El cierre de la actual legislatura en el Congreso estatal se dibuja complicado.
A pocas semanas que concluya el periodo de los actuales diputados locales, se discuten temas clave para la revisión de cuentas de la administración que está por terminar.
De acuerdo a fuentes al interior del Congreso, se lleva a cabo una operación de cabildeo entre los diputados del PRI y del PAN para, en esta legislatura, “sacar” adelante temas pendientes y posiciones sensibles para el gobierno de Rodrigo Medina.
Entre estas se incluyen la designación del titular de la Auditoría Superior del Estado (ASE), el nombramiento de magistrados del Poder Judicial del Estado y la revisión de más de un centenar de Cuentas Públicas del periodo 2012-2013.
La ASE continúa acéfala después de la muerte del extitular Sergio Marenco en marzo del 2014, y sin duda podría influir en la revisión a los números del mandatario saliente.
El Congreso ya ha intentado en tres ocasiones elegir a un nuevo responsable, sin embargo, no se ha logrado un consenso en medio de acusaciones de influyentismo y compadrazgo entre las diversas bancadas.
La semana pasada la Comisión de Vigilancia del Congreso –que preside Rebeca Clouthier– aprobó lanzar la convocatoria para nombrar al sustituto de Marenco, lo que ha sido criticado por organismos intermedios.
Otros cuatro nombramientos que están pendientes –y que también serán clave a la hora de llamar a cuentas a la administración medinista- son los de los nuevos magistrados del Estado.
Los perfiles que sonaban son Raymundo González, Marco Antonio Rodríguez Barrientos, Francisco Javier Martínez Briones, Alejandro Carlin Balboa y Jesús Demetrio Cadena Montoya.
Desde abril el Congreso del Estado aprobó reformas a la Ley Orgánica del Poder Judicial y de la Constitución para aumentar de 16 a 20 magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Estado.
Voces al interior de la legislatura señalaban a algunos candidatos como cercanos al gobernador. A otros los relacionaban con el PAN, específicamente con Raúl Gracia y el Grupo San Nicolás.
Ayer operadores del PRI y del PAN trabajaban a marchas forzadas para incluir en la agenda de este periodo legislativo las diversas designaciones.
Durante la sesión se acordó citar a una permanente extraordinaria esta misma semana, para ahí fijar una fecha para discutir los temas pendientes.
Sin embargo, por la tarde la negociación continuaba y no se lograba establecer una ruta crítica.
Incluso, algunos legisladores consideraban la opción de pasar “la papa caliente” a la próxima legislatura.
Y es que el jaloneo no es para menos.
Esta misma semana Reporte Indigo dio a conocer que las alianzas al interior del Congreso son clave para el destino del actual gobernador por lo que ya se trabajaba en la protección a Rodrigo Medina.
En medio de una pugna electoral, el tricolor incluso habría estado dispuesto a ceder la alcaldía en el municipio de Guadalupe al PAN con tal de nombrar un auditor “a modo”.
Dicho acuerdo tendría la bendición del panista Raúl Gracia y el Grupo San Nicolás, quien controla la mayoría del Congreso.
Cierre complicado
Rodrigo Medina culmina su sexenio envuelto en acusaciones de corrupción en las que se involucra a su padre Humberto Medina Ainslie.
El mandatario entrante ha señalado que pondrá lupa a la administración de su antecesor, quien durante las elecciones fue severamente cuestionado.
“Después de esta reunión (con Medina) algunos medios e editorialistas han estado dando opiniones diversas, siempre buscando ser adivinos, les he de decir con claridad que nuestro Gobierno investigará, revisará y llevará a juicio a quien haya desviado, tomado o robado el recurso público, esto sin importar nombre, de que sea de cualquier familia o de cualquier grupo político o de partido”, aseguró “El Bronco” en un post de Facebook.
“No cederemos en esta acción, terminaremos con la corrupción, en eso he sido y seguiré siendo claro y contundente, no se dejen influenciar por comentarios que no sean de mi parte, yo haré lo que dije que haría, ténganme confianza, cumpliré, ya lo verán”.