Hay que dar mayor transparencia al órgano de la transparencia, no es un mero pleonasmo.
Tras la determinación del Senado de no ratificar a los comisionados del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), se deben hacer públicos los criterios ponderados por los senadores.
Más aún. En el proceso de integración del nuevo IFAI se requiere “total pulcritud en los procedimientos porque esta institución hay que cuidarla desde ahorita. No sabemos si vamos a tener una tercera oportunidad después”, considera Guillermo Noriega.
El coordinador de México Infórmate solicita a los legisladores se alejen de las cuotas partidistas y “de la tentación de incorporar gente incondicional a sus filas”.
Estima, además, que se debe evitar “la tentación de montar un show y simular que hay un proceso abierto y democrático”.
El proceso de renovación debe ser abierto de cara a la sociedad. Se debe definir qué perfiles se buscan y emitir las consideraciones sobre cómo serán evaluados quienes se inscriban.
“Si no conocemos los criterios de evaluación de los perfiles que se llevarán al nuevo pleno pues de entrada caeríamos en riesgo de que se perdiera la legitimidad de la nueva institución”, subraya.
El nuevo IFAI será tan importante como el INE. La ciudadanía debe blindar a este instituto cuya última etapa de su década de vida transcurrió repleta de cuestionamientos y conflictos.
El reto es evitar que en unos años volvamos a tener una crisis institucional, de credibilidad, con perfiles que no cumplen con las expectativas para el reto que tienen de frente.
Sucesión con responsabilidad
Reconociendo que el Senado ha privilegiado el fortalecimiento institucional del IFAI, el Colectivo por la Transparencia indica que, no obstante, el próximo proceso no está exento de riesgos.
El coordinador de esta asociación civil, Héctor Rubio, destaca que el siguiente paso ahora es definir el procedimiento de sucesión que dé certeza y convoque a los mejores perfiles.
Preocupa el que mientras se dan los nuevos nombramientos, el IFAI quede de algún modo acéfalo, pues los actuales comisionados tienen ya una “fecha de caducidad”.
Ello podría mermar su autoridad al interior, generar problemas de funcionamiento, de gobernanza interna así como incentivos perversos tanto entre los propios comisionados como en el propio personal del IFAI.
La designación de los comisionados del organismo garante cuenta con 90 días, a más tardar, luego de la entrada en vigor de la reforma constitucional, publicada en el Diario Oficial de la Federación el pasado 7 de febrero.
Idóneo sería que los nombramientos se den lo antes posible para reducir el espacio de incertidumbre.
