Carlos Slim y AMLO: la tregua de los más poderosos

Durante las campaña presidencial del 2018, vislumbrar un encuentro de objetivos e ideas entre Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Carlos Slim era un escenario poco probable, principalmente por las diferencias en varios temas como la cancelación de Aeropuerto de Texcoco.

Sin embargo, hace unos días el empresario mexicano apareció en la tradicional conferencia mañanera del presidente y la idea de una presunta hendidura, entre el hombre más poderoso de la economía y el de la política, cayó.

El pasado 27 de agosto, un grupo de empresarios, encabezados por Slim, se presentó en Palacio Nacional y anunció un acuerdo con el gobierno federal para la construcción de gasoductos.

El conflicto se encaminaba a resolverse en tribunales internacionales, pero este acuerdo lo detuvo, y el mayor agradecimiento del inquilino de Palacio Nacional fue para Carlos Slim Helú, presidente de Grupo Carso.

El distanciamiento más importante entre Andrés Manuel y Slim –de acuerdo con la BBC– fue la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) de Texcoco, donde el hombre más rico de México tenía fuertes inversiones.

Desde las campañas presidenciales  del 2018, el actual mandatario mexicano criticó contratos de obra pública donde tienen participación empresas del magnate, incluso –según algunos analistas consultados por este medio ingles– veían impensable una eventual reconciliación.

Pero este incertidumbre se derrumbó cuando el magnate se reunió en días pasados con el ejecutivo federal y aseguró que en todos los objetivos que tiene el gobierno de AMLO han estado “100 por ciento de acuerdo”.

“Combatir la corrupción, la impunidad, crecer al 4% (anual), bajar el gasto corriente. Creo que hay unanimidad, hay un gran acuerdo”, señaló.

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Entender que en una confrontación entre el gobierno y el sector privado nadie ganaría, habría sido uno de los factores principales para que esta separación haya terminado.

Los empresarios del país “piensan estratégicamente. (…) No terminan de convencerse de sus proyectos pero no son tontos, dicen: si nos peleamos vamos a perder”, consideró Mario Maldonado a la BBC.

La mala relación entre André Manuel y los empresarios inició en 2018, cuando los acusó de tener influencia en los gobiernos pasados.

Sin embargo, el tabasqueño ha sostenido desde que asumió el poder el pasado 1 de diciembre que “se acabó el predominio de una minoría y la vinculación del poder económico y político”.

De acuerdo con El Universal, incluso el propio magnate habría ofrecido al titular del ejecutivo hacerse cargo de la obra del NAIM, aunque la propuesta fue rechazada.

Entre otros puntos de desacuerdo entre AMLO y los empresarios se encuentran la licitación de una red de 50 mil kilómetros de fibra óptica de la CFE, con el objetivo de llevar internet a comunidades alejadas del país; sin embargo, nadie participó en ella.

“Como a las empresas no les resulta rentable, no dan el servicio en los pueblos apartados (…) ¿Saben cuánto territorio del país está comunicado por internet? Sólo 20%”, dijo López Obrador en una de sus tradicionales mañaneras.

AMLO Y SLIM: LA RECONCILIACIÓN

La reconciliación inició en marzo pasado cuando López Obrador reveló que el empresario planeaba retirarse este sexenio de la vida empresarial.

“Quiere retirarse y quiere hacerlo en este sexenio, por lo que está dispuesto a apoyar no sólo en la parte empresarial, sino también en estas acciones de bienestar para nuestra población”, señaló .

En julio pasado, Andrés Manuel tuvo una reunión con empresarios del país, pero ahora su discurso sobre la inversión privada fue matizado, respecto a meses anteriores.

Todo ello aunado a la mesa de diálogo que organizó el gobierno de AMLO con las empresas que construyen los gasoductos, y que se presume que el magnate fue quien tomó la batuta y firmó el acuerdo; las otras compañías se habrían unido después.

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