Cárcel modelo… y la cierran

Por primera vez en la historia de México, una cárcel federal fue cerrada.

El Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 10 de Monclova, Coahuila, dejó de operar formalmente desde este martes y ahora en sus instalaciones se capacitará al personal que ingrese a laborar dentro del Sistema Penitenciario Federal.

J. Jesús Lemus J. Jesús Lemus Publicado el
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“Atendiendo a los principios constitucionales de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos” 
Decreto sobre el Cefereso 10Publicado en el Diario Oficial de la Federación

Por primera vez en la historia de México, una cárcel federal fue cerrada.

El Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 10 de Monclova, Coahuila, dejó de operar formalmente desde este martes y ahora en sus instalaciones se capacitará al personal que ingrese a laborar dentro del Sistema Penitenciario Federal.

El cierre de esta prisión, a diferencia de los que se han registrado en Europa, no se debe a la falta de internos, sino a otras razones no expuestas públicamente por las autoridades federales, donde se presume la recomendación del Gobierno de Estados Unidos.

Reporte Indigo publicó que el 19 de octubre del 2015 la cárcel federal de Monclova fue objeto de observaciones, dentro de un programa secreto de revisión a las cárceles federales mexicanas, por parte de funcionarios del Buró Federal de Prisiones (Federal Bureau Of Prisions) y del Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos (United States Marshals Service).

Esta revisión a las cárceles mexicanas fue una reacción del gobierno norteamericano tras la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán de la cárcel federal de Almoloya, donde tras escapar por un túnel -de acuerdo a la versión oficial-, se evidenciaron fallas en los sistemas de seguridad de la que era considerada la cárcel más segura de México.

Según el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación del 1 de enero de 2017, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ordenó el cierre de la prisión federal de Monclova, “atendiendo a los principios constitucionales de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos”.

Pero el Cefereso 10 no estaba clasificado como una prisión que atentara a esos principios; de acuerdo al más reciente Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria, emitido por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la cárcel federal de Monclova se ubicaba en la media nacional de respeto a los derechos humanos de los internos de todo el país.

El documento de la CNDH, emitido el año pasado, calificó a la cárcel federal de Monclova con 7.31 en una escala que va de 7.99, la que le fue otorgada a la prisión del Cefereso Femenil “Rehilete”, en el Complejo Penitenciario Islas Marías.

En tanto que la cárcel con peor calificación, con 6.63, fue aplicada a la prisión del Cefereso Número 9 Norte, en Ciudad Juárez, Chihuahua, con mayor violación a los derechos humanos de todo el Sistema Penitenciario Federal, pero no fue tocada en el decreto del secretario de Gobernación.

Esa prisión, pese a las observaciones de la CNDH, se considera la más segura del país, al mantener dentro de sus instalaciones al propio “Chapo” Guzmán, quien se ha fugado en dos ocasiones de prisiones federales.

CNDH la reconoce

De acuerdo a lo expuesto en el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, la cárcel de Monclova habría tenido deficiencias graves que llevaron a su cierre.

Pero el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria de la CNDH reconoce aciertos en la materia dentro de ese centro penitenciario, pues desde el 2013 evolucionó su calificación, pasando de 6.99 a 7.31 su ponderación.

Entre los logros que reconoció la CNDH en su última evaluación a esta cárcel destacan las adecuadas condiciones en materiales, equipamiento e higiene del área médica, cocina y comedores, áreas de comunicación, visita familiar, íntima y locutorios, así como en talleres y áreas deportivas.

La CNDH también distinguió las condiciones de gobernabilidad dentro de esa cárcel, al reconocer ausencia de cobros, extorsión y sobornos.

Así como completo ejercicio de funciones de autoridad por parte de los servidores públicos del Centro Penitenciario, donde se reconoció un pleno apego a los reglamentos y procedimientos.

Proyecto al abandono

La que hasta el pasado martes era la cárcel que se ubicaba en el kilómetro 10.5 de la carretera Monclova-Candela, en Coahuila, ahora será un centro de adiestramiento de guardias penitenciarios.

En el decreto emitido durante el gobierno del presidente Felipe Calderón, la cárcel de Monclova fue vista como un soporte a la Estrategia Penitenciaria 2008-2012, al considerarla apta para “la reclusión de los internos federales y de aquellos del fuero común que requieran medidas especiales de seguridad o de vigilancia”.

Pero una revisión de las autoridades penitenciarias de Estados Unidos, realizada entre los meses de agosto a septiembre del 2015, determinó que la prisión no cumplía con las condiciones de seguridad necesarias para contener a los reos más peligrosos del país.

La versión emitida por Reporte Indigo en su momento nunca fue reconocida ni rechazada por la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).

Le dan presupuesto

Aunque desde el 2015 sabían que la prisión de Monclova ya no cumplía con su función de reclusión para reos, el Gobierno federal proyectó gastos de inversión para dicha prisión, según se establece en el Proyecto de Egresos de la Federación (PEF) 2016.

Bajo la clave 1236E000003, del PEF 2016, el Gobierno federal programó una inversión para la “remodelación, adecuación, ampliación, amueblado y equipamiento del Centro de Readaptación Social de Monclova, Coahuila”, a la que destinó un gasto programable de 105 millones 430 mil 853 pesos a ejercer en el 2016.

De acuerdo al documento oficial emitido en septiembre del 2015, un mes antes de que iniciara la reubicación de los internos de esa cárcel, el gobierno programó un flujo estimado de gastos para la cárcel de Monclova, por el orden de los 2 mil 699 millones 948 mil 146 pesos, que serían aplicados en el transcurso del 2017.

Su historia

El Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 10 de Monclova, Coahuila ,cambió su función desde el pasado martes:

>Por instrucción del entonces secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, el Cefereso 10 fue incorporado al Sistema Penitenciario Federal, según decreto del 6 de marzo del 2012.

>Durante los poco más de cuatro años que estuvo en operación esta cárcel, que fue construida sobre un predio de 50 hectáreas donado por el gobierno estatal de Coahuila.

>Recibió una inversión de 3 mil 415 millones 080 mil 763 pesos para su construcción.

>Se proyectó como una prisión para reos de alta peligrosidad, acusados de delitos graves como secuestro, narcotráfico y delincuencia organizada.

>Comenzó a ser desalojada en el mes de octubre del 2015, luego de las recomendaciones recibidas por el Gobierno mexicano por parte de las autoridades penitenciarias de Estados Unidos.

>Se trasladaron a 456 presos federales a otras prisiones de ese orden en diversos puntos del país, principalmente hacia las cárceles de Huimanguillo, en Tabasco, y Comaltitlán, en Chiapas.

>En las ahora exinstalaciones del Cefereso 10 se capacitará al personal que ingrese a laborar dentro del Sistema Penitenciario Federal.

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