El estigma está cerca de terminar, cada día en México más personas ven en la cannabis una oportunidad para sanar sus males y tener mejor calidad de vida. Específicamente en el cannabidiol (CBD) uno de los más de 100 cannabinoides que se encuentran en la planta y que se caracteriza por sus efectos terapéuticos para aliviar la ansiedad, el insomnio, las náuseas, inflamaciones, convulsiones e incluso para inhibir el crecimiento de células cancerígenas.
Es así como en los últimos años explotó en México un mercado y una industria a los que les ha quedado corta la falta de una legislación por parte del Congreso de la Unión y han encontrado freno en los trámites burocráticos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Lo que comenzó como un remedio tradicional y un secreto a voces es ya un mercado con un valor de 37 mil 400 millones de dólares anuales, de acuerdo con el informe The Global Cannabis Report de Prohibition Partners.
Para 2026 el mercado podría generar ventas por 102 mil millones de dólares y se espera que México sea uno de los países líderes de la industria generando ingresos por más de 5 mil millones de dólares, pero actualmente el panorama es adverso.
A finales de agosto del 2021 la Suprema Corte de Justicia de la Nación aprobó la Declaratoria General de Inconstitucionalidad para invalidar cinco artículos de la Ley General de Salud que prohibían el consumo lúdico de la planta y desde 2017 se legalizó su uso medicinal.
Pero desde el año pasado la aprobación de la Ley Federal para la Regulación de la Cannabis se encuentra “congelada” en el Senado de la República.
Debido a esto, es completamente legal vender, comprar y consumir CBD en México, pero quienes quieran extraerlo de la planta o realizar investigación con ella deberán de importar la materia prima o bien el suplemento terminado, desaprovechando gran parte de la cadena de valor que se podría quedar dentro de las fronteras nacionales.
Los obstáculos para aprovechar el CBD
Alfredo Culebro es CEO de sweeven, una empresa fundada en la pandemia con el objetivo de proveer bienestar y ser coadyuvante a múltiples padecimientos a través del CBD. Con la experiencia de ser consumidor del cannabinoide en Estados Unidos y estudiar el mercado pionero en el mundo, el empresario decidió regresar a México para emprender en el mundo de la cannabis medicinal.
“Empezamos porque queríamos ayudar a las personas en la pandemia. Conozco el mercado porque fui usuario en San Antonio, Texas y me pregunté ¿en México porque no existe esta industria? Tenemos todos los estándares para competir, pero el principal problema es que el CBD que utilizamos proviene de Estados Unidos.
Culebro comenta que como empresa mexicana buscan que toda la derrama económica se quede en el país, pero sin regulación es prácticamente imposible.
“Además existe toda esta burocracia de la Cofepris para pedir permisos, después tienes que tramitar amparos y todo esto es una bronca, una complicación. La economía se podría activar muy fácil, pero tenemos todos estos nudos.
“El mercado es tan enorme que ni siquiera necesitamos competir. Por ejemplo, ni con todas las empresas que producimos y distribuimos CBD podríamos cubrir ni el 10 por ciento de la demanda si el mercado estuviera completamente abierto. Por eso cuando está regulación pendiente se apruebe el mercado va a explotar. Todo mundo dice que el CBD es una industria que vale oro, pero hay que sacar el oro de la mina, hay que sacar la mejor veta”, agrega.
El empresario comenta que otro de los obstáculos que ha encontrado en el país es la falta de educación en el tema.
“Lamentablemente no hay educación, la gente no sabe si el CBD es legal, si se puede vender, ni cómo hacerlo. Por eso también queremos educar y desmitificar que esto no es un producto milagro que te lo tomas y hace magia, esto te alimenta y te nutre. En otras partes del mundo, principalmente en el país del norte, tomar CBD es como tomarte tus vitaminas de todos los días y en México todavía estamos muy lejos de eso porque tenemos ese estigma de la mariguana.
“La gente tiene miedo porque el CBD viene de la mariguana, pero esto mismo genera morbo y por eso ha aumentado la demanda. (…) Tenemos pendientes varias regulaciones, pero eso no impide que la gente pueda, como un suplemento, tomar CBD, utilizarlo para la piel o en cualquier otra de sus presentaciones”, concluye.
El punto de vista médico
El médico Sergio Mata lleva seis años dando consultoría y recomendando derivados de la cannabis para coadyuvar en los síntomas de varias enfermedades, comenta que a pesar de su experiencia ha sido complicado investigar las propiedades de la planta y recetarla.
“Llegan conmigo pacientes que podrían tener una mayor calidad de vida a partir del uso del CBD pero (tanto en el sector privado como en el público) nos restringen para no poder ni siquiera promocionarlo.
“En México falta una desmitificación total de la planta a partir de la información, lamentablemente, no podemos hacer investigación porque no podemos obtener la materia prima, que es la planta de la cannabis, porque sino me comienzan a investigar a mi”, dice al respecto.