Defiende Müller calidad del aire
“Quiero que la ciudadanía entienda: no hay un retroceso en la calidad del aire de la Ciudad de México”, defiende la secretaria del Medio Ambiente capitalina, Tania Müller, ante la percepción generalizada de que la capital tiene hoy mayores niveles de contaminación que hace años.
El indicador internacional para calificar a las ciudades más contaminadas del mundo no es el ozono, explica la funcionaria, sino las partículas finas y en ese caso, la capital de la República está en octavo lugar, antes están otras ciudades como Monterrey, Toluca, Guadalajara y Puebla.
Icela Lagunas
“Quiero que la ciudadanía entienda: no hay un retroceso en la calidad del aire de la Ciudad de México”, defiende la secretaria del Medio Ambiente capitalina, Tania Müller, ante la percepción generalizada de que la capital tiene hoy mayores niveles de contaminación que hace años.
El indicador internacional para calificar a las ciudades más contaminadas del mundo no es el ozono, explica la funcionaria, sino las partículas finas y en ese caso, la capital de la República está en octavo lugar, antes están otras ciudades como Monterrey, Toluca, Guadalajara y Puebla.
Müller está en el centro de la polémica nacional tras la prolongada contingencia ambiental que se registra en la capital desde hace más de una semana.
La responsable de la política ambiental de la capital ataja con cifras concretas la embestida.
Dice que si en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador se hubieran utilizado los mismos criterios para decretar la Fase 1 de Contingencia Ambiental, en el 2000 se hubiera activado en 248 de los 365 días de ese año.
En el año 2002 hubieran sido 183 días y en el 2003, 109 días de contingencia.
“Cuál es la gran diferencia, en el año 2000, para decretar, tenías que esperar a alcanzar los más de 200 puntos Imecas, con 155 que es lo que hoy tenemos no pasaba nada ni había alertas, hoy la concentración que tiene la Ciudad de México está muy debajo de lo que se tenía anteriormente”, subraya.
Dichos indicadores refieren que a partir del 2006 hasta el 2016, el número de contingencias promedio por año que se registra es de 18 a 20 días.
Con ‘ayuda’ de otros
Claudia Sheinbaum, secretaria del Medio Ambiente en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, declaró recientemente que el tema ambiental se abandonó y por eso la tendencia de reducción de contaminantes se frenó.
Ante esa postura, Müller refiere que durante su gestión al frente de la Sedema nunca se redujeron los niveles a partir de los cuales se decretan las contingencias.
“Desde 1996 hasta el 2006 sin reducir el límite a partir del cual decretar contingencia, 221 puntos eran una precontingencia y para entrar a la fase 1 en la que estamos ahorita había que esperar a 265, imagínate, hay una diferencia abismal”.
En la actual crisis ambiental, el Gobierno de la Ciudad de México insiste en que la Comisión Ambiental de la Megalópolis revise en todos los estados que la integran qué está haciendo cada uno de los gobiernos.
A decir de Müller, está comprobado que los contaminantes viajen, así por ejemplo, el óxido de azufre que es un poderoso precursor de ozono, proviene desde la Refinería de Tula, en el estado de Hidalgo, lo que sirve para demostrar que la ciudad no está aislada y es afectada también por toda la industria que opera en la periferia.
“Esa revisión la debe realizar la Came, qué medidas deben tomar en todas las entidades, se debería regular mucho mejor la industria local y federal y que realmente haya más recuperación de emisiones de vapor desde los gobiernos locales, que se haga ese trabajo, de verificar que las gasolineras tengan equipo de recuperación de vapores que son precursores de ozono; mayor regulación y sanción a las industrias que no están cumpliendo”, abunda.
El factor industrial
Además de la crisis profundizada por la época de ozono, Tania Müller explica que hay factores de mucho más daño en la Ciudad de México, como las partículas suspendidas.
Detalla que la problemática es más compleja pues tienen muchas más fracciones de compuestos orgánicos, volátiles, cada uno con reacciones diferentes en la atmósfera.
Resalta que en la zona norte de la capital se registran los niveles más altos debido a la actividad industrial, que provoca se disparen las partículas sin que se dispersen con facilidad.
“Amanece en verde todo, pero en el transcurso del día aumenta el ozono, pero de 1 a 2 pm se disparan los niveles porque está ligado a los rayos solares, a la reacción fotoquímica”, detalla.
Actualmente no hay una dispersión por la condición de estabilidad atmosférica que propicia que los contaminantes persistan, y con ello la contingencia que enciende la alarma entre la población.
“Nuestros niveles de ozono son similares a toda la Costa Sur de California y nadie habla de que haya una crisis ambiental en la Costa Sur de California”, insiste sin dejar de reconocer que hay mucho por mejorar, pero haciendo un llamado a que no se pierda el contexto.
Apenas hace un año, el Gobierno de la Ciudad de México se enfrascó en una polémica con el Gobierno federal a raíz de que la Came decretaba contingencia ambiental para la capital.
Argumentaban que se le daba un uso político para causar enojo entre la población.