Un 7 de junio, un día como hoy pero de 2015, Jaime Rodríguez Calderón hizo historia al ganar la elección a gobernador de Nuevo León como candidato independiente. Tres años después, unos minutos antes de las 11:00 horas, “El Bronco” arribó al auditorio de la Universidad Iberoamericana en la CDMX, con una sonrisa en la cara y el pulgar arriba.
Fiel a su estilo, el candidato presidencial sin partido lanzó sus dos primeras frases: “me caen mal los plurinominales”, al pedir a la presentadora que corrigiera un dato donde se le aludía que había ocupado un cargo de ese tipo y “no me vayan a preguntar qué libros leo”, para soltar una carcajada.
De ahí en adelante, Rodríguez Calderón tomó el micrófono y se paseó de un extremo a otro del estrado soltando chistes, en lo que parecía más un discurso cómico que un proyecto para llegar como presidente a Los Pinos. “Mi teléfono ya se colapsó de tanto whatsapp, voy a hablar con Samsung o iPhone para que me prepare uno mejor”.
“Mucho tiempo fui prinosaurio, pero dos 800 balazos en mi camioneta me hicieron cambiar”, dijo para luego describirse como un adicto a la tecnología y soltar un nuevo chiste: “mi programa FBI esta funcionando, Facebook Bronco Investigation”, dijo entre risas.
“Yo me creo Han Solo”, explicó a los estudiantes de la Ibero, que a cada rato soltaban carcajadas, y luego dijo que su bebida favorita es la caguama de Tecate.
Rodríguez Calderón inició y culminó su presentación con la historia del crimen de su hijo, a quien le prometió que iba a cambiar el país. Los momentos de rispidez comenzaron cuando los jóvenes empezaron a cuestionarlo sobre temas como las presuntas trampas para conseguir su candidatura, el por qué iba a mochar las manos a los corruptos, así como si pensaba que todos en México son “huevones”, como el se refiera a la gente que no trabaja.
Y una vez más, “El Bronco” soltó sus polémicas frases: “el pobre es pobre porque los gobiernos lo han hecho pobre”, “Andrés Manuel sigue generando pobreza, porque quiere seguir sintiéndose Santo Clos”, “Nuevo León puede ser todo México, no tenemos que ser como Chapas (sic)”, “no creo en las encuestas porque son paleras”, “yo ya le demostré al INE que es un mentiroso”, entre otras.
Sobre los temas espinosos como el aborto, el matrimonio igualitario, la adopción de parejas del mismo género, Rodríguez Calderón, con una actitud echada para adelante, evadió con sus respuestas, no fijo una postura clara. Sobre Donald Trump, dijo que de ser presidente le mandaría un tuitazo para reunirse y le diría de frente que cuál es su problema, por qué odia a los mexicanos, para mejorara la relación.
A su salida del auditorio, Rodríguez Calderón fue recibido primero por un par de manifestantes que recordaban el tema de Ayotzinapa y pedían justicia en el caso, y un grupo disperso de personas que le gritaban machista.