La falla forense
Miles de servicios periciales quedan sin ser atendidos cada año por el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), aunque son vitales para la investigación de delitos de la más diversa índole, como feminicidios, violaciones, homicidios y la desaparición de personas.
De 2011 a 2015 el IJCF acumuló un déficit de 52 mil 836 dictámenes periciales sin realizar, aunque fueron solicitados por la Fiscalía General para la persecución de delitos, y por otras instancias como la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) y juzgados.
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Miles de servicios periciales quedan sin ser atendidos cada año por el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), aunque son vitales para la investigación de delitos de la más diversa índole, como feminicidios, violaciones, homicidios y la desaparición de personas.
De 2011 a 2015 el IJCF acumuló un déficit de 52 mil 836 dictámenes periciales sin realizar, aunque fueron solicitados por la Fiscalía General para la persecución de delitos, y por otras instancias como la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) y juzgados.
La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), a cargo de Jan Jarab, advierte que las deficiencias en los servicios forenses no solo contribuyen a la impunidad, también al sostenimiento de la tortura como “método” de investigación.
Entre las áreas del instituto con los peores niveles de cumplimiento están las siguientes:
Laboratorio de genética. Aunque es fundamental para la búsqueda de desaparecidos pues realiza la identificación de cadáveres con su perfil genético y el de familiares, de 19 mil 348 solicitudes totales que recibió en esos años solo resolvió 5 mil 605.
Ese laboratorio atendió solo el 29 por ciento de sus solicitudes, lo que contrasta con los 2 mil 390 desaparecidos que registra Jalisco, uno de los estados del país con mayor número en esta estadística, si bien esa área se encarga también de obtener indicios biológicos de objetos del lugar del ilícito, como las bachichas de cigarro.
Psicología forense. Un área básica para determinar el daño moral o sicológico de las víctimas de los delitos, y entonces poder repararlo; así como para saber si existió violencia o maltrato sicológico, por lo que tiene vital importancia en la atención de la violencia hacia la mujer.
Criminalística de campo. Es uno de los pilares del IJCF pues es la investigación que se desarrolla en el lugar de los hechos para identificar los indicios utilizados o producidos en el ilícito; sin embargo, de 41 mil 490 solicitudes solo respondió 30 mil 957, el 75 por ciento.
El que uno de cada cuatro servicios de criminalística de campo nunca se atienda es un grave pendiente ante el nuevo sistema de justicia que busca privilegiar la verdad científica.
Más déficit
Medicina Forense. Sirve para determinar las causas de muerte de una persona y de las lesiones infligidas, pero de 27 mil 468 solicitudes, únicamente emitió 21 mil.
Laboratorio de balística. Básico para dar con los homicidas a través de la investigación de sus armas, pues ahí se realizan las pruebas para identificarlas, determinar la trayectoria de los disparos, y otros aspectos. De 10 mil 756 peticiones, solo resolvió 8 mil 923, el 83 por ciento.
Otras áreas con estos mismos problemas son Reconstrucción cráneo-facial, para la identificación de fallecidos, con el 85 por ciento de dictámenes atendidos; y Siniestros y explosivos, para dar con las causas de estos hechos, con el 88 por ciento.
La Informática forense merece mención aparte, pues es el área del IJCF que se encarga de los “delitos de alta tecnología”, es decir, aquellos en cuya comisión la tecnología ocupa un lugar relevante ya sea como medio o fin.
Empero, y no obstante el crecimiento que han tenido ilícitos como el fraude en compras electrónicas o el robo de identidad, solo atendió el 88 por ciento de los dictámenes.
Esa área es capaz de dar con el origen de un correo electrónico “según las rutas que este haya cruzado para llegar a su destino”, y extraer datos de dispositivos como computadoras, celulares y sistemas de circuito cerrado.
La Contabilidad forense es de particular importancia porque “surge como una alternativa para combatir la corrupción”, dice el IJCF, pues permite detectar la desviación de recursos públicos en la investigación de delitos como peculado.
A pesar de su relevancia y que está por adoptarse el Sistema Nacional Anticorrupción, solo resolvió el 97 por ciento de sus peticiones (2 mil 981 de 3 mil 66).
Contra la tortura
En términos generales, el IJCF recibió en este periodo de 2011 a 2015 (a noviembre) 682 mil 815 solicitudes de dictámenes de los que resolvió el 92 por ciento (629 mil 979), así que no atendió 52 mil 836.
De todos los servicios requeridos, 834 fueron de la CEDHJ, pero le resolvieron solo 788, el 94 por ciento.
En su informe 2015, la CEDHJ señala que en su Primera Visitaduría recibió 13 quejas contra el IJCF: siete por prestación indebida del servicio público, cinco por violación del derecho a la legalidad y seguridad jurídica, tres por dilación en la procuración de justicia, una por ejercicio indebido de la función pública, y una por negativa de asistencia a víctimas del delito.
Y advierte sobre esta la problemática del IJCF:
“A los peritos fue a quienes más se les demandó por dilatar de manera injustificada la elaboración de los dictámenes que les son solicitados por jueces y ministerios públicos, incluso se ha documentado en diversos expedientes de queja que también dilatan por varios meses los dictámenes que esta CEDHJ solicita, con el argumento de que tienen mucha carga laboral y son pocos los peritos que los emiten”.
Sigue: “Como se ha hecho en anteriores informes, esta CEDHJ vuelve a exhortar al director del IJCF para que en el próximo ejercicio fiscal solicite aumento en su presupuesto para la creación de nuevas plazas para peritos y abatir el rezago en la emisión de dictámenes”.
El pasado 26 de junio, la Oficina en México del ONU-DH llamó a fortalecer los servicios periciales: “Un aspecto central para la efectividad de la reforma al sistema de justicia penal radica en la exclusión de la prueba obtenida bajo tortura”.
“El éxito del nuevo sistema de justicia penal dependerá, entre otros factores, de que se superen las limitaciones de los servicios periciales y forenses en el país”, detalla el organismo.