Campaña de Josefina, sin recursos
La campaña de Josefina está trabajando por debajo de lo que podría, acepta de manera implícita el Coordinador General adjunto de la campaña de Vázquez Mota, Octavio Aguilar Valenzuela.
Dice que sólo están operando con los recursos propios del PAN. Lo que reciben por concepto de las prerrogativas legales.
Hay otras aportaciones menores que todavía están “muy lejos de las autorizadas por el IFE de lo que podemos recibir”, dice. Y lamenta que tales donaciones usualmente sean recibidas casi cuando las campañas están por finalizar.
Raúl Tortolero
La campaña de Josefina está trabajando por debajo de lo que podría, acepta de manera implícita el Coordinador General adjunto de la campaña de Vázquez Mota, Octavio Aguilar Valenzuela.
Dice que sólo están operando con los recursos propios del PAN. Lo que reciben por concepto de las prerrogativas legales.
Hay otras aportaciones menores que todavía están “muy lejos de las autorizadas por el IFE de lo que podemos recibir”, dice. Y lamenta que tales donaciones usualmente sean recibidas casi cuando las campañas están por finalizar.
“Así es, desafortunadamente. Si tuviéramos más recursos hoy de estas aportaciones personales o privadas que están permitidas por la ley, seguramente podríamos estar haciendo otras cosas…”.
Calcula que han recibido unos 4 o 5 millones de pesos de aportaciones privadas anónimas.
“No tengo nombres, porque son gente que viene y te dice: ‘oiga compré 5 mil pesos en camisetas, yo hice unas camisetas, se las vengo a donar’… puede ser en especie o en efectivo… está permitido”.
Ese dinero, explica, entra al PAN. En la casa de campaña no se recibe dinero, asegura. Nada.
Pero este número tres en la campaña sí conoce cuánto está permitido recibir de manos privadas: hasta 25 millones en total, en el año.
Las aportaciones se hacen directamente al partido, no a la campaña… pero el PAN entonces ya envía fondos a la campaña. Y debe el partido ofrecer un recibo a quienes como personas físicas o morales, hacen una aportación.
Gil sigue al frente
Aguilar está en la cúspide de la pirámide de poder. Es el jefe de Mario Laborín, del área empresarial; de Rogelio Gómez, de Ola Civil; de redes de Jóvenes, que maneja Elisa de Anda; de redes de mujeres, de Laura Suárez.
A la vez, es jefe de Rubén Beltrán, de asuntos internacionales. Del área de jóvenes empresarios, de Alejandro Legorreta. De grupos vulnerables, de Alberto Athié (quien por cierto es percibido por sectores de la Iglesia Católica con muy malos ojos). De atención a víctimas, de Gabriela Cadena. Del enlace con Cámaras de Comercio, Mario Sánchez. Y de Administración, que opera Marcor Pérez.
Arriba de él sólo está Roberto Gil Zuarth, de quien, muy institucional, habla bien en todo momento.
Le pregunto sobre las versiones que aseguraban que Gil estaba prácticamente fuera. Responde que eso es falso. Que Gil sigue siendo el coordinador general de la campaña, el jefe de todos.