El denominado “Botón de Emergencia” que creó el Gobierno de Jalisco para detener todas las actividades del estado ante un repunte de la pandemia ha quedado envuelto en interrogantes y confusión luego de que se anunciara que sería rediseñado para no afectar las fuentes de empleo de las personas.
El “Botón de Emergencia” se anunció inicialmente el 7 de julio por el gobernador, Enrique Alfaro Ramírez, y consistía originalmente en un “parar en seco” todas las actividades públicas y productivas del estado si se alcanzaban indicadores de riesgo en la propagación de la pandemia de COVID-19, para dar pie así a un “confinamiento total” durante 14 días:
“Al decir ‘parar en seco’ nos referimos a una medida más drástica que la que tomamos en la primera etapa del aislamiento social. Significaría cerrar toda la industria, el comercio y los servicios. Solo se mantendría la operación de los servicios de salud, de seguridad y los relacionados con abasto de alimentos. En este periodo de confinamiento total no podrían operar los restaurantes ni en su modalidad de servicio a domicilio. (…) No podrían operar los tianguis, ni los bancos, ni las iglesias, ni el gobierno, ni las plazas o corredores comerciales”, dijo aquel día el mandatario.
Sin embargo, esta idea original del “Botón de Emergencia” se desdibujó por completo unas semanas después, pues el 30 de julio el propio gobernador anunció que el mecanismo sería reformulado ante los daños que podría traer su activación para la economía del estado y de los jaliscienses. Ese día dijo:
Y agregó: “La decisión que se tomó es: El Botón de Emergencia va a cuidar que cuando se tenga que parar no cancelemos la posibilidad de que la gente trabaje, sino que lo que se cancele sea la posibilidad de que nos estemos paseando y estemos saliendo a generar mayor riesgo para todos. Ese es básicamente el replanteamiento que se va a construir en los próximos días”
Sin embargo, ese nuevo Botón de Emergencia del que habló el gobernador ese 30 de julio nunca fue presentado ante la sociedad, por lo que se desconoce si, en efecto, fue reformulado, y, de haber sido así, en qué consiste el mecanismo tras su rediseño.
Vuelve el botón
Las dudas alrededor del Botón de Emergencia han resurgido ahora que el gobernador Enrique Alfaro ha vuelto a advertir que podría activarlo de un momento a otro, debido a la descomposición que presentan los indicadores relativos a la pandemia del Covid-19.
Aunque el 30 de julio el gobernador aseguró que el botón sería rediseñado para aminorar los daños económicos y concentrarse en detener la vida social y las acciones de recreación, este 5 de octubre volvió a referirse a ese mecanismo como uno que, al parecer, tendría un impacto generalizado para la dinámica del estado:
“Juntos podemos evitar la aplicación del Botón de Emergencia, nadie quiere volver a parar, pero primero está la salud y la vida de todos; no es broma, si rebasamos los 400 casos en la tasa de incidencia tendremos que aplicar el mecanismo que diseñamos por consenso en la Mesa de Salud y de Reactivación Económica para cortar la cadena de contagios”.
E incluso acotó: “Hay quienes piensan que el botón es solo un amague o una amenaza para tratar que la gente cumpla con su responsabilidad, créanme que no lo es; nosotros hemos demostrado que sabemos tomar decisiones por difíciles que estas sean para cuidar a los jaliscienses y así lo seguiremos haciendo”.
La advertencia del mandatario vino debido a que los casos activos han superado los cuatro mil; la tasa de incidencia por millón de habitantes pasó de 285 a 360 en las últimas semanas (el botón se activa con 400); y el índice de casos positivos aumentó, pues desde hace 15 días por cada 100 pruebas alrededor de 40 son positivas, lo que indica una mayor dispersión del COVID-19.
Botón de emergencia sin base
Los cambios que anunció el gobernador de Jalisco sobre el Botón de Emergencia el 30 de julio, mismos que nunca se dieron a conocer con precisión ante la sociedad jalisciense, evidenciaron que esa medida fue diseñada por el Gobierno estatal sin contar con una fundamentación técnica sólida.
Aquel día el propio gobernador reconoció que el Botón de Emergencia no resultaría efectivo para detener la cadena de contagios, pues el problema no se estaba dando en las actividades económicas como tal, sino en los ámbitos familiares y recreativos:
“Nos hemos encontrado que en el estudio que se inició hace tres semanas, solamente el 30 por ciento de los contagios se están dando en los centros de trabajo; (…) de manera preocupante, el lugar donde más contagios se están dando es en la propia casa, con nuestros familiares, y con las reuniones que hacemos con amigos y con acciones que pudiéramos pensar que no tienen trascendencia, pero que están generando un problema mayor”.
Por lo que aunó: “Cuando vemos este dato de que en el trabajo solo se genera el 30 por ciento de los contagios, también entendemos que el cerrar las fuentes de empleo no necesariamente va a tener un efecto directo e importante en la reducción del número de contagios“.
De ahí que se anunciara que el Botón de Emergencia se enfocaría en la vida social y recreativa de los habitantes. El viraje lo intentó justificar así el mandatario: “Cada decisión que se va tomando, se va construyendo en el camino, no hay certezas absolutas respecto a lo que tienen que hacer los gobiernos (en la pandemia)”.