A pocos días de que arranque la contienda electoral, Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya, José Antonio Meade y Margarita Zavala, aspirantes a la presidencia, han omitido declarar durante largos periodos de años su patrimonio, pese a que algunos han sido servidores públicos.
López Obrador, en cuanto terminó su cargo como jefe de gobierno del Distrito Federal para irse a buscar la presidencia (2005), dejó de declarar, y no fue hasta 2015 cuando retomó la actividad.
El abanderado del Movimiento de Regeneración Nacional solo mencionó tener un salario promedio mensual de 50 mil pesos y una inversión en el banco menor a los 100 mil pesos.
Por su parte, Ricardo Anaya Cortés no presentó declaración de 2000 a 2010, ni entre 2013 y 2014. Lo declarado por el albiazul es un vehículo mayor a 200 mil pesos, cuatro inversiones menores a los 100 mil pesos y otras cuatro mayores a los 500 mil, una casa de 4.2 millones de pesos y un ingreso promedio mensual de 293 mil pesos, dinero generado durante el tiempo que era presidente de Acción Nacional, así como por la renta de locales comerciales en Querétaro.
La independiente Margarita Zavala solo hizo públicas sus propiedades en 2016, y señaló que tiene cinco cuentas bancarias, dos menores de 100 mil pesos, dos menores de 500 mil y una mayor al medio millón de pesos; además, declaró tener un fondo de inversiones, joyas de más de 200 mil pesos, obras de arte, una camioneta BMW, tres terrenos y una casa valuada en más de 5 millones de pesos.
José Antonio Meade es quien tiene más actualizada su declaración patrimonial, ya que se encuentra obligado por la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas a mostrar su patrimonio; sin embargo, hay un vacío de 2002 a 2012.
Durante los 17 años en el servicio público jamás presentó el valor de su patrimonio, solamente señaló la compra de un terreno y de dos vehículos modelo Honda Fit, uno en 2013 y el otro en 2016.
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