Buscan reparar la grieta
Los comentarios racistas de Donald Trump sobre migrantes, la construcción de un muro fronterizo y la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán, a veces parecen los únicos temas entre México y Estados Unidos (EU).
Por ello, los posibles nuevos embajadores, la estadounidense Roberta Jacobson y el mexicano Miguel Basáñez, deberán superar estas distracciones para concentrarse en temas más importantes para la relación bilateral, advierten especialistas.
Pedro Pablo Cortéshttps://www.youtube.com/watch?v=wcj6OMT7gEw
Los comentarios racistas de Donald Trump sobre migrantes, la construcción de un muro fronterizo y la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán, a veces parecen los únicos temas entre México y Estados Unidos (EU).
Por ello, los posibles nuevos embajadores, la estadounidense Roberta Jacobson y el mexicano Miguel Basáñez, deberán superar estas distracciones para concentrarse en temas más importantes para la relación bilateral, advierten especialistas.
El presidente Enrique Peña Nieto propuso a Basáñez este martes, luego de cinco meses en los que la Embajada mexicana en Washington quedó acéfala porque Eduardo Medina Mora se convirtió en ministro de la Suprema Corte.
Jacobson llegaría a México en septiembre para ocupar el puesto que dejó Anthony Wayne en julio.
Ambos esperan la ratificación de los respectivos congresos.
Analistas entrevistados por Reporte Indigo advierten que Basáñez tiene como desventaja una escasa trayectoria en diplomacia, aunque su formación en la UNAM y la London School of Economics reflejan que es un destacable académico.
En contraste, a Jacobson se le considera una diplomática experta en México y Latinoamérica, e incluso ha sido una de las negociadoras clave en la reconciliación entre Cuba y EU.
México: estrategia equivocada
Tony Payan, director del Mexico Center de la Universidad de Rice en Houston, señala que la estrategia mexicana ha fallado porque no ha empoderado lo suficiente a la comunidad migrante en EU.
“La estrategia del Gobierno mexicano debe ser otra porque me parece equivocada y es una estrategia que ha tenido una serie de errores y ha estado equivocada durante mucho tiempo”, afirma el especialista en migración, política y temas fronterizos.
Aun así, Payan argumenta que la diplomacia mexicana no debe responder a los comentarios racistas de Trump y otros republicanos, que sólo sirven para apelar a las bases más conservadoras del partido.
“El Gobierno mexicano no debe dignificar las declaraciones de estos candidatos con una respuesta”, asegura.
“La audiencia no es México, no son los migrantes, la audiencia de este tipo de declaraciones incendiarias es un grupo muy pequeño, minúsculo, dentro del partido republicano, pero que, sin embargo, es bastante poderoso y bastante articulado”.
Además, el analista expone que, por iniciativa de EU, las autoridades nacionales implementaron el plan Frontera Sur, que ha recibido críticas por presuntas violaciones de los derechos humanos en contra de migrantes centroamericanos.
“El Gobierno mexicano está en realidad, en la práctica, de parte de estos antiinmigrantes porque el gobierno se ha convertido en uno que está, en muchas maneras, haciendo el trabajo de los EU con los migrantes centroamericanos”, sostiene.
“El Gobierno mexicano ha renunciado a cualquier autoridad moral que pueda tener para entrarle a ese debate, y en ese sentido creo que no vale la pena”.
De hecho, Payan indica que México no es en realidad un tema con tanta importancia para las campañas presidenciales de EU, pues los políticos mexicanos están muy alineados con los intereses de Washington.
“México se ha replegado más y más cercanamente a los intereses de Estados Unidos y, de hecho, las acciones del plan Frontera Sur son una muestra más”, subraya.
“El tema de México no es importante en una elección presidencial en Estados Unidos. México es un país al cual, en Estados Unidos, se le ha dado por sentado”
Republicanos arrastran al país
Arlene Ramírez Uresti, experta en relaciones internacionales del Tecnológico de Monterrey, opina que las diatribas de Trump y otros republicanos son una distracción.
“Hay que entender que el momento político en los Estados Unidos nos está arrastrando a nosotros hacia esta dinámica de debate, pero que en realidad no es algo que tendría que estar en la mesa para la agenda prioritaria México-EU”, comenta.
Ramírez Uresti sugiere que, tras casi medio año sin embajador mexicano en Washington, es necesario que el nuevo enviado diplomático controle la conversación.
“El reto más importante es equilibrar la percepción que en este momento se tiene en los EU de la forma en la que México expulsa, atiende y recupera migrantes”, precisa.
“Deberíamos de tener una postura un poco más estricta o más fuerte con respecto a ese tipo de comentarios.
“Sin embargo, si nos vamos a la parte fundamental teórica, a la médula de la política exterior, los principios de no intervención y buenas relaciones han hecho que México siempre se haya mantenido muy cordial, muy neutral en las posturas, no solamente en relaciones bilaterales, sino en foros internacionales”.
Embajadores de distintas trincheras
Los posibles nuevos embajadores de Estados Unidos y México llegarían a sus puestos con currículos muy diferentes.
Roberta Jacobson, quien en septiembre sería la máxima representante diplomática de Washington en México, por ahora es asistente del Secretario de Estado para los Asuntos de Occidente, donde destaca por su experiencia en Cuba y América Latina.
En contraste, Miguel Basáñez, quien destaca por sus estudios en la UNAM y la London School of Economics, es director del Cultural Change Institute de la Fletcher School, en la Universidad de Tufts.
En entrevista con Reporte Indigo, Arlene Ramírez Uresti, internacionalista del Tecnológico de Monterrey, señala que esto es una sorpresa, pues había otros funcionarios con mayor experiencia diplomática y con la comunidad migrante.
“La designación de Miguel Basáñez es una sorpresa en tanto que es un excelente académico, es una persona con una excelente formación, muy interesante, que ha trabajado como docente y como profesor invitado en universidades de EU”, indica
“Sin embargo, creo que había (otros) candidatos, como Carlos Sada, el cónsul de México en Los Ángeles, con una gran trayectoria en el campo migratorio, con un amplio manejo de la comunidad mexicana en los EU”.
Ramírez Uresti expone que el trabajo de Basáñez como embajador deberá concentrarse en construir nuevos temas en la conversación entre ambos países.
“Lamentablemente la agenda México-Estados Unidos en términos bilaterales sigue teniendo los mismos temas prioritarios desde hace muchísimos años: migración, narcotráfico”, apunta la especialista en relaciones internacionales.
“El embajador tiene que retomar la línea de política exterior que va apuntando hacia la parte económica, a la fracción de capital, a la promoción de México en el exterior como un destino idóneo, en torno a los demás países, para la inversión.
“Es trabajo del embajador el buscar acuerdos de promoción en materia turística, en materia educativa. Ya hay mucho acuerdo firmado, pero se tiene que instrumentar. Desde Washington se tienen que ver, en la práctica, todos esos acuerdos bilaterales”
Tony Payan, director del Mexico Center de la Universidad de Rice, asegura que, en cambio, Jacobson es una mujer con gran experiencia que podrá poner en la mesa temas de derechos humanos.
“Es la persona indicada para que comience a examinar a México de una manera mucho más amplia”, expone, “que incluya no nada más temas como el narcotráfico y la migración.
“Sino que incluya también temas como la libertad de expresión, los derechos humanos y el desarrollo económico, y otros temas que quedan pendientes en México y que en este momento Estados Unidos no ha querido abordar”.