Cannabis: lo que falta
La carencia de leyes que regulen el uso de la mariguana en México no sólo se ha convertido en un impedimento para generar nuevas estrategias con el fin de combatir al crimen organizado, también limitan al sector salud para su utilización con fines médicos y atenta en contra del desarrollo de la libre personalidad
Rubén ZermeñoEl cofre del mercado de la cannabis en México está a punto de ser abierto. Y puede ser un tesoro para productores, inversionistas, enfermos e incluso para el mismo Gobierno, pero sino se regula con un enfoque de salud pública, justicia social y de derechos humanos se podría convertir en una caja de Pandora que dejaría al descubierto muchos males.
El origen de la mayoría de los males es el desconocimiento y en el mundo de la cannabis falta mucho.
El expresidente Vicente Fox busca posicionarse como uno de los principales promotores de la mariguana al organizar la convención CannaMéxico, pero no conoce las iniciativas legislativas que dentro de poco regularán y legalizarán la planta.
“No hay ninguna que configure una ley, no la conocemos nadie, se está trabajando en secreto”, respondió el expansita al preguntarle su opinión sobre la iniciativa que presentaron la exsenadora Olga Sánchez Cordero y Ricardo Monreal el 8 de noviembre del 20018, que busca expedir la Ley General para la Regulación y Control de Cannabis y que es de consulta pública.
Tras el fracaso de la política de drogas que buscaba legalizar y regular el mercado de la cannabis medicinal durante la gestión pasada. Este nuevo gobierno limpió el terreno para comenzar a sembrar de cero.
A base de amparos y sentencias, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, fue quien quemó la siembra anterior y dejó el terreno listo para que el legislativo comience a sembrar antes de octubre, mes en el que se vence el plazo para hacer los cambios necesarios para una reforma integral.
La semilla madre fue puesta en noviembre pasado por la actual sectaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, su propuesta fue vista con buenos ojos por detractores, especialistas y afines pero aún falta por de ser regada y cultivada en el Congreso.
“Estamos mucho más cerca que lejos de la regulación, según las ofertas legislativas, incluida la más importante que es la de Olga Sánchez Cordero, que busca legalizar desde la producción hasta el consumo de la mariguana.
“Estamos muy cerca, se le encargó a la Comisión de Salud pero también a la Comisión de Justicia. Están habiendo reuniones muy regulares para poder dictaminar muy fielmente a la propuesta de Sánchez Cordero, es decir, una propuesta muy estadista en la que el Estado es el regulador, es el comprador y el que centraliza toda la distribución”, contó a Reporte Índigo la senadora de Movimiento Ciudadano, Patricia Mercado.
Desde el Senado de la República se trabaja a contrarreloj ya que el periodo ordinario de sesiones está por terminar y a más tardar el día de hoy o mañana tendrían que estar listos los dictámenes en comisiones para que el proyecto pueda entrar a un periodo extraordinario.
Si bien los partidos de oposición a Morena ven con buenos ojos la propuesta de la exministra de la SCJN, los principales detractores se encuentran dentro del mismo partido guinda junto con funcionarios de alto nivel como el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela.
“Solamente al interior de Morena han habido algunas voces muy alarmistas al plantear que la mariguana es una sustancia muy tóxica con grandes efectos negativos para la salud de la población, cuando existe toda la evidencia de que no es así. Son pequeñas voces que aquí internamente están buscando deconstruir, yo espero que en la dictaminación no vengan cambios que sean retrocesos por esta negociación con los senadores de Morena. Además está el Secretario de Salud que cuando vino al Senado su visión fue muy catastrófica”, agregó Mercado.
Las reformas necesarias para la regulación son impulsadas por los hombres fuertes del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero él no se ha pronunciado al respecto por lo que Mercado no descarta que pueda haber sorpresas a la hora de que se presenten los dictámenes que pasarían al pleno.
Pese a esto la voz de Sánchez Cordero durante su comparecencia en el Senado fue clara: urge cambiar la forma en la que se aborda el uso y consumo de las drogas.
Emilio Rascón, líder de la asociación Barba Rossas, que busca asesorar a las personas que quieren conseguir un amparo para poder cultivar y consumir de manera lúdica o terapéutica la cannabis, cree que aunque haya plazos que el Senado deba de cumplir, históricamente se sabe que muchas veces los legisladores no los siguen, por lo que aún falta mucho trabajo por hacer.
“Una cosa es realmente lo que debe de pasar y la otra es la práctica. Creemos fielmente que se va legalizar y que se va a crear esta ley pero el panorama no está muy claro. Se deben de emitir leyes secundarias y esas leyes secundarias pueden tardar un año o dos años más. Hago la analogía, la ley ambiental tiene 400 artículos, estamos hablando que una ley general que va a regular toda una industria naciente, está en pañales”, señaló.
Seguir ejemplo canadiense
Al negársele una oportunidad de emprender su negocio de cannabis medicinal en Colombia por la falta de regulación, Álvaro Torres traspasó las fronteras y estableció su emporio en Canadá. Ahora cotiza en la banca de Toronto gracias a sus laboratorios y clínicas Kyron.
“Canadá tiene una ventaja porque es el primer mercado grande, es una potencia de levantamiento de capital, ha conseguido más de 25 mil millones de dólares. México se puede convertir en uno de los mercados más importantes, al final del día México es potencia a nivel mundial en consumo. Cuando México anuncia que va a regular la cannabis, lo que está diciendo es que un mercado de más de 120 millones de personas va a estar abierto al cannabis medicinal, esto es cuatro veces más que Canadá”, dijo el CEO colombiano a Reporte Índigo.
Según Torres, México incluso podría estar por encima de Canadá en cinco años porque la regulación que se busca en nuestro país es mucho más sólida que la de la nación de la hoja de maple.
“La regulación en México es más sólida, toma en cuenta cultivo, extracción, investigación. En Canadá lo hacen (siembran) en ‘green house’ y aquí puede ser ‘outdoor’, eso trae muchos beneficios porque es más barato. Una vez que salga eso (la regulación) hay que comenzar la carrera, si hablamos en 5 años México va a estar más avanzado que Canadá en mercado”, agregó el entrevistado.
En la CannaMéxico 2019 la mayoría de los stands estaban llenos de empresas extranjeras buscando invertir en México cuando la regulación se convierta en una realidad, y a diferencia de la edición del año pasado, los emprendedores e industria mexicana que asistieron fueron muchos menos, quedando relegados los connacionales a comparación de los punteros del mundo.
“Todo el mundo está pensando en invertir en México con ejecutivos mexicanos y empleados mexicanos con producto mexicano. Se está trayendo inversión y esa inversión va a desarrollar negocios mexicanos con productores mexicanos, cultivadores mexicanos, se van a desarrollar productos mexicanos en laboratorios mexicanos para vender al mercado mexicano. Incluso se podría ir a vender un producto terminado a Canadá”, finalizó.
Legalizar para pacificar
Conforme avanzan los sexenios el discurso y las propuestas para pacificar al país comienzan a cambiar.
Si bien López Obrador ha guardado silencio sobre una estrategia de regulación y legalización para combatir al crimen organizado, Sánchez Cordero y el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, han sido portavoces a favor de la cannabis.
Aunque el mercado se regule ¿será suficiente para pacificar al país o aumentará la violencia luego de que el Gobierno le quite activos al narcotráfico?
“Esto por si solo no va a resolver todos los problemas, la regulación no sustituye a las políticas criminales, de seguridad social ni de reformas al sistema de justicia pero si es una condición indispensable para hacerlo. Permitiría enfocarse a los Ministerios Públicos y a todas las instituciones de procuración de justicia a perseguir los delitos de alto impacto”, dijo la entrevistada.
Y es que en la mayoría de los Ministerios Públicos del país, se presenta a muchas personas por el delito de posesión simple de cannabis, un crimen de bajo impacto que incluso la Suprema Corte de Justicia de la Nación concluyó que prohibir el consumo atenta en contra del desarrollo de la libre personalidad.
El mercado de la cannabis para el narcotráfico está en crisis, cada día perciben menos activos, el principal golpe provino de la legalización que emprendieron algunas regiones de Estados Unidos.
“Cambió la dinámica por Estados Unidos y por eso la demanda del producto mexicano disminuyó alarmantemente. California era el principal comprador de la región, el estado con mayor consumo y flujo desde México. Ese flujo ha disminuido, ahora el flujo es inverso ya que haya hay mariguana legal y de alta calidad”, agregó Ramírez.
Una regulación en México podría darle la estocada final al control de la mariguana por parte del crimen organizado. Según Raúl Martín del Campo miembro de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), los ingresos por la venta de mariguana en México para el crimen organizado son solo del 4 por ciento.
Tania Ramírez y Raúl Porras de la asociación de difusión e investigación Cannapeutas, coinciden en que arrebatarle el negocio al narco no generaría más violencia.
Salud, una oportunidad para todos
En abril del 2016, el entonces presidente Enrique Peña Nieto presentó un proyecto para legalizar la mariguana con fines medicinales, a tres años de distancia sigue sin ser una realidad, en el camino se le ha negado una alternativa de mejorar su salud a miles de pacientes mexicanos.
Para la doctora María Fernanda Arboleda, especialista en medicina del dolor y cuidados paliativos, aún falta mucho para que México llegue al lugar en el que está Canadá, dónde ella encabeza el equipo de investigación de la clínica Santé Cannabis, donde se usan medicamentos derivados de la mariguana en pacientes con dolor crónico y cáncer avanzado.
Lo más cercano que se tuvo en México de una regulación fueron una serie de lineamientos publicados por la Cofepris y cancelados por la misma dependencia meses después, en los que se permitía la importación de algunos productos con cannabis y permitía la fabricación de estos suplementos siempre y cuando la materia prima fuera importada.
A partir de la cancelación de los lineamientos, en México no existe ningún marco regulatorio, pese a que la Ley General de Salud ya lo permite.
Esto provoca que miles de pacientes tengan que pagar cantidades muy elevadas por un medicamento importado o que proviene de la clandestinidad.
“El paciente está viendo en internet, en Facebook y en el Metro productos que supuestamente están hechos a base de cannabis pero no cumplen con ningún estándar de calidad o no tienen un respaldo sanitario. Como médico se tiene que ser responsable y en México todavía no hay un marco regulatorio claro, esas son las barreras a las que nos enfrentamos los doctores. Si no hay un marco regulatorio lamentablemente los médicos no podemos prescribir algo porque tampoco sabemos cuánto THC y CBD hay en cada producto”, agregó la entrevistada egresada de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Arboleda, además de la falta de regulación, identifica otras cuatro barreras en el tema de la cannabis y la salud: las brechas en la investigación, el estigma social y la falta de conocimiento de la comunidad médica y profesionales de la salud.
Para ella la tarea de educar no le corresponde exclusivamente al Gobierno, sino a las instituciones de salud, las educativas, las farmacéuticas y la iniciativa privada debería de trabajar en conjunto para educar a médicos y pacientes sobre las bondades de la cannabis.