Como ocurre en toda organización criminal, la caída del líder obliga a una sucesión: ¿quién remplazará al cabecilla del Cártel de Tláhuac, Felipe de Jesús Pérez Luna, alias “El Ojos”, abatido el jueves por elementos de la Secretaría de Marina en esa demarcación?
Trabajos de inteligencia policial ubican a tres personajes: su hijo, “El Pelón”, que sigue libre, o sus lugartenientes conocidos por los alias de “El Chicano” y “El Cholo”.
De “El Pelón” se sabe que, tras la detención de su hermano, Miguel Ángel Pérez, alias “El Micky”, en mayo pasado durante el festival Aca Moto 2017 en Acapulco, Guerrero, se convirtió en uno de los principales operadores y encargados de la logística de su padre, Felipe de Jesús Pérez Luna, “El Ojos”.
Sin embargo, de acuerdo con información de la misma Procuraduría General de la República (PGR), existe otro operador, apodado como “El Chicano”, que los integrantes reconocen como uno de sus jefes pues por años fue brazo derecho del líder y se encargó de la recaudación del dinero de la venta de drogas en bares y establecimientos de la capital, así como en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“El Chicano” controla aproximadamente a 90 “dealers” y cerca de 20 pistoleros que se encargan de la venta al menudeo de cocaína, marihuana, LSD y tachas al interior de Ciudad Universitaria.
Una fotografía que forma parte de estas pesquisas exhibe a este supuesto narco como un sujeto de pelo largo, hasta los hombros, moreno, de aproximadamente 55 años.
“El Cholo” es el segundo operador en importancia, sin vínculo familiar con “El Ojos”, que podría suceder al cabecilla que supuestamente cayó abatido el jueves durante un operativo coordinado de la Semar, Policía Federal y SSP capitalina.
A este individuo se le señala como el responsable de conseguir las armas y a los sicarios encargados de eliminar a integrantes de los grupos con los que disputan el mercado de la venta de drogas.
Ambos, “El Chicano” y “El Cholo”, se sabe que fueron miembros de la organización delictiva la Familia Michoacana y habrían salido huyendo de Michoacán luego de la cacería contra este grupo en el sexenio del presidente Felipe Calderón.
En esa entidad se habrían conocido los tres, “El Ojos”, “El Chicano” y “El Cholo”, y una vez en la Ciudad de México se reorganizaron en la delegación Tláhuac.
Macabro hallazgo
El sello del grupo denominado “El Cártel de Tláhuac” era el uso de extrema violencia a la hora de ajustar cuentas y defender el territorio de grupos rivales.
Así lo definió la propia Secretaría de Marina en el comunicado que emitió luego de que se abatiera a Felipe de Jesús Pérez, “cabeza de una organización delictiva extremadamente violenta” que opera en Tláhuac, Milpa Alta, Xochimilco e Iztapalapa. Junto con el líder fueron abatidos otro siete integrantes del cártel.
En la incursión del jueves que efectuaron marinos, federales y preventivos se reportó que en un taller cateado en la zona se encontró el cuerpo de hombre que fue totalmente mutilado.
De acuerdo con la imagen obtenida por este periódico, le cortaron los pies a la altura de los tobillos y la piel del rostro fue desprendida; le sacaron los ojos y dos dedos de la mano derecha fueron acomodados como si hiciera la “V” de victoria, que en el argot se emplea para exhibir a los que pertenecen a grupos rivales.
Guerra de cárteles
Este grupo delictivo comenzó a tomar relevancia en el 2013 en la distribución de drogas en la capital, disputando zonas de venta de estupefacientes al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El cadáver de un hombre localizado el año pasado en la zona del Ajusco, Tlalpan, da cuenta de la disputa que mantienen el CJNG y la gente de Tláhuac.
Sobre el cuerpo se encontró una cartulina con un mensaje dirigido al jefe de Gobierno: “Mancera si no se respetan los acuerdos hay muertos, aquí está otro. La Plaza tiene dueños. CJNG”.
El Cártel de Jalisco defendía haber ingresado primero a la UNAM y le exigía al Cártel de Tláhuac sacar a sus distribuidores de los antros de Tláhuac, Iztapala, Xochimilco y Tlalpan.
Prueba de esa disputa, documentan las investigaciones policiales, es el cierre definitivo del establecimiento “La Chilanguita”, en Acoxpa 518, en la delegación Tlalpan, cuyos dueños fueron presionados por ambos grupos para dejar entrar a sus “dealers” a vender estupefacientes.
Otro de los negocios que está en el blanco de estos grupos es “El Jaibol”, que aún se mantiene abierto.
Buscan nexos
Tras el operativo en el que se abatieron a ocho miembros del crimen organizado se registraron narcobloqueos en la delegación Tláhuac que arrojaron un saldo de 16 personas detenidas.
En los disturbios fueron incendiados 5 camiones, y 25 mototaxis fueron llevados al corralón tras participar en los bloqueos.
El jefe de Gobierno de la Ciudad de México se comprometió a iniciar una investigación que permita determinar si existen elementos policiacos o funcionarios de cualquier nivel que tengan nexos con este grupo delictivo.
Lo anterior por los señalamientos en contra de la esposa del delegado de Morena en Tláhuac, Rigoberto Salgado Vásquez, quien presuntamente sería familiar del líder abatido del Cártel de Tláhuac.
A pesar de que el delegado negó el dato, la investigación está en marcha, de acuerdo con Miguel Ángel Mancera Espinosa.
Entre el caos
El operativo conjunto entre la Semar, Policía Federal y SSP capitalina:
>> 8
Personas identificadas como integrantes del Cártel de Tláhuac fueron abatidas
>> 16
Personas detenidas durante los bloqueos tras el operativo
>> 5
Camiones fueron incendiados para con ellos impedir la circulación