Blanco frena la grilla y reconoce violencia en la región

Luego de un par de semanas complejas para el gobernador de Morelos, las turbulentas aguas políticas por las que navegaba Cuauhtémoc Blanco parecen llegar a una etapa de aparente calma. Y es que a raíz de la visita del senador Ricardo Monreal, el martes pasado a la ciudad de la “eterna primavera”, el titular regional del poder Ejecutivo encontró la paz tanto con los diputados locales de Morena como con el presidente municipal de la capital, Francisco Villalobos Adán.

“Si el señor (Villalobos Adán) no quiere trabajar, allá él. Ni con él me voy a pelear. Yo se los dije muchas veces como presidente municipal: aquí no importan los colores, aquí hay que apoyarnos para sacar al estado adelante”, expresó tras el encuentro Blanco Bravo.

Asimismo, en el marco del encuentro con el senador de la República en donde se discutió la iniciativa de la Guardia Nacional –entre otros asuntos prioritarios a nivel estatal– el exfutbolista comentó que a pesar de los repuntes en la incidencia delictiva que sufre Morelos, se trabaja para combatir las estadísticas: “La estrategia de seguridad está funcionando. No es fácil, imagínate cuántos delincuentes hay aquí… ¡Hay un chingo!”, afirmó el mandatario a manera de justificación.

No obstante, señaló que en su gobierno se trabaja de la mano para reducir esta problemática, misma que para finales de 2018 apuntaba un número superior a 5 mil 627 homicidios dolosos dentro del territorio bajo su cargo: “vamos a trabajar al mil, porque no podemos permitir mas abusos, mas robos, más secuestros, más asesinatos. Ya no más. Y no nomás aquí en el estado, sino en todo el país está igual”, concluyó.