarios al día.
Las vialidades donde se acondicionarían las ciclovías son División del Norte, Insurgentes, Tlalpan, Eje 6 Sur, avenida Tláhuac-Miguel Ángel de Quevedo, Zaragoza, Aquiles Serdán-Camarones-Mariano Escobedo y Oceanía.
El documento también explica que la separación promedio de los usuarios de ciclovías es de 2 a 3 metros de distancia, lo que cumple la recomendación sanitaria del Gobierno de mantener una separación de 1.5 metros entre personas.
Añade que las ciclovías temporales también facilitarían que médicos y enfermeras se transporten de manera segura y sin correr el riesgo de contagiarse del virus.
“Nuestros médicos, enfermeras, personal médico, servidores públicos y prácticamente todo el personal sanitario de la Ciudad dependen del transporte público, por lo que es muy importante colaborar a su movilidad segura, libres de riesgos.
“Es importante reducir el uso del automóvil privado para reducir la contaminación del aire, que afecta a las personas que sufren de afecciones de vías respiratorias crónicas, personas adultas mayores y a quienes se han contagiado del coronavirus”, afirma el documento.
Existen condiciones para uso de la bici
Xavier Treviño, especialista en movilidad y fundador de Céntrico, considera que existen las condiciones para que la bici sea una opción segura de transporte para los capitalinos si se habilitan carriles confinados para su uso.
Datos de la Encuesta OrigenDestino 2017 muestran que el 35.7 por ciento de la población de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) cuenta con una bici.
También es usada por el 2.7 por ciento de los habitantes de la zona para transportarse a su trabajo, cifra 1.7 por ciento más alta que quienes prefieren la motocicleta, revela la misma fuente.
Por otra parte, Treviño afirma que después del 17 de marzo pasado, cuando se anunciaron nuevas medidas ante la contingencia como la suspensión de clases en universidades, el tránsito vehicular se ha reducido.
“El tránsito no es pretexto, nunca debería de serlo, pero están dadas las condiciones, la necesidad de un traslado seguro, la contingencia por la que se necesita mantener distancia”, indica.
El especialista menciona que el modelo de ciclovías temporales ya fue implementado en Colombia desde el 16 de marzo pasado por el COVID-19 y ha mostrado ser eficaz.
Karina Licea, coordinadora del área de Transporte Público del ITDP, menciona que no se necesita una gran inversión de recursos para realizar el proyecto y la bicicleta ha demostrado ser un vehículo auxiliar en las emergencias.
La especialista puso de ejemplo el sismo del 19 de septiembre de 2017 cuando colectivos ciclistas salieron a las calles a repartir víveres a damnificados.
En esa ocasión, aprovecharon que sus vehículos tenían mayor accesibilidad que un automóvil en las calles bloqueadas por los derrumbes de edificios.
“Cuando fue el sismo del 19 de septiembre del 17, Insurgentes fue una vía que se usó mucho como vía de emergencia (…).
El reto técnico
Carlos Arturo Gutiérrez, jefe del programa académico de Ingeniería en Transporte de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas (UPIICSA) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), señala que un programa de ciclovías temporales necesita elementos técnicos para que funcione.
De lo contrario, serán un riesgo para todos los que transitan las calles de la capital.
Argumenta que en este año, el gobierno de la capital buscó implementar modelos piloto de ciclovías en el Eje 3 Poniente de Medellín, en la Avenida Revolución y Tlalpan.
Sin embargo, no resultaron porque carecían de señalamientos y las vueltas a la derecha de los automóviles representaban un riesgo para los ciclistas
Lo anterior, explica, se debe a que no existe una norma técnica para el diseño de ciclovías.
Ante esto, asevera que si el Gobierno implementa ciclovías temporales por el COVID-19, tiene que colocar señalamientos suficientes para advertir a los conductores de los vehículos automotores, elementos protectores para ciclistas como boyas y también llevar a cabo una campaña de socialización de la medida.